Cuba y Costa Rica buscan fortalecer los mecanismos que garanticen migraciones seguras y ordenadas entre los dos países, según se conoció en la I Ronda de Conversaciones en Materia Migratoria concluida este jueves en la ciudad costarricense de San José.
Sylvia Ugalde, directora adjunta de Política Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica, dijo a los periodistas que la iniciativa del gobierno de Cuba para el intercambio de información sobre la situación de los flujos migratorios entre ambos países, permitió conocer detalles de la política migratoria cubana.
Esto facilita “revisar posibles acciones conjuntas en materia migratoria, que podrían llegar a acordarse entre las partes, en una etapa posterior”, señaló.
Tal punto de vista fue confirmado por Gisela Yockchen, directora general de Migración de Costa Rica, quien dijo que conocer de primera mano las políticas migratorias de Cuba es “propicio y muy necesario” para su gobierno.
“Para Costa Rica la migración es una responsabilidad compartida que debe ser atendida conjuntamente por el bien de nuestras poblaciones. Eso nos permitirá ampliar los horizontes, reforzar criterios, de manera que nuestro accionar sea coherente con las políticas de ambos países”, destacó la funcionaria.
Yockchen resaltó la importancia del respeto a la migración como un derecho humano y comentó que aunque ambas naciones tengan como denominador común principios y valores, es necesario no ser “incoherentes a la hora de aplicarlos”.
Por su parte, Ulises Arranz, subdirector del Departamento Consular de la Dirección de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior, destacó que el objetivo de estas reuniones es “establecer mecanismos para el flujo de información, que permitan la regulación de todas las actividades vinculadas a la migración, además de una coordinación institucional más estrecha”.
La intención, dijo Arranz, es garantizar “el principio de una mejor regulación, que cada cual tenga el derecho a viajar, pero que lo haga con seguridad, de manera regular y sin peligro para su vida”.
Durante dos jornadas, las representaciones de Cuba y Costa Rica intercambiaron información actualizada sobre sus políticas y regulaciones migratorias, realizaron un análisis del flujo migratorio mutuo, y se analizó la situación de los migrantes irregulares cubanos en América Latina y el Caribe.
De acuerdo al Ministerio de Relaciones Exteriores de la Isla, en el encuentro se inició la negociación de un Memorando de Entendimiento en Materia Migratoria, “como mecanismo efectivo para el control migratorio, el combate contra el tráfico de migrantes y la trata de personas, así como para el tratamiento adecuado y de respeto a los derechos humanos de los migrantes”.
Ambas delegaciones acordaron también celebrar una segunda ronda de conversaciones en una fecha aún por definir.
Entre finales de 2015 y parte de 2016, Costa Rica y otros países de la región acogieron a más de 10 mil de cubanos en tránsito hacia los Estados Unidos, en una crisis migratoria que movilizó a los gobiernos y la sociedad civil en busca de una solución.
Autoridades y organizaciones de la sociedad costarricense asistieron a los cubanos con albergue y alimento hasta su salida hacia territorio estadounidenses a través de un puente humanitario gestionado por el Sistema de Integración Centroamericana, SICA.
Tras el fin de la crisis, Costa Rica reforzó la vigilancia en sus fronteras y la deportación de ilegales para evitar un nuevo episodio migratorio.
El gobierno costarricense estuvo también entre los firmantes de una carta que pedía al Departamento de Estado una revisión de la política migratoria estadounidense hacia Cuba, y aplaudió la eliminación de la política de “pies secos/pies mojados” por el presidente Barack Obama.
EFE / OnCuba