Abril de 2017 es un mes histórico para la emigración cubana. Por primera vez en siete años la Guardia Costera de los Estados Unidos no interceptó a ningún balsero de la Isla en un mes.
“No tuvimos un migrante cubano, ni uno”, dijo el comandante de la Guardia Costera, Paul F. Zukunft, a The Wall Street Journal. “En un día típico en esta época el año pasado, probablemente hubiéramos recogido entre 50 y 150 inmigrantes cubanos”, comentó.
En opinión de Zukunft, el cese de la política migratoria de “pies secos,pies mojados” por la administración Obama ha sido clave para la reducción de migrantes de la Isla experimentada en los últimos meses. “Está claro que fue la derogación de esta política la causa del descenso de los balseros”, señaló.
Este escenario también ha reflejado “una caída significativa” en el flujo migratorio a lo largo de la frontera terrestre del sur de los Estados Unidos con México, aseguró Zukunft. De acuerdo con el comandante de la Guardia Costera, también ha influido en esto la postura antiinmigrante del presidente Donald Trump.
Semanas atrás, las autoridades estadounidenses informaron que las intercepciones en alta mar habían disminuido de unas 25 personas diarias a solo 20 por mes. Estos datos mostraban una tendencia confirmada, pues un reporte de marzo situaba en 65 los cubanos detenidos en aguas del estrecho de la Florida y cerca de Puerto Rico desde el 12 de enero.
La política de “pies secos, pies mojados”, implementada por el presidente Clinton en 1995, permitía a los cubanos permanecer territorio estadounidense si conseguían entrar al país. En cambio, si eran interceptados en el mar eran devueltos a la Isla.
Tras el 17D, y ante la posibilidad de que fueran firmados nuevas acuerdos migratorios entre los dos países, se disparó el número de emigrantes cubanos hacia los Estados Unidos. En 2016 más de 5 mil cubanos fueron rescatados por la Guardia Costera y más de 56 mil llegaron a territorio estadounidense por distintas vías, principalmente a través de la frontera con México.
“Muchas veces encontrábamos barcos cargados con los migrantes; era su cuarto, quinto, sexto intento. Los aprehendíamos y los enviábamos de vuelta”, recordó Zukunft.
“El futuro para los emigrantes cubanos va a ser muy difícil”
Con anterioridad, el comandante había comentado que el fin de “pies secos, pies mojados” había servido también para que terminaran situaciones peligrosas tanto para los balseros como para los miembros de la Guardia Costera que los hallaba en el mar.
“Estoy hablando de automutilación, de heridas de arma de fuego autoinfligidas, acciones muy desesperadas para ser evacuados a un hospital de Estados Unidos, ser declarados ‘pies secos’ y luego puestos en libertad”, explicó entonces.
El abrupto final de esa política dejó a una cifra indeterminada de migrantes cubanos varados en diferentes puntos en su camino hacia Estados Unidos.
Solo en México el Instituto Nacional de Migración (INM) situó en más de 500 el número de cubanos concentrados en Nuevo Laredo a inicios de abril, a quienes comenzó regularizar temporalmente su situación migratoria. No obstante, otras fuentes fijaron en más de 1000 los cubanos varados en ese país.
A pesar de esto, la disminución del número de emigrantes cubanos desde el 12 de enero también ha sido visible en la frontera con México. En abril un centenar de cubanos llegaron a la frontera y fueron considerados como “inadmisibles” por la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). En febrero y marzo el número había sido de solo 86.