El censo 2020 de Estados Unidos incluirá una pregunta sobre el estatus de ciudadanía, una decisión que fue condenada de inmediato por los demócratas con el argumento de que intimidará a los inmigrantes y los desalentará de responder.
El recuento de población que se realiza cada 10 años es un requisito constitucional. Se lo utiliza para determinar la cantidad de bancas de cada estado en la Cámara de Representantes y la asignación de fondos a cada entidad.
Además, ayuda a las comunidades locales a determinar dónde construir escuelas y toda clase de instalaciones.
Una coalición de secretarios de Justicia estatales pidió al Departamento de Comercio no incluir esa pregunta porque podría desalentar la participación de inmigrantes y provocar un recuento erróneo de la población.
El secretario de Justicia de California, Xavier Becerra, dijo que el estado demandará al gobierno del presidente Donald Trump por esa decisión.
“Estamos preparados para hacer lo necesario para proteger a California de un censo deficiente”, dijo Becerra. “Incluir una pregunta sobre ciudadanía en el censo 2020 no solo es una mala idea: es ilegal”.
La jefa del bloque demócrata en la cámara baja, Nancy Pelosi, dijo este martes que la inclusión de la pregunta “provocará miedo y desconfianza en comunidades vulnerables. Las comunidades tradicionalmente sujetas a recuentos insuficientes sufrirán una subrepresentación, exclusión financiera y retraso aún mayor”.
El Departamento de Comercio aseguró el lunes que los datos de ciudadanía ayudarán a la justicia a aplicar la ley del derecho al voto, que protege los derechos de las minorías. Dijo que entre 1820 y 1950, casi todos los censos incluían algún tipo de pregunta sobre la ciudadanía.
El censo se realiza por correo y por trabajadores que recorren los barrios. La Oficina del Censo dijo que en el recuento de 2010, el 74 por ciento de los hogares envió los formularios por correo y el resto lo respondió a los trabajadores en los barrios.
AP / OnCuba