Pronto sobrarán los planos, o los arquitectos en Cuba, al menos en lo que se refiere al diseño de las puertas en sus edificaciones. La práctica los va convirtiendo en trabajo baldío.
Ellos se empeñan en planificarlas, en ubicarlas en los sitios más adecuados para permitir un cómodo acceso y una fácil retirada, combatir el calor en pleno Trópico, y aliviar las colas en las que solemos vivir casi para cualquier gestión.
Pero… la casta directiva en sus diferentes niveles, se empeña en ignorarlos. Las puertas de los baños son las candidatas predilectas. Tapiadas, precintadas, claveteadas, cerradas. Puede ser lo mismo en un teatro que en una escuela. Es toda una filosofía: clausurar antes que arreglar.
En la flotilla de ómnibus interprovinciales ―los flamantes Yutong chinos― que circulan por toda la larga y estrecha geografía cubana, impera un mismo pensamiento: clausurar antes que limpiar. No importa que los baños funcionen. No se pueden usar. Si la necesidad aprieta… tendrá que bajarse.
No importa si se trata de una cafetería o una tienda; si posee clima artificial o no; si físicamente existen seis, cuatro o dos puertas. Usted se enfrentará a una pandemia: de la única puerta libre, sólo se usa media hoja. Y usted, mi querido cliente, casi rozará al custodio del lugar, para entrar o salir.
Anímese a traspasar, por ejemplo, la media puerta de una estación de ómnibus, cargado de equipajes… y me dirá.
Pobres puertas que no se realizan, que no tienen un día de amplitud, que se pudren en sus goznes. Pobres de los que nos vemos forzados a utilizarlas indefectiblemente.
El repertorio de pretextos abunda, lo que faltan son la soluciones racionales.
Son puertas cerradas a la comodidad, puertas cerradas a la lógica, puertas cerradas a la cortesía, puertas cerradas a la sensibilidad. Puertas abiertas al facilismo, puertas abiertas a la irritación.
En algunos lugares he preguntado la razón y he recibido respuestas tremendas, surrealistas. Dejé de intentarlo. El cliente nunca tiene la razón.
Muy buen articulo que resume la manera de pensar facilista y absurda de quienes no tienen pizca de creatividad y solo ven las manchas en el sol y no buscan soluciones.
Y que me dices
de los aeropuertos
Jose Marti
Hay que estar parado
esperando tu familia
4 Horas y por
No haber asientos
y que de las tiendas?, entras y sales por la media hoja abierta y no puedes entrar hasta que el custodio revise el vale del que acaba de comprar ante sus ojos,todo esto se acabara por desgracia el día que un incendio tome muchas vidas por el síndrome de cerrar puertas para controlar.