ES / EN
- mayo 9, 2025 -
No Result
Ver todos los resultados
OnCubaNews
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
OnCubaNews
ES / EN
Inicio Cuba

Por un país más bonito, “bajen eso”

Vivimos la naturalización del ruido como parte de la convivencia; escuchar alto, decir alto, gritar en lugar de conversar; incluso la impunidad de tener que vivir sometidos y sometidas a volúmenes indeseados.

por
  • Ariel Dacal Díaz
enero 3, 2023
en Cuba, Sin Permiso, Sociedad
6
Gente en Cuba alrededor de un vendedor de frutas y vegetales. Foto: Kaloian.

Foto: Kaloian.

“Asere, baja ahí”, es una expresión que puede aparecer en cualquier esquina, dentro de una casa o de un carro, en medio de la calle. En los lugares más insospechados surge esa voz que pide —casi implora— que bajen la música. 

No quiero parecer dramático, pero el tema de la música a volúmenes insospechados puede ser un problema colectivo de salud mental y, un poco más, un problema de seguridad nacional. Supongo que la policía está desbordada por las quejas referidas a la música estridente y que solo un operativo amplio de tropas regulares podría garantizar, al menos por unas horas, una ciudad sin chirridos. 

Más allá de la ironía, es cierto que el problema es grande. La música proyectada a altos decibeles pierde esa condición y se convierte en ruido, mucho ruido, molesto ruido, violento ruido. 

El acceso a equipos para reproducción de audio ha dejado de ser un lujo. Cada vez más personas tienen alguno, de un tipo u otro. Existen en los más variados formatos y con las potencias más diversas. Se puede encontrar, por ejemplo, un bafle de más de un metro de alto en el portal de una casa, incluso en la acera. Abundan las bocinas portátiles, que pueden irrumpir en una guagua, en una parada, en un parque, en los bajos de un edificio, en la puerta de la bodega, en una barbería, en una oficina de trámites, etcétera. 

No puede faltar en la lista un espécimen muy particular: las reproductoras para autos y motos; esas que se anuncian como si fueran sirenas de bomberos o de ambulancias. Se acercan, te atacan y siguen de largo dejando su estela de ruido. Esas que son un martirio si te alcanzan en los límites de un semáforo en rojo.     

Ese tipo de agresiones sonoras, más cotidianas de lo que nos gustaría, tiene entre sus denominadores comunes un tipo de mezcla de sonidos con un fuerte bajo, un monótono compás y una capacidad sin límites para repetir lo mismo una y otra vez. Supongo que es una suerte de comando: el bafle, esa “música” y el volumen alto; una tropa de asalto contra la convivencia pacífica, un grupo de tarea para amedrentar a toda persona que desee andar con tranquilidad por la ciudad.

Y he aquí el problema primero: la violencia manifiesta, latente, fuera de control, que se devela en la imposición, como relación darwiniana, de esos niveles de ruido. Al mirar por dentro el asunto, asoma la relación entre lo público y lo privado, las instituciones y su eficacia, los límites del derecho frente a los otros y las otras, y aquel viejo problema de las leyes que no se cumplen. 

En la madeja emerge la naturalización del ruido como parte de la convivencia; escuchar alto, decir alto, gritar en lugar de conversar; incluso la impunidad de tener que vivir sometidos y sometidas a volúmenes indeseados.  

Cuando alguna persona, en todo su derecho, pide que “bajen eso”, hay dos tipos de respuestas recurrentes: “Estoy en mi casa” o “La calle es pa’ to’l mundo”. 

Existen leyes, normas y regulaciones para los niveles de exposición al ruido y los horarios que lo limitan. Incluso una llamada a la policía puede, en muchos casos, evitar que se generen conflictos entre vecinos por causa de la música alta en horarios de descanso. Pero no es suficiente. 

En esa distorsión entre lo individual y lo colectivo, en esa disputa entre sentidos estéticos, en esa tensión entre valores de vida en común, prevalece la indolencia, la violencia y el deterioro de la vida pacífica y armoniosa que debe ser el carácter predominante de toda comunidad. 

Hay una expresión que, si no fuera por el drama que encierra, sería muy simpática: “Asere, te voy a poner el bafle”, lo que significa que te dirán cosas ofensivas y en voz alta. La expresión condensa el carácter violento, en todas su variantes, que significa vivir a todo volumen.   

Abro un paréntesis. Mientras escribo esto, padezco la tormenta perfecta de una bocina aledaña, de la que no me llega más que un tun tun tun tun como martilleo impertinente; los alaridos de unos jóvenes que definen el futuro del fútbol mundial y esgrimen los improperios más insospechados contra este o aquel jugador; y “la barra de maní molido, el chicharrón de viento y la cremita de leche” que pregona desde una grabación monótona, también con volumen alto, un vendedor ambulante. Cierro paréntesis.

El ruido que genera la música alta, los niveles de la voz en permanente subida, se conectan con los contenidos —por lo general, igual de violentos— de lo que se escucha y lo que se dice cuando el verbo hablar se confunde con el de gritar; cuando el ruido se confunde con música; cuando la estridencia se confunde con libertad y derecho. 

Los ruidos son un contaminante social, un límite cultural, un tensionador político. Alimentan un ciclo de violencia, desacuerdo, tensión. Vivir con música agresivamente alta, con voces permanentemente elevadas, con alarido y desenfreno como hábito, nos hace engordar los signos de pobreza. 

“Asere, la música esa me tiene altera’o”, es otra de las consecuencias visibles, sufribles, del hábito de confundir celebración y disfrute con un constante estado de desenfreno. Es un hábito que no comulga con quienes disfrutan hablar con un sentido de bienestar; para quienes escuchar y agradecer la música es un acto de belleza; para quienes cantar, juntas y juntos, es un hecho de libertad colectiva. 

Días atrás le dije a una amiga “Habla más alto que no te entiendo”; a lo que ella respondió: “Hablo bajito para que la gente se acerque”. 

Es cierto, el ruido nos aleja, nos hace conectarnos en la tensión. Hablar más bajito nos junta; escuchar música con más intimidad nos acerca, nos enriquece, nos hace mejores personas o al menos más satisfechas con la proximidad de sus semejantes. 

A veces, más allá de las molestias momentáneas, no nos planteamos los ruidos como un problema más grueso. Podría parecer una idea forzada, pero la buena administración de los ruidos, la concientización del problema que entraña, son un desafío educativo para una mejor relación entre cotidianidad y política. 

Sí, es cierto que no todo es política, como también lo es que la política está en todo, es por eso que sería bueno, en una próxima vez, poder decir: “Asere, baja un poco la música; na’, pa’ tener un país más bonito”.

Etiquetas: Portadaruido
Noticia anterior

El Sistema Eléctrico Nacional y el futuro de la economía cubana

Siguiente noticia

Accidentes de tránsito en Cuba dejan seis fallecidos el lunes

Ariel Dacal Díaz

Ariel Dacal Díaz

Historiador y educador popular.

Artículos Relacionados

Díaz-Canel_Xi Cuba China
Cuba

Díaz-Canel y Xi Jinping acuerdan fortalecer alianza política y económica entre Cuba y China

por Redacción OnCuba
mayo 9, 2025
0

...

Foto: Eddy Martin/Trabajadores
Economía

Restringen distribución de pan en Guantánamo por escasez de harina

por Redacción OnCuba
mayo 9, 2025
0

...

"Tomó café en casa de María Aurora Benítez una pobladora que perdió el techo", escribió el investigador Julio César González Pagés. Foto: Arzobispado de Santiago de Cuba
Cuba

Memorias de cuando el papa León XIV estuvo en Cuba, siendo Robert Francis Prevost

por Redacción OnCuba
mayo 9, 2025
0

...

Termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes, de Cienfuegos. Foto: Perlavisión / Archivo.
Economía

Vuelve a sincronizar la termoeléctrica de Cienfuegos, pero sale una unidad de Santa Cruz del Norte

por Redacción OnCuba
mayo 9, 2025
0

...

Aglomeración para adquirir gas licuado Foto: Ricardo López Hevia/ Granma.

El gas licuado naufraga en los mares de la incertidumbre

por Redacción OnCuba
mayo 9, 2025
0

...

Ver Más
Siguiente noticia
Accidente masivo ocurrido en la Vía Blanca, La Habana. Foto: Periódico Venceremos.

Accidentes de tránsito en Cuba dejan seis fallecidos el lunes

Niño judío carga el tik, que contiene la torá. Foto: Alejandro Ernesto.

Bar Mitzvah en el Muro de los Lamentos

Comentarios 6

  1. Orestes Sandoval says:
    Hace 2 años

    Eso solo empezará a cambiar cuando alguien mate a otro por esa razón. No hay voluntad política de resolverlo.

    Responder
    • Motoyasu says:
      Hace 2 años

      ….cuando alguien mate a otro…y salga por todos lados. No podría estar más de acuerdo.

      Responder
  2. Karel says:
    Hace 2 años

    Las leyes para evitar eso existen pero no se hacen cumplir. Todos los años hay artículos sobre el tema y no pasa nada. Vivimos en el país del escándalo y la vulgaridad . Y cada vez se degrada mas la sociedad y nos acercamos más a la barbarie

    Responder
    • Cigarra says:
      Hace 2 años

      Asere:quiten de la 5ta Avenida los hierros oxidados de Kcho. Afean la más elegante de nuestras Avenidas.

      Responder
  3. Crusoe says:
    Hace 2 años

    Llamar a la Policía es por gusto porque no vienen, viví la experiencia, sólo atienden los asuntos del gobierno y el PCC tristemente.

    Responder
  4. Alexander says:
    Hace 2 años

    Cuba, No hay tranquilidad ciudadana, ni convivencia pacifica entre vecinos y la policia, fiscalía y gobierno mirando para otro lado, llame a la policia por musica reiterado de unos vecinos y el policia se molesto por despertarlo a las 2 A.M.

    Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

La conversación en este espacio está moderada según las pautas de discusión de OnCuba News. Por favor, lea la Política de Comentarios antes de unirse a la discusión.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete

Lo mejor de OnCuba, cada semana. ¡Únete a nuestra comunidad!

Más Leído

  • Termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes, de Cienfuegos. Foto: Perlavisión / Archivo.

    Vuelve a sincronizar la termoeléctrica de Cienfuegos, pero sale una unidad de Santa Cruz del Norte

    563 compartido
    Comparte 225 Tweet 141
  • Otro comercio en dólares: inauguran tienda mayorista para el sector empresarial en Cuba

    512 compartido
    Comparte 205 Tweet 128
  • Memorias de cuando el papa León XIV estuvo en Cuba, siendo Robert Francis Prevost

    101 compartido
    Comparte 40 Tweet 25
  • El gas licuado naufraga en los mares de la incertidumbre

    54 compartido
    Comparte 22 Tweet 14
  • Despidos masivos y cese de nuevas transmisiones en televisora de Miami America Teve

    45 compartido
    Comparte 18 Tweet 11

Más comentado

  • El salitre ha hecho estragos en el espigón, foto publicada en Invasor, julio de 2019.

    La historia de Palo Alto, un puerto a la deriva

    114 compartido
    Comparte 46 Tweet 29
  • La producción de alimentos en Cuba sigue en caída libre

    248 compartido
    Comparte 99 Tweet 62
  • Pagos solo en euros: Víazul alega que es “un servicio para el turismo extranjero”

    148 compartido
    Comparte 59 Tweet 37
  • Economía cubana, la “norma” y el zapato

    506 compartido
    Comparte 202 Tweet 127
  • Crisis energética: Suben a once los nuevos parques solares, pero su impacto todavía no se siente

    290 compartido
    Comparte 116 Tweet 73

Cannabidiol

  • Sobre nosotros
  • Trabajar con OnCuba
  • Política de privacidad
  • Términos de uso
  • Política de Comentarios
  • Contáctenos
  • Anunciarse en OnCuba

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

No Result
Ver todos los resultados
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
Síguenos en nuestras redes sociales:

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

Consentimiento Cookies

Para brindar las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como cookies para almacenar y/o acceder a información del dispositivo. Dar su consentimiento a estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o identificaciones únicas en este sitio. No dar o retirar el consentimiento puede afectar negativamente a determinadas características y funciones.

Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario con el fin legítimo de posibilitar el uso de un servicio específico solicitado explícitamente por el suscriptor o usuario, o con el exclusivo fin de realizar la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferences
The technical storage or access is necessary for the legitimate purpose of storing preferences that are not requested by the subscriber or user.
Estadística
El almacenamiento o acceso técnico que se utilice exclusivamente con fines estadísticos. The technical storage or access that is used exclusively for anonymous statistical purposes. Without a subpoena, voluntary compliance on the part of your Internet Service Provider, or additional records from a third party, information stored or retrieved for this purpose alone cannot usually be used to identify you.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad o para rastrear al usuario en un sitio web o en varios sitios web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}