Recorrió la mitad de Cuba mirando todo el paisaje por encima del hombro. No podía ser de otra manera tratándose de Félix, el único ejemplar macho de jirafa que existe en la Isla y cuya nueva misión será reproducir la especie.
El animal fue trasladado desde Ciego de Ávila a La Habana y fue ubicado en un área de adaptación del Parque Zoológico Nacional, para iniciar luego un proceso de apareamiento, informó el diario Granma.
Junto a una comitiva de directivos y especialistas de la empresa Empresa Cubana de Zoológicos y veterinarios, la jirafa partió sobre su trailer debidamente acondicionado a las 3:00 de la tarde del pasado miércoles y unas 15 horas más tarde arribó a su destino “en perfecto estado”, según el reporte de prensa.
“Fue un viaje agotador y de mucha tensión, que nos llevó a examinar la altura de los pasos, puentes y cables de las redes eléctricas que había en el trayecto de más de 400 kilómetros”, declaró el director de bienestar animal de la empresa, Alberto Martín.
“Félix tenía que llegar a salvo y con buen estado de ánimo. Es el único ejemplar macho de la especie existente en Cuba y por eso se hizo necesario regresarlo al lugar donde salió hace 11 años”, detalló el especialista, quien explicó que en su nuevo hogar se le practicarán los exámenes de rigor al animal, aunque asegura que durante el trayecto siempre mostró buen estado de ánimo y se alimentó en más de una ocasión.
Detalló que Félix no estará solo, pues a partir de ahora convivirá con otros 320 animales de 16 especies en una pradera africana de 42 hectáreas del Parque Zoológico Nacional.
En Ciego de Ávila algunos no querían dejarlo marchar, y hasta aseguran que “se le notaba triste, como si imaginara un viaje sin regreso”.
“Puede que vuelva, puede que no. No tiene experiencia de monta y todo depende de su adaptación y capacidad para aparearse a las hembras. Si fuera por mí, no lo hubiese dejado ir, pero de él depende que la especie se reproduzca sin que haya que buscar un macho en otro lugar, incluso, en otro país. Eso es comprensible”, opinó Ariel González, director del zoológico de esa central provincia cubana.
“Es muy difícil adaptarse a no verlo con su cuello empinado hasta las nubes, que bajaba cuando una le daba alguna ramita para que comiera. Una vez yo estaba de espaldas y con la lengua me quitó el moño que traía en la cabeza”, declaró, por su parte, Yaixenys Díaz, especialista en Educación Ambiental en el Zoo avileño, con los ojos enrojecidos.
Como ella, de seguro los visitantes de esa institución extrañarán a la jirafa macho cuando el parque pueda reanudar sus servicios normales una vez superada la pandemia. En cambio, quienes vayan hasta el Zoológico Nacional cuando reabra sus puertas tendrán en la presencia de la jirafa macho otro motivo para disfrutar su visita.
Lástima que, al menos con palabras, el propio Félix no pueda aclara qué opina él de su viaje y de su nuevo propósito en la capital cubana.