El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) resaltó el programa de inmunización infantil en Cuba, en momentos en que los índices de vacunación en el mundo han sufrido el impacto negativo de la pandemia.
Alejandra Trossero, representante de UNICEF en la isla, destacó que mientras en los últimos años América Latina pasó de tener una de las tasas de inmunización más altas del planeta a la segunda más baja, Cuba sobrepasa el 95 % de cobertura y cuenta con un programa universal y gratuito que administra 13 vacunas.
En conferencia de prensa realizada este martes, Trossero ponderó a la isla como ejemplo de buenas prácticas en este sentido, y en particular durante la pandemia, a propósito de la reciente publicación por la Unicef del informe de este año sobre el estado mundial de la infancia, dedicado al tema de la vacunación.
La máxima representante de la organización internacional en Cuba resaltó la estrategia de inmunización infantil en la isla contra diversas enfermedades, a partir del sistema primario de salud, y la producción nacional de ocho de las vacunas que se administran a los niños cubanos.
En contraste, señaló que 1 de cada 4 menores de la región latinoamericana y caribeña carece de vacunas vitales, lo que significa el mayor descenso mundial en vacunación infantil en los últimos diez años. También, que más de 1,7 millones de infantes en el continente son cero dosis, es decir, nunca han recibido una vacuna.
Además, Trossero explicó sobre el respaldo de la Unicef al programa cubano de inmunización, como parte del cual el fondo global proporciona a la isla 88.000 dosis anuales de la vacuna PRS, contra la rubéola, el sarampión y la parotiditis, la cual no se produce en el país y cuya adquisión depende de donativos internacionales.
También, gracias al empleo de fondos globales de emergencia de la organización y al apoyo de donantes como el Gobierno de Japón, apoyó a Cuba para enfrentar la crisis sanitaria por la COVID-19 y su programa de inmunización contra esa enfermedad.
En particular, según respondió Trossero a una pregunta de OnCuba, la Unicef gestionó un financiamiento de unos 4 millones de dólares para fortalecer la cadena de frío de un grupo importante de policlínicos y hospitales de varias provincias cubanas, con el objetivo de preservar las vacunas.
La propia entidad, en un informe al respecto, informó que estas instalaciones de salud “recibieron, en total, 622 refrigeradores precalificados por la OMS, con sus controladores de temperatura integrados y 1.490 neveras de 1.5 litros y 465 neveras de 6 litros, todas con sus controladores de temperatura y 10.429 icepacks de 0.3, 0.4 y 0.6 litros”.
Asimismo, de acuerdo con el informe, “el Instituto Finlay de Vacunas y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) fueron beneficiados con 16 refrigeradores precalificados por la OMS, 100 neveras de 1.5 litros, 100 neveras de 6 litros, 800 icepacks de 0.3, 0.4 y 0.6 litros y dos freezers para el desarrollo de nuevos candidatos vacunales”.
La Unicef colabora con las campañas de inmunización en Cuba desde la década de 1960. En la isla se aplican anualmente unas 4 800 000 dosis de vacunas contra 13 enfermedades, lo que ha posibilitado la erradicación definitiva de dolencias como la difteria, la rubeola, la poliomielitis y la tos ferina, y el control de otras.