Su sueño era ser piloto pero, aunque logró esa meta, el destino quiso que fuera actor. En más de una ocasión Abelardo López ha demostrado su talento en el teatro, no en vano le correspondió interpretar en las tablas a Ernesto Che Guevara.
Conocido en Cuba por dar vida al Coronel Marcelo en el serial Tras la huella, en esta ocasión da un salto a la pantalla grande para representar a Candelario. En el recién estrenado filme del director Jorge Luis Sánchez, Irremediablemente juntos, Abelardo se convierte en el padre de una acomodada familia de Miramar.
¿Cómo llegas a la película?
Un buen día Margarita Alonso, una de las asistentes de dirección fue a mi casa y me proposo trabajar en la película. Me explicó que ya estaban todos los personajes excepto uno. Al día siguiente me entrevisté con el director que me habló de las dificultades del personaje y me dio el guión para ver si me interesaba. En efecto me gustó, y asumí el reto.
Como yo fui el último actor en incorporarme al elenco, desde el primer momento el director empezó a trabajar bien duro conmigo. Fue bastante arduo, cuando todo el elenco llevaba cierto tiempo preparándose yo tenía apenas días antes de comenzar a grabar.
¿Cómo influyó en tu actuación el hecho de que se tratara de un musical?
Mi personaje realmente no baila en la película, pero yo estaba un poco tenso. Jorge Luis, el director, lo notó y decidió incluirme en las clases de baile. Además me recomendó varios musicales para que los viera, como parte de la preparación. Pero la verdad, cuando comenzó el rodaje me costó bastante meterme en el personaje.
¿Por qué Marcelo te pareció complejo?
Este personaje tiene sus características, es una persona bastante complicada, por suerte todo salió bien. Me gustó hacer de padre, en este caso un padre de familia que aparenta ante la hija lo que realmente no es.
¿Crees que la película representa bien a una familia cubana? ¿Hay que hablar de racismo en la Cuba actual?
Sí, hay mucho que decir, aquí se toca, pero de manera superficial. Hay que recordar que la película es una versión de la obra de Pogolotti a Miramar, que Jorge Luis, como no le gusta hacer comedia, hizo en un drama musical (lo que no quiere decir que la gente no se ría).
En ella se toca el racismo, pero también la diferencia de clases. La familia de Candelario vive en la alta alcurnia de Miramar, y son blancos, a diferencia de la familia del novio de la hija, que son negros y viven en Pogolotti. Entonces: negros-Pogolotti, blancos-Miramar, hay dos cosas implícitas ahí.
Haz transitado por la televisión, el cine, el teatro, que son muy diferentes. ¿Prefieres alguno? ¿Por qué?
Primero el cine y la televisión, después el teatro. El teatro es diferente porque tienes que enfrentarte a un público que está esperando que le digas algo, que le transmitas algo. Un artista siempre siente temor en la primera función de una obra, cuando sale al escenario, luego va afianzándose en el personaje. Ahora, también en el cine cubano actual hay mucho que decir, creo que habría que salir del mismo círculo, de reiterar los mismos temas, realmente hay mucha tela por donde cortar.
Hey Abelardo es daysell