El Museo Nacional de Bellas Artes respondió este jueves que no acepta la demanda de un grupo de artistas cubanos que firmaron una carta dirigida a la institución para que no se exhibieran sus obras.
La petición, hecha en solidaridad con Luis Manuel Otero Alcántara, la firman Tania Bruguera, Sandra Ceballos, Tomás Sánchez, Marco Castillo, Reinier Leyva Novo Celia González y Yunior Aguiar, Sandra Ramos, Douglas Arguelles, Carlos Garaicoa, César Leal, Jorge Luis Marrero, Fernando Rodríguez, Consuelo Castañeda, Ibrahim Miranda, Carlos A. García de la Nuez, Cirenaica Moreira, Juan Pablo Ballester, Jorge Wellesley, Javier Castro, Alberto Jorge Carol, Gustavo Acosta y Ana Albertina Delgado Álvarez.
“El Museo Nacional de Bellas Artes ha conocido la petición de algunos artistas cubanos consistente en que sus obras, que son parte de la colección del Museo, no se exhiban al público y se retiren del sitio web de la institución”, dijo la institución cultural en su página de Facebook. La demanda “no se aviene con la vocación de servicio de nuestra institución ni con el interés del público al que se debe”.
Artistas cubanos piden retirar sus obras del Museo Nacional de Bellas Artes
El Museo dijo que adquiere las obras de artistas cubanos “de todas las generaciones y tendencias” con fondos del presupuesto estatal. En su selección patrimonial, “destinada al enriquecimiento de la vida espiritual de la población”, subraya la nota, no se toma en cuenta “ninguna consideración extrartística”.
“Tal modo de actuar es parte de una política cultural inclusiva y transparente que concede la más alta prioridad al acceso del público a las mejores realizaciones de la cultura cubana y universal”, destacó el Museo diciendo que trabaja apegado a los contextos históricos y a la comprensión de las libertades artísticas.
Sobre las obras de los creadores que solicitaron la retirada de sus obras, el Museo dijo que “les da un uso legítimo y provechoso para la ciudadanía. Ese nexo, vivificante en ambos sentidos temporales –pasado y presente– es típico de la construcción patrimonial. Ninguna coyuntura ajena al campo museal puede pretender violentar este proceder museológico”.