La actriz habanera Ana de Armas disputa la atención de los cubanos trasnochados con los altibajos de su selección nacional de béisbol, y este domingo muchos tendrán también puestos sus ojos en la ceremonia de los 95 Premios Oscar, los galardones con más pedigrí en la industria del cine.
Los Oscar 2023 se celebrarán a partir de las ocho de la noche (hora en Cuba) este 12 de marzo en el Dolby Theatre de Los Ángeles, y De Armas podría ser considerada la “Novata del Año” entre las aspirantes de largometraje a Mejor Actriz.
Pero para ella, que salió de Cuba a los 18 años y ya cumple 35, el haber llegado hasta aquí por su papel como el ícono estadounidense Marilyn Monroe en “Blonde”, ya es una confirmación entre las estrellas internacionales con mayor proyección a nivel mundial.
Ana compite contra la dos veces ganadora del Oscar, Cate Blanchett, en su rol en “TÁR”; Michelle Williams, quien ha sido nominada a cuatro premios Oscar en su carrera, esta vez por protagonizar “The Fabelmans”; Michelle Yeoh por su papel en “Everything Everywhere All at Once”; y la estrella de “To Leslie”, Andrea Riseborough.
A pesar de estar frente a leyendas, la reconocida firma Parrot Analytics afirma que la cubana lidera la escena con casi 38 veces la demanda promedio de talento, según datos que tienen en cuenta investigación de consumo, streaming, descargas y las redes sociales, entre otros aspectos.
Esta compañía mide la oferta y la demanda global de entretenimiento, con la captura de más de 2 mil millones de audiencias que expresan la demanda de contenido y talento en más de 100 idiomas, en todas las plataformas, en más de 200 países.
La actriz caribeña encabeza la lista de “Las 25 Mujeres Más Poderosas” del 2023 de la publicación People en español, que la ha entrevistado.
“Es una alegría y un orgullo compartido. Pienso mucho en todas las personas que me han escrito, que están tan felices, que han celebrado conmigo”, dijo a ese medio.
“Pienso en mi papá que ya no está y lo feliz y orgulloso que habría estado de saber la noticia”, añadió sobre su progenitor, fallecido antes de estrenarse “Blonde”.
“Pienso en toda la gente, en todos los cubanos, en todos los que han seguido mi carrera y son mis amigos, los que me empujaron a irme de Cuba y luego a irme de España y salir adelante”, agregó la actriz.
Su mayor felicidad es poder compartir sus triunfos con su madre, con quien viajó en septiembre del 2022 a Italia para acompañarla en el estreno de “Blonde” (Netflix) en el Festival de Venecia.
“Es una emoción muy grande, es algo que no me lo habría imaginado nunca, estar nominada al Oscar. Para mí el Oscar, cuando crecí o estaba en Cuba y veía el cine americano, era algo que en mi cabeza le pasaba a otra gente”, admitió De Armas. “No era una realidad que pude asociar con mí misma o con mi carrera”, comentó.
Sobre su madre y su hermano, dijo que ellos “están en las nubes, están superorgullosos. Tener en el cine en Cuba el título Blonde y mi nombre en el cine, ver a toda esa gente, a todos los cubanos queriendo ver la película y con tanto orgullo y tanta emoción fue un sentimiento, una cosa increíble”.
“Es mi hogar, es mi casa, tengo todos mis recuerdos, mi infancia, las cosas buenas, las cosas no tan buenas”, reflexionó sobre su país. “Es la formación de mi vida y de mis valores, de quien soy. Todos mis amigos están allí, parte de mi familia está allí. Aunque ya no viva allí y solo vaya en algunos momentos en el año cuando tengo el tiempo, la conexión es muy fuerte. Yo hablo a diario con gente en Cuba, con mis amigos, mis ahijados, mi mamá. No estoy, pero estoy”, expresó en la amplia entrevista.
La nominación de Ana De Armas es la quinta para una actriz latina a los Oscar. La última vez que sucedió fue en 2018, cuando la mexicana Yalitza Aparicio fue nominada por “Roma”. Antes habían sido nominadas la colombiana Catalina Sandino Moreno (2004) por su trabajo en “María, llena eres de gracia”, la mexicana Salma Hayek (2002) por “Frida”, y la brasileña Fernanda Montenegro (1998) por “Estación Central”.
Hasta el momento, ninguna latinoamericana se ha llevado a casa el trofeo. ¿Será Ana la cubana, la primera?