Con tres pronunciamientos y una declaración, la Asamblea de Cineastas Cubanos (ACC) ha llamado la atención sobre las “amenazas” que, en su criterio, lastran al Fondo de Fomento del Cine Cubano (FFCC) e insisten en la necesidad de “abordar el diferendo pendiente sobre censura y exclusión”.
Las críticas apuntan a ciertos aspectos que, según considera la ACC, atentan contra los principios, organización y funcionamiento técnico del Fondo, debido a “reiteradas violaciones a un grupo de resoluciones y acuerdos” del Consejo de Ministros, el Ministerio de Cultura de Cuba (MINCULT) y el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), entre otras instituciones del Estado.
Según una declaración publicada este jueves, el incidente más reciente tuvo lugar el pasado 8 de septiembre, cuando fueron anunciados los jurados de la Sexta Convocatoria. “Por su inusual composición, han despertado la inmediata inconformidad de la mayoría de los cineastas”, apunta.
El documento alerta que, además, varias de las críticas emitidas, todas respetuosas y realizadas desde las redes sociales, fueron “retiradas por los algoritmos de Facebook”, al parecer debido a “denuncias” concebidas por “alguien que tiene los recursos y el tiempo necesarios para invertirlos en una confrontación ilegal y de dudosa utilidad”.
Además, resume, “ninguna de estas demandas ha tenido respuesta por parte de las autoridades culturales”, las que continúan en su “escalada de violaciones sobre lo que el Reglamento del FFCC establece muy claramente” en la Gaceta Oficial No. 43.
Dicha resolución determina el reglamento para la Asignación de Financiamiento a Proyectos Cinematográficos por el Fondo de Fomento y establece puntos como la composición del jurado para dicha asignación.
Desde el propio sitio del ICAIC, se recuerda que el Fondo de Fomento del Cine Cubano fue creado en virtud del Acuerdo 8613 del Consejo de Ministros, de 14 de junio de 2019, y de la política aprobada a partir del Decreto Ley 373/2019 del Creador Audiovisual y Cinematográfico Independiente. “Promueve el crecimiento y la diversidad de las artes cinematográficas, y procura apoyar la creación y la producción cinematográficas mediante la asignación de recursos financieros a los mejores proyectos”.
“El Reglamento es claro en cuanto a que el jurado del FFCC ha de estar compuesto por creadores reconocidos”, así como que cada categoría debe contar en su respectivo jurado con “al menos un director, un guionista y un productor”, algo que se había cumplido en las cinco ediciones anteriores. Sin embargo, en esta, la Sexta Convocatoria, se violan estas exigencias, apunta la ACC.
“Se ha optado por apenas tres miembros en categorías de tanta importancia como Escritura de Guion y Producción, se echa en falta una adecuada equidad de géneros, mientras que el quórum elegido no expresa la diversidad de generaciones, tendencias y especialidades que ha caracterizado a las anteriores ediciones del FFCC”, refieren los cineastas.
También consideran que “resulta llamativa la inédita presencia de varios funcionarios, así como de miembros cuya experiencia de trabajo no parece la más idónea para atender adecuadamente la especialidad para la que han sido convocados” en contraposición con la “indispensable” participación de cineastas y especialistas de reconocida trayectoria.
“Igualmente llamativa resulta la ausencia de Premios Nacionales de Cine y de jurados extranjeros, tal y como venía ocurriendo en otras convocatorias”, añaden.
El FFCC, recuerda la Asamblea de Cineastas, fue concebido como un laboratorio creativo, de intercambio de ideas y experiencias profesionales, en el que la composición de los jurados contribuiría a garantizar un intercambio vivo y horizontal entre los evaluadores y los creadores que participan con sus proyectos.
“Esto se debe —refiere la declaración— a que el propósito del Fondo no es solo entregar una ayuda financiera a los proyectos ganadores; su principal objetivo es garantizar que cada proyecto pueda ser debidamente retroalimentado en un espacio de crecimiento artístico y asesoría técnica especializada. Esto solo es posible entre verdaderos especialistas en cada una de las zonas que definen el resultado artístico de una producción cinematográfica cualquiera”.
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En este sentido, la ACC insiste en que la actual ha sido “una convocatoria tardía y deficientemente presentada”, al tiempo que subraya “el escaso presupuesto asignado como apoyo financiero a los proyectos premiados, en abismal desproporción frente al presupuesto destinado a la producción institucional, que, contrario a los principios que promulga el Fondo, decide la realización de sus proyectos sin que medien convocatorias”.
La Asamblea de Cineastas ratifica que “todo intento por violentar los mecanismos del FFCC para convertirlos en filtros de tratamientos y contenidos será firmemente cuestionado” e insiste en la “importancia de abordar nuestro diferendo pendiente sobre censura y exclusión, en cuanto sigue siendo la espada de Damocles que pende sobre todo el sistema del cine cubano, incluido su Fondo de Fomento”.