El Ballet Hispánico de Nueva York, la ciudad más poblada de Estados Unidos, actuará por primera vez en Cuba, dentro del XXIV Festival Internacional de Ballet de La Habana, próximo a celebrarse del 28 de octubre al 7 de noviembre.
La compañía de la gran urbe cosmopolita ofrecerá escenas de la cultura musical y danzaria latina en el Teatro Mella de la capital cubana, los días 1 y 2 de noviembre.
Las cuatro propuestas coreográficas serán estrenos en el archipiélago caribeño: Sortijas, del español Cayetano Soto; El beso, del también creador ibérico Gustavo Ramírez; Sombrerísimo, de la belga-colombiana Annabelle López Ochoa, y “Asuka”, del cubano-americano Eduardo Vilaro.
Esta última pieza, en homenaje a Celia Cruz, una reina de la salsa cubana, incluye la interpretación de Yemaya, Tu Voz, Te Busco, Pa’ la Paloma, Agua Pa’ Mí y Guantanamera, además del tierno Drume Negrita, del otro músico cubano sensacional, Bola de Nieve.
Con un repertorio de más de cien obras, este conjunto promueve nexos entre la diáspora hispana mundial, a favor de la conservación de las raíces culturales y el diálogo entre comunidades distintas.
El beso, del coreógrafo español Gustavo Ramírez, reflexiona sobre los significados del ósculo según el momento y grado de relación entre las personas.
A juicio del creador, el beso forma parte de la cultura ibérica, lo damos al llegar a los sitios, al despedirnos, y hasta en los funerales, a menudo como muestra de afecto aunque pudiera entrañar otras significaciones.
Por su parte, Sortijas, concebido por el español Cayetano Soto con música interpretada por la cantante mexicano-estadounidense Lhasa de Sela, celebra los lazos que suelen establecer los latinos entre familiares y amigos.
Generalmente, esas relaciones enlazan distintas comunidades y más de una generación en especie de círculos que se amplían con los años.
Sombrerísimo, de la creadora belga colombiana Annabelle Lopez Ochoa, constituye una exploración de identidad, con referencias al mundo surrealista del pintor belga René Magritte, famoso por sus pinturas de hombres con sombrero hongo.
López Ochoa goza de prestigio en Cuba por su montaje exclusivo para el Ballet Nacional de Celeste, una pieza que repondrá en la noche del propio 1 de noviembre pero en el Teatro Nacional, para deleite también de los amantes del fabuloso Concierto para violín de Chaikovski.
Según la autora, Sombrerísimo se inclina de cierta manera a lo enigmático, surrealista y el absurdo.
La razón muy sencilla, López Ochoa se declara gran admiradora del pintor belga Rene Magritte y decidió usar como fuente de inspiración su famosa imagen de un hombre transparente con un sombrero de copa.
“Me imaginé seis bailarines masculinos que cambiaban de identidades pero se mantenían siendo los mismos, o el mismo hombre”, precisó la coreógrafa en declaraciones a OnCuba.
A su criterio, la excelente capacidad física de los integrantes del Ballet Hispánico concedió fuerza y destreza a la obra.
“Los seis bailarines masculinos de la compañía de Nueva York tienen una excelente capacidad física, y gracias a la contribución de ellos mi ballet se convirtió en una pieza muy atlética y llena de virtuosismo”, comentó.
“En cuanto a la música, escogí la composición electrónica de Banda Ionica (un grupo folklórico italiano), para lograr sonidos de la guitarra gitana de Titi Robin”, fundamentó la coreógrafa ganadora del Premio South Bank National Arts a la Mejor producción reciente y una nominación para el Laurence Olivier en 2012, por su versión personal de Un tranvía llamado deseo, para el Ballet escocés.
De acuerdo con López Ochoa, la primera selección tiene una onda cinematográfica mientras la última tiende a ser un poco más bailable y la del medio un fragmento del thriller de los años 1970 llamado Fluke.
Para la artista es un honor que Sombrerísimo fuese encomendada por el prestigioso Festival de Danza de Otoño, a raíz de su décimo aniversario y que su estreno mundial ocurriera en el New York City Centre en septiembre de 2013, dentro de un programa en el cual figuraron creaciones del británico Liam Scarlett, del Royal Ballet, y del norteamericano Justin Peck, del New York City Ballet.
El XXIV Festival Internacional de Ballet de La Habana contará con la participación de compañías de Estados Unidos, Francia, Suiza, Argentina y Cuba.