Flora Fong (Camagüey, 1949) lleva décadas entretejiendo el Caribe y China en sus obras. Lo sigue haciendo ahora, en medio de las dificultades que deja la grave crisis por la cual atraviesa Cuba y ante la que pide a los artistas “conservar” el “alto valor y mucho prestigio” de la cultura.
En una entrevista a EFE, la Premio Nacional de Artes Plásticas 2022 con exposiciones en una veintena de países, reconoce que las carencias están afectando a su trabajo, algo que la lleva por un lado a la reflexión y, por otro, a aguzar el ingenio para sortearlas.
Fong califica de “muy dura” la situación actual e indica que le recuerda a otro de los peores momentos en la historia reciente de la isla, el Período Especial. “La he sentido difícil en cuanto a las carencias de los materiales idóneos para el trabajo”.
Ante estas circunstancias la opción ha sido “descansar un poco, darle un momento al análisis de lo que uno ha hecho, mirar hacia atrás para saber qué me falta, y qué puedo seguir haciendo, como dibujar, hacer bocetos y organizarme”.
“Todo el mundo se tiene que ayudar”
Sus proyectos avanzan “con calma”, a la espera de un momento “más adecuado” en el que tenga “más facilidades, para poderlo hacer bien”.
Mientras tanto, sugiere “mucha reflexión y serenidad” porque “estamos como en la vuelta a la bisagra”. “La misma tierra está dando señales como el calentamiento global que es real y la carencia del agua”, apunta.
“Todo el mundo se tiene que ayudar y cada nación -en este caso nosotros- empezar a razonar sobre lo que podemos hacer por nosotros mismos. Lo estamos haciendo -sobre todo la ciencia lo hace- y el arte, porque la cultura nacional en toda su expresión tiene un alto valor y mucho prestigio, y eso lo tenemos que mantener y conserver”, dijo a la periodista Raquel Martori.
Considera en estos momentos totalmente vigentes los consejos que dio a sus estudiantes de Artes plásticas en 1992: “Aprovechen el momento y saquen lo mejor de sí. Es sólo una época, después vendrán otras. No se sientan apocados, hay que seguir. Y si no tienen este material, busquen otras alternativas”.
Colores tropicales y caracteres chinos
La extensa obra de Fong, en la que se perciben las influencias del arte abstracto, el surrealismo y el expresionismo, combina, en su sello característico y auténtico, la luz y los colores cálidos del Trópico con elementos de la ancestral cultura china.
La naturaleza cubana es omnipresente en su obra, desde una hoja de tabaco a los huracanes que azotan la isla donde nació, pasando por peces, gallos y platanares. Pero sobre todo la omnipresente luz del Trópico, su fuerza y sus reflejos, que pone “un énfasis en la vegetación, del astro que domina el cielo”.
“Nube de otoño”
Igual importancia concede a los “elementos, conceptos y propuestas estéticas” de la cultura china, algo que lleva “dentro, en la sangre”, pues Fong es hija de madre cubana y padre chino.
La incorporación de los elementos orientales a su obra comenzó poco a poco. Fong, apellido que traduce como “nube de otoño”, lo relaciona con el momento, a los 35 años, que comenzó a estudiar chino en una escuela de La Habana.
Hasta entonces, explica, estaba centrada en “las palmas, las grandes hojas de tabaco, nuestro Sol, los girasoles y el mar”. Poco a poco empezó a interiorizar la caligrafía china y empezó a incluir caracteres en sus obras, se fue “apropiando de un lenguaje para poder decir cosas a través de la obra e incorporar elementos a la pintura cubana”.
Trazos derivados de caracteres chinos le inspiraron la serie “Peceras tropicales” y obras como “Es preciso cruzar los grandes mares” o la que plasma el matrimonio de una mujer en la nación asiática.
Proyectos
Fong, quien tiene actualmente una exposición recorriendo distintas ciudades de China, ha expuesto en museos y galerías de Estados Unidos, España, Francia, Italia, Países Bajos, Japón, Corea del Sur, India, México y Argentina.
Pese a las dificultades expuestas, la artista asegura seguir plenamente activa. Entre los apuntes pendientes cita el diseño de joyería y muebles, y una performance inspirada en la ruta de la seda que incluirá un desfile de modas.
Además está preparando una exposición “didáctica” y “cronológica” de su obra para febrero de 2024 en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba. Su idea es realizar “un recorrido visual distinto que tiene como hilo conductor a la naturaleza y mis ancestros chinos”.
Raquel Martori/EFE/OnCuba.
“Es solo una época, después vendrán otras”… peores, fue lo que le faltó añadir a nuestra querida Flora en los noventa. Lo peor no son las épocas malas, sino el fracaso reiterado en afrontarlas….