Culmina en Matanzas el 11no Taller Internacional de Títeres y Consejo UNIMA 2014
“Han botado la bola”, dijo Manuel Durán, Vicepresidente del Consejo UNIMA.
“El mayor en estos veinte años de historia”, según René Fernández, presidente del Taller.
Había un lobo. Y el lobo… ¡Jaam!, se comió a la pata. Entonces el niño le hizo una trampa y lo amarró y sacó a la pata de la barriga del lobo… ¡Y la pata estaba viva! Así resume el pequeño Ernesto Raúl, de tres años, el argumento de la obra Pedro y El Lobo, de Serguéi Prokófiev, llevada a escena por el prestigioso grupo matancero Teatro de Las Estaciones, uno de los que devino anfitrión del recién culminado Taller Internacional de Títeres y Consejo UNIMA 2014. Le encantan los animales. Ahora está esperando para ver la jirafa y la mariposa enorme del grupo Gigantería, me dijo Ileana, su mamá, tratando de no ser arrastrada por el niño hacia el escenario ensamblado bajo los árboles del Parque de La Libertad, donde se desarrollaría una de las últimas obras.
Para ellos, como para los varios cientos de espectadores que colmaron cada sala, plaza pública, casas de cultura y cines donde se desarrolló el Taller, fueron nueve días de sueños y fantasía.
Cada dos años se nos da esta oportunidad excepcional, manifiesta Lisbet Morales, otra espectadora que se hacía acompañar por su hija adolescente, a quien señala cuando dice: Desde que ella tiene cuatro años la estoy trayendo, así que saca la cuenta… Si ahora cumplió dieciocho, son siete talleres, ¿no? Casi se puede decir que somos expertas en el tema. Y si no es experta, al menos demuestra poseer un criterio sólido. Esta vez ha habido mucha más diversidad. En cuanto al diseño de los títeres, por ejemplo, los hay de todos los estilos, desde los más realistas hasta los más locos. Hemos visto piezas muy conceptuales y complejas, y otras de una dramaturgia mínima… En resumen, creo que esta edición ha logrado complacer los gustos más variados, aunque es evidente que el teatro para adultos tuvo mayor peso…
Gris, de Teatro Tuyo (Las Tunas), fue catalogada de preciosa; mientras Ave Fénix, de la compañía finlandesa de María Baric, se ganó entre el público el epíteto de impresionante. Otras que quedaron en la memoria popular fueron Circo de madera, de Karromato (República Checa); Romance en charco seco, del habanero Teatro La Proa; y La muchachita del mar, de Títeres Retablo (Cienfuegos).
René Fernández, premio nacional de teatro y presidente del Taller, acertó al expresar durante la clausura que esta experiencia nos enriqueció artística y humanamente, y constituyó escuela y aliento para la creación.
Por su parte, Manuel Durán, vicepresidente de UNIMA Internacional, clasificó como exitoso este Consejo, el primero que se organiza en América. Conferencias magistrales, exposiciones y fructíferos intercambios teóricos fueron viables gracias a un amplio equipo organizador, para quien tuvo palabras de aliento, dichas en buen lenguaje puertorriqueño: Han botado la bola.
Así, entre aplausos, quedó clausurado el onceno Taller Internacional de Títeres de Matanzas, y desde ya se convocó al próximo encuentro en la primavera del 2016.
Di tú, dos años nada más y nada menos, dijo Ileana, la madre del gran revoltoso Ernesto Raúl, con una expresión que reflejaba no pocas preocupaciones. Mañana sí que va a estar buena la cosa, cuando Ernestico sepa que esto ya se acabó. No sé, por lo menos voy a tener que inventar algo con la funda de la almohada, aunque lo más seguro es que no tenga nunca tipo de títere sino de fantasma.