La vida de un bailarín atraviesa por ciertas etapas que podrían compararse con la vida misma. Se comienza joven, dando los primeros pasos con rigor y mucho esfuerzo, para lograr moldear el cuerpo y acostumbrarlo al desdoble escénico y la imposición física.
Pulir la técnica y la actuación sobre las tablas resulta constante en la existencia de estos artistas, aunque cierto es que muchos quedan en el camino y asumen otras aristas dentro del mundillo de la danza.
Con sus escasos años Irene Rodríguez es de esas ballerinas que lo tiene todo… o casi todo para no sonar absoluto. Fuerza, técnica, teatralidad, todo parece dominarlo en escena sin esfuerzo.
La profesora Andrea Méndez la vio surgir en la danza en la Sociedad Cultural Española Centro Andaluz de La Habana por el lejano 1993. De manera rápida se incorporó a las clases del Ballet Español de Cuba, de quien fuera desde 2007, Primera Bailarina, asumiendo los más importantes roles que interpreta esta compañía y danzando junto a prestigiosos exponentes de la danza española a nivel mundial. Pero su labor ha ido más allá al asumir la enseñanza de las distintas escuelas de danzas españolas como la Técnica del Flamenco, de Escuela Bolera, de Castañuelas y de Repertorio.
Sin embargo el arte de Irene pedía más. Quería probar nuevos estilos, buscar nuevos horizontes en un camino propio, que ella misma pudiera moldear y concebir como suyo.
Así nació hace solo 5 meses la compañía Irene Rodríguez, como expresión máxima del sueño de su creadora para dejar una huella en la danza no solo como bailarina sino también como coreógrafa, directora y maestra.
Desde su nacimiento la compañía no ha parado de trabajar y se ha presentado sobre las tablas del teatro Astral durante la gala de los premios Caricato 2011, con Al-Andaluz, coreografía creada por la propia Irene Rodríguez, basada en la influencia morisca en el arte flamenco; en la Habana Vieja durante el XVII Festival Internacional de Danza en Paisajes Urbanos, La Habana Vieja: Ciudad en Movimiento, en los Días de la Danza en el teatro Mella y más recientemente en el 24 Festival La Huella de España en la sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana, bajo la dirección artística de la propia Rodríguez.
Esta última actuación, con la coreografía La muerte fue en Granada, en homenaje al escritor español Federico García Lorca, Irene Rodríguez se agenció el Primer Premio del 8vo Certamen Iberoamericano de Coreografía Alicia Alonso.
Sobre el premio y el futuro de su nueva compañía conversó con OnCuba su creadora.
¿Cuándo y por qué decide Irene Rodríguez que es momento de crear su propia compañía?
La Compañía Irene Rodríguez nace a raíz de la necesidad de transmitir a las nuevas generaciones ciertas líneas de trabajo, que ya fuera en mi interpretación o en mi obra coreográfica, se venían dibujando desde hace algunos años. Esa necesidad de hacer, de crear, de formar con mis propios códigos totalmente revolucionarios y transformadores, son el elemento fundamental que dieron impulso a la decisión de fundar una agrupación y darle un nuevo camino a mi carrera.
Hábleme un poco del proceso de selección de los bailarines que integran la compañía.
La Compañía Irene Rodríguez está compuesta por 10 bailarines: de ellos 5 somos mujeres y 5 son hombres. Todos sus integrantes son graduados y evaluados como bailarines de Danzas Españolas y para ingresar a dicha compañía, tuvieron que sobresalir en rigorosos procesos de selección tras audiciones realizadas por prestigiosos miembros de un jurado compuesto por relevantes integrantes del Ballet Nacional de Cuba y de la Escuela Nacional de Ballet.
¿Cuál sería la definición estética y artística que le conferirías a la compañía que diriges?
Estamos muy enfocados en crear nuevas tendencias que hagan evolucionar este género, fusionándolo con todo aquello que amplíe el vocabulario escénico como puede ser las artes dramáticas, la danza contemporánea, los ritmos nacionales; en fin, todo aquello que nos permita hacer confluir la tradición y modernidad de un género de carácter internacional y nuestra manera, muy cubana, de afrontarlo.
La base de entrenamiento de la Compañía Irene Rodríguez, tiene la danza clásica, además de la técnica del Flamenco y de la Estilización de las Danzas Españolas, entre otras; pues no quisiera que las líneas de trabajo de la compañía se vieran supeditadas sólo a la interpretación de un género netamente folclórico; sino que, con el dominio de la técnica clásica, la danza moderna, las artes dramáticas, etc., poder abrir el diapasón creativo de este género sin limitante alguno, poder ser capaces de utilizar cualquier vocabulario expresivo que haga posible nuestra comunicación con el público.
Para que una compañía salga adelante se necesita, por desgracia, algo más que talento, ¿qué apoyo has tenido para organizar la compañía y para aprender a moverte en este nuevo mundo de la dirección?
Ante todo quiero reconocer el incansable apoyo de mi madre, quién desde mis primeros pasos en la danza ha constituido mi pilar fundamental; así como mi familia en general.
Además, he tenido el honor de poder contar con los valiosos consejos de Alicia Alonso que desde el momento que le comenté la idea de la creación de la compañía ha guiado mis pasos. De igual manera ha sido inestimable el apoyo y la confianza que ha depositado en mí y mi compañía el Dr. Eusebio Leal Splenger; así como el Ministro de Cultura, Rafael Bernal, quien siempre ha seguido mi trayectoria como bailarina y que con gran cariño y confianza me ha tendido su mano; así como la directiva del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, tanto Julián González como Gisela González, sin obviar a Noel Bonilla, que desde un primer momento y a pesar de la difícil situación económica que atraviesa nuestro país y su cultura, accedieron a apoyarme.
De igual manera quiero reconocer y agradecer los inestimables consejos y la colaboración de personas como Leonardo Tur, director del Gran Teatro de la Habana, Alberto Acosta, que antes de marcharse puso en mis manos un caudal de sabiduría, a Blanca, Presidenta del Centro Andaluz de la Habana, que como una madre ha acogido en su seno nuestra compañía desde el primer día. He contado, además, con el apoyo de la Asociación Hermanos Saiz, quienes jamás cejan en su empeño de ayudar a los creadores noveles; y a un sin fin de personas que con su granito de arena han contribuido a hacer este sueño realidad.
La dirección de una compañía profesional de danza española no es tarea fácil. Se requiere mucho tesón y disciplina y siempre tener claro el rumbo a seguir. La experiencia se toma en el camino: se hace camino al andar, como dice el poema. De todas maneras aún queda mucho por transcurrir y por hacer pero lo más importantes es disfrutar cada día de ese largo camino, entregarlo todo y mirar hacia delante.
¿No te roba tiempo de creación, la parte burocrática de dirigir la compañía?
Por supuesto que me ocupa muchísimo tiempo la dirección de la compañía, principalmente porque no tengo personal asignado para ello; sino que yo estoy asumiendo esas funciones e intentando que la compañía salga adelante con un gran nivel artístico, pero también otros elementos como la producción y la promoción de nuestro trabajo. Es muy difícil, pero este es mi sueño y todo mi tiempo se lo dedico con gusto.
¿Cómo llega a Irene la etapa de la creación coreográfica?
Siempre me ha encantado la creación coreográfica y desde que me gradué, conjuntamente con mi labor como profesora, comenzó a nacer en mí el gusto y la inclinación por decir con mis propios códigos. Tengo muchas obras coreográficas montadas y muchas más en mi cabeza esperando a que sean danzadas.
¿Cómo recibes la noticia del Premio del Certamen Iberoamericano de Coreografía Alicia Alonso?. Háblame un poco del Crimen fue en Granada.
Constituye una de las mayores alegrías que he recibido en mi vida. El hecho de recibir un premio tan importante a nivel internacional que lleva el nombre de nuestra prima ballerina Alicia Alonso, a quien admiro y quiero tanto; pero además el hecho de que sea reconocido mi desempeño como coreógrafa a sólo 5 meses de fundada la compañía, significa mucho para mí.
Esta obra, inspirada en el poema homónimo de Antonio Machado, fue creada especialmente para la Gala Clausura del 24. Festival “La Huella de España”, la cual estuvo dedicada a Andalucía; y qué más andaluz que un poema de Antonio Machado que denuncia el cruel asesinato del maravilloso poeta granadino Federico García Lorca.
“El crimen fue en Granada” es una obra sumamente dramática que está cargada de enormes simbolismos, como la obra misma de Lorca y de una especial visión sobre la muerte y su fatídico encuentro con el poeta; esa muerte-luna, la cual Federico halagó y requebró en sus obras.
Conté, además, con la excelente interpretación del personaje del poeta por Henry Carballosa y de la inigualable fuerza expresiva y precisión de todo el cuerpo de baile a la hora de encarnar tanto al pelotón del fusilamiento como al pueblo de Granada. Estoy muy orgullosa de mis bailarines. Están haciendo un gran trabajo y sé que lo harán mejor.
Qué supone a tan poco tiempo de creada la compañía, que se te otorgue este premio.
El hecho de recibir este excelente reconocimiento es una inmensa alegría pero también supone una gran responsabilidad y un enorme reto. Ha marcado un punto muy alto en nuestros inicios; así que se esperará siempre más de nosotros. Para no decepcionarlos tendremos que seguir trabajando como hasta ahora y aún más.