Cuba inauguró este jueves la edición 28 de su Feria Internacional del Libro (FIL 2019), con Argelia como país invitado de honor, más de 4 mil títulos en venta y la presencia de 400 autores y editores de 44 países.
“La asistencia de tantos invitados nacionales y extranjeros confirma otra vez que esta feria es de los eventos culturales más importantes del área”, dijo el presidente del Instituto Cubano del Libro, Juan Rodríguez, en el acto oficial de apertura, al que asistió el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel.
Rodríguez adelantó que el sistema editorial de la Isla –todo estatal– ha publicado cuatro millones de ejemplares para la FIL 2019, que se extenderá en La Habana hasta el próximo 17 de febrero, para luego recorrer quince ciudades de todo el país y terminar el 14 de abril en la oriental Santiago de Cuba.
En esta primera etapa, la de agenda más ajetreada, participarán invitados como el eurodiputado español Javier Couso, el argentino Ricardo Koon –único biógrafo sudamericano de Ernest Hemingway–; Beatriz Gutiérrez, esposa del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador; y el ministro de Cultura de Argelia, Azzedine Mihoubi.
El dignatario argelino, narrador laureado que presentará una de sus novelas a la Feria, trasladó el agradecimiento de su gobierno a la Isla por convertir su mayor evento cultural en una vitrina para “exponer lo mejor de la literatura argelina” en Latinoamérica.
“Para esta Feria del Libro, Cuba tradujo por primera vez libros y subtituló varios filmes argelinos al español, esto permitirá mostrar la riqueza de la cultura de Argelia a nuevos públicos”, aseguró el ministro argelino, quien se encuentra al frente de una delegación que incluye músicos, escritores, bailarines y cineastas.
Mihoubi resaltó la “magnífica coincidencia” de que la nación africana sea la invitada de honor de la edición de la FIL que celebra el 60 aniversario de la Revolución Cubana y confirmó el buen estado de “las históricas relaciones” que unen a la Isla y Argelia, principal socio comercial y energético de La Habana en África.
Es la primera vez que el país norafricano es invitado de honor de un evento literario de gran magnitud en Latinoamérica.
La FIL 2019 también rendirá tributo al Premio Nacional de Literatura y Edición Eduardo Heras León, cuentista y maestro de varias generaciones de jóvenes narradores en el Centro de Formación Literaria “Onelio Jorge Cardoso”, que fundó junto al escritor Francisco López Sacha en 1988.
La FIL 2019 también estará dedicada a los 500 años de La Habana y tendrá, como es usual, su sede principal en la antigua fortaleza colonial de San Carlos de la Cabaña, junto a otras 15 subsedes de la capital cubana.
El Estado cubano celebra el evento literario con el “compromiso de acercar la literatura al pueblo”, para lo que subsidia la mayoría de las ediciones nacionales, que han bajado de un promedio de 10,5 pesos cubanos (unos 50 centavos de dólar) en 2017 a 7,4 pesos (unos 40 centavos de dólar) en 2018, según datos oficiales.
Sin embargo, muchos lectores critican que las ferias –sobre todo el segmento habanero– hayan perdido su espíritu inicial y en lugar de la “buena literatura” predomine la lectura comercial traída por editoriales extranjeras y las ofertas gastronómicas, aun cuando cada año las autoridades cubanas aseguran empeñarse en cambiar este panorama.
El exministro de Cultura, Abel Prieto, reconoció en 2017 el “retroceso” del hábito de lectura en Cuba, que cedió a la “chatarra cultural” foránea y a las ofertas comerciales en su Feria del Libro.
“Cuando se mira a lo largo de los años, cuando se compara con las ferias originales, el fenómeno sí se nota más. Se hicieron concesiones a los expositores extranjeros, a los que traían a Walt Disney y la chatarra cultural. Esa distorsión existe y hay que pararla”, dijo entonces Prieto al diario Juventud Rebelde.