El director de la editorial estatal mexicana Fondo de Cultura Económica (FCE), Paco Ignacio Taibo II, se reencontrará con la capital cubana en la XXX Feria Internacional del Libro de La Habana –que arranca el miércoles– en un evento al que ha asistido 20 ocasiones como escritor, pero por primera vez como representante del país invitado de honor.
En entrevista este martes con EFE desde la Ciudad de México, Taibo II (Gijón, España, 1949) prefirió no anticiparse sobre la participación de México, que en esta edición de la FIL será por segunda vez el máximo huésped: “¿El resultado? Eso te lo digo pasado mañana (por mañana, miércoles)”.
El escritor, historiador, periodista y documentalista, y quien encabeza la FCE desde 2019, se describe como un tipo de funcionario de la cultura “atípico”, lejos de los protocolos y, que en el caso de la feria, volcado en un solo objetivo: “los lectores cubanos”.
“En la vieja burocracia de nuestros países el chiste es el relumbrón, la pisada de la alfombra y los pactos que se firman (…) Tengo el mismo interés y curiosidad que tú en saber qué va a pasar en esa feria, si fuera un funcionario promedio diría que ‘a toda madre’ (fenomenal)”, dijo sentado fuera de la librería Rosario Castellanos.
Feria del Libro de La Habana mostrará la pluralidad y diversidad de México
Logística para la FIL
Sobre la logística para el pabellón de la FCE y la oferta cultural de México en la FIL, Taibo II admitió que una de las cosas que más le “quitó el sueño” fue la situación económica de la isla, agravada por la pandemia.
“Era un problema serio la depreciación del peso cubano (CUP) en términos reales, volvía al precio del libro un hándicap. Tuvimos que hacer equilibrios, por ejemplo, poner el peso mexicano como equivalente al peso cubano”, agregó.
En enero, México envió a la capital insular 20.000 libros –muchos de los cuales serán donados a instituciones cubanas– en un buque prestado por la Secretaría de Marina.
Significó un “alivio” para Taibo II, quien pasó tres meses pensando en cómo costearlo. “Fue un rompedero de cabeza”, señaló tras aspirar de un cigarrillo.
“El gran problema era crear mecanismos económicos para que el libro no llegara a La Habana a precios impagables. Ese hubiese sido el verdadero fracaso”, ahondó el autor de novelas como La vida misma y La bicicleta de Leonardo.
El director de la editorial mexicana –con ocho subsidiarias en el mundo– adelantó que cuando termine el evento literario, el próximo 30 de abril, se abrirá la librería del FCE en la capital cubana que llevará como nombre Tuxpan, en el citadino barrio de El Vedado.
“Está bien bonita”, dijo entre risas y agregó: “Llevamos un año conversando con las autoridades cubanas (para la inauguración), ‘tú pones esto, yo pongo lo otro’… Las relaciones han sido excelentes”.
Próximos trabajos
El escritor, quien dice –en tono de broma– que en su carrera ya solo le falta “jubilarse”, contó que trabaja en un libro que espera presentar en un par de meses y que se llamará “La libertad, tres historias de la Historia”.
En su siguiente obra contará detalles que van desde la edición de fotos que mandaba hacer Iósif Stalin hasta los entresijos del pasado de México.
“Cuando me saturo de la novela me voy a la historia a descansar. Para mí, desde hace muchos años, escribir es divertido y no un castigo”, admitió.
Cuestionado sobre una nueva versión de su famosa biografía de 1996 del guerrillero Ernesto “Che” Guevara, el escritor respondió: “No… Las nuevas ediciones del Che salen solas, yo no tengo que ayudar”.
En todo caso, amplió el autor, lamentó que a diferencia de las otras 20 ediciones a las que ha asistido a la FIL de La Habana, esta vez no podrá “disfrutar” de la capital de un país que recorrió “de arriba a abajo” cuando escribió la biografía del Che.
“No podré (disfrutar de la ciudad), para mi fortuna y mi desdicha (…) A duras penas sobrará el rato para comer moros con cristianos”, concluyó.