El escritor cubano Leonardo Padura, Premio Princesa de Asturias de las Letras en 2015, reconoció que en la isla “muchas cosas tienen que cambiar“ y aseguró que “la opción del exilio no es la que puede encaminar al país“.
En una entrevista con BBC Mundo, durante su participación en el Hay Festival Cartagena de Indias, Colombia, Padura se refirió a la situación actual de Cuba y la masiva oleada migratoria que ha sufrido en el último año la isla, de la que más de un cuarto de millón de personas salió en 2022 rumbo a Estados Unidos y otras naciones.
“Es una sangría que no para, porque la gente ya no confía en que las cosas pueden mejorar en un sentido social, en un sentido general, y están buscando soluciones individuales para sus necesidades“, apuntó el novelista.
El también Premio Nacional de Literatura y autor de la célebre saga del detective Mario Conde, comentó que por momentos se siente optmista sobre su país y pesimista en otras ocasiones, y defendió la necesidad de cambios “para que empecemos a fundar un sentimiento de optimismo hacia el futuro“.
“Hay días en que creo que es posible y días que siento que es imposible. Y eso me hace sentirme, cuando creo que es posible, con algún optimismo, cuando siento que es imposible, con mucho pesimismo“, aseguró a BBC.
“Ahora mismo, la sociedad cubana vive un momento de mucha complejidad, de muchas carencias. Y aunque la propaganda oficial habla de todo el esfuerzo que hace el gobierno del Estado por que las cosas mejoren, pues no vemos los resultados. Y de oír promesas estamos ya cansados hace mucho tiempo“, dijo.
Citando a su personaje Mario Conde, Padura señaló que en Cuba “ya estamos cansados de vivir tanto tiempo en la Historia y queremos vivir en la normalidad“. “Necesitamos salir de la Historia y entrar en una coherencia que no hemos logrado tener“, añadió.
En su opinión, para transformar la realidad cubana, “aunque la palabra esté bastante manida, utilizada y hasta devaluada, habría que tener una actitud revolucionaria“. Porque, señaló, “la revolución puede cambiar las cosas, es darle una vuelta a las cosas“.
“Habría que dar una vuelta a muchas cosas, empezando por la economía, y eso de alguna manera, también tendrá influencia en la política y en la sociedad“, abundó.
“Ojalá que las cosas cambien“, insistió, porque, dijo, “la mayoría de las personas siguen viviendo en Cuba. Ha salido el 2,4% de la población, queda el 97,6% en Cuba y ojalá que esa gente pueda vivir mejor“.
El autor de novelas como El hombre que amaba los perros reconoció haberse autocensurado alguna vez, pero dijo que “hace muchos años yo digo lo que necesito decir, y trato de que ese elemento político no esté en un primer nivel“.
“La estructura política cubana es conocida, los cambios políticos que puedan ocurrir o no puedan haber ocurrido también son conocidos. Centrarse en ello creo que no es lo que permite dar una reflexión distinta sobre la sociedad, sino lo que los comportamientos humanos y las situaciones en que se ven las personas se muestran en esa realidad. Y creo que he tenido la posibilidad de hacerlo con la mayor libertad posible“, afirmó.
Padura lamentó que tras las políticas de Trump hacia la isla, las protestas antigubernamentales de julio de 2021 y las detenciones y condenas de manifestantes, se reforzara “un ambiente un poco malsano“ y la división entre los cubanos.
“Todo pasa por soluciones fundamentalistas: estás conmigo o estás contra mí; no hay terceras vías, eres mío, o eres contrario, trabajas conmigo o trabajas contra mí“, consideró.
Además, en la entrevista se refirió a su más reciente novela, Personas decentes, y reflexionó sobre la decencia como una cualidad necesaria, por el “efecto social del buen comportamiento, de la buena relación con los demás, de la honestidad, de la seriedad, del juego limpio“.
A propósito de un pasaje de esa obra, Padura comentó sobre la importancia de “sentirnos personas“ y disfrutar de los buenos momentos, a pesar de las carencias y difcultades que impone la vida.
“Creo que es una actitud bastante frecuente en la isla —opinó—. A veces uno se pregunta cómo es posible que en Cuba la gente haga tantas fiestas, que consuma tanta música y si pueden traten de beber ese día el ron o la cerveza o cualquier cosa que aparezca“.
“Es que la gente necesita estar un ratico en ese estado de la felicidad“, reflexionó.
En Cuba hacen fiestas y disfrutan de sus playas y paisajes porque la gente es feliz y vive en la seguridad y tranquilidad que les dá el sistema aunque sea comiendo un pato de frijoles con pan.
En nuestro pais la gente no es feliz, pero trata de al menos, tener un atisbo de felicidad, es lo que confunde a los interlocutores no-cubanos. Yo respeto su punto de vista, pero no trate de atacarme el mio, es una cuestion de decencia y sentido .
Esta es la realidad del paía de las oportunidades y del sueño americano,sr. Padura.https://www.youtube.com/watch?v=5w8UwbInjIY