Treinta carteles se exponen por estos días en la Galería Latinoamericana de Casa de las Américas. Treinta diseñadores nacidos en diferentes territorios del abultado y achatado globo terráqueo coincidieron en el proyecto Glob-All Mix, bajo la coordinación, concepción y curaduría del reconocido diseñador brasileño Felipe Taborda.
“Cuando se comenzó a divulgar que Río de Janeiro sería sede en 2012 de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible – Río + 20, pensé inmediatamente en reeditar la experiencia del proyecto 30 Carteles para el Medioambiente y el Desarrollo, realizado hace 20 años para la Conferencia de Naciones Unidas sobre medio Ambiente y Desarrollo – Río ’92. Invité a 30 de los mejores diseñadores de la actualidad, de todas partes del mundo, y todos aceptaron el desafío de participar en el proyecto Glob-All Mix – 30 Carteles para un Mundo Sostenible”, explica Taborda y valora el resultado como “sensacional”.
Cinco continentes convergen de este modo, a través de la creatividad de artistas gráficos provenientes de ‘grandes’ y ‘pequeños’ países, en una reflexión común concebida a partir de disímiles herramientas expresivas. Entre ellos, el cubano Pepe Menéndez aporta la visión criolla con el empleo cuidadoso del color, la economía de recursos visuales y la limpieza de las líneas sobre el fondo blanco.
Esta muestra fue exhibida en la ciudad de Río de Janeiro durante el evento que reunió a Jefes de Estado y delegaciones provenientes de varias esquinas del mundo. Además, en otros puntos del planeta, se pudo disfrutar casi simultáneamente; mientras ciudadanos, ecologistas, intelectuales, y funcionarios, se mantenían al tanto de las reuniones que perseguían el consenso en torno a una ‘Tierra’ para los seres vivos por nacer.
Aunque, por supuesto, predomina el verde y todas sus derivaciones cromáticas, el conjunto se presenta como una explosión de colores y texturas que ignoran fronteras: las geográficas, las ideológicas, las estéticas… Así, se disipan las líneas divisorias entre lo pictórico, lo gráfico y lo fotográfico; para dinamitar incluso los cánones y principios funcionales de este tipo de manifestación.
A medio camino entre la comunicación de bien público y las artes plásticas encuentran su estación los exponentes del Glob-All Mix en su abordaje de “un tema que a todos involucra y convoca, el medio ambiente”, en palabras de José Eduardo M. Felicio, Embajador de Brasil en Cuba.
Particularmente notables resultan la propuesta del israelí David Tartakover y el danés Gitte Kath. Ambos afiches destacan por su empleo acertado de elementos sígnicos universales. El primero hace referencia a un artículo que ambienta muchos automóviles –esos pequeños árboles odoríferos–; y el segundo utiliza abiertamente la silueta del Cristo Redentor, obra escultórica –a la vez que mensaje de amor y fraternidad– representativa de Río de Janeiro.
Así se simboliza, por un lado, ese mundo ‘sintético’, que simula ofrecer confort –para complacencia de algunos– y pretende elevarse como feliz sustituto de la riqueza vital del planeta; mientras, por otro, los hilos diversos y confluyentes que ‘bordan’ la imagen de la estatua, se acercan al espíritu con que se promocionó el evento internacional celebrado en el gigante suramericano.
Otras ideas interesantes llegan también desde China, Argentina, Polonia, Inglaterra y Rusia. El crecimiento de la población en el planeta, la hegemonía de las corporaciones ante los reclamos de la sociedad civil, el uso industrial de la radiactividad –con sus ‘ventajas’ y ‘desechos’–, la dualidad ‘crecimiento económico/desarrollo sostenible’, y el calentamiento global, son algunos de los puntos a debate mundial que aquí se abordan desde claras posiciones de denuncia o desde la duda y el cuestionamiento.
“Para ser eficaz, el desarrollo debe seguir metodologías sostenibles. ‘El verdadero desarrollo sostenible –expresan– es tanto proteger el medioambiente como crear trabajos, eliminar inequidades y reducir la pobreza’”, recuerda Helen Clark, Administradora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, citando el documento final adoptado. Vale concluir entonces con un acercamiento consciente a los caracteres que introduce el también brasileño Fabio Arruda en su fondo intensamente violeta: todos formamos parte de “only one planet”.