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Bryan Pujol Sánchez (Matanzas, 30 de enero de 2002) inició su carrera musical profesional con el lanzamiento de su sencillo “El Favor”, en 2022. El videoclip ya tiene más de 87 mil visualizaciones en YouTube.
Desde mucho antes interpretaba temas de artistas como Leoni Torres o la Charanga Habanera. A la edad de 15 años compuso sus primeros versos, y a los 17 escribió “Junto a mí”, tema al que siguieron otros.
Con el tiempo supo que la música no representaba solamente un entretenimiento en su vida, sino una pasión a la cual quería dedicarse. Entre sus canciones más reconocidas figura “Tan rico”, y otras como “Cuéntale”, “Dosis de cintura”, y su último lanzamiento: “Ganas de besarte”.

Muchos jóvenes artistas buscan destacar en la industria musical, pero el camino no siempre es fácil. ¿Cuál ha sido el mayor desafío que has enfrentado hasta ahora en tu carrera?
Tratar de consolidar un estilo de música como es el pop en Cuba. Este género ha ido decayendo en el panorama artístico cubano; fue un riesgo el lanzarme con él. Gracias a Dios y al trabajo de mi equipo pudimos adentrarnos en la industria y logramos que el público acogiera nuestro trabajo, lo cual me enorgullece.
Fusionas ritmos internacionales y contemporáneos con otros pertenecientes a la tradición cubana. ¿Cómo equilibras la modernidad del pop con la riqueza de la música de la isla?
El pop es un género que se presta para la fusión; le funcionan otras sonoridades, ya sean cubanas, latinas. Me ayudó mucho buscar en la esencia de la cubanía. Cada persona tiene su concepto de lo que esto representa; para mí es la mezcla de culturas, porque nosotros somos un conjunto de tradiciones: tenemos de España, de países de África y otros. Me interesa reflejar eso en mis canciones a través de la fusión, incluso con otros géneros como el flamenco.

¿Qué opinas sobre los artistas que prefieren enrumbarse por caminos musicales más comerciales y no por lo que les complace hacer?
Es un camino válido. Cada artista tiene el derecho de elegir la manera de lograr sus metas y sueños, no soy nadie para criticar. Personalmente, utilizo las dos estrategias: lanzo música comercial, pero también muy personal, muy mía, y creo que el público lo agradece.
En tiempos de auge del reparto, ¿has pensado incursionar en la música urbana?
En cada una de mis canciones intento incursionar en varios géneros con el objetivo de mantener a mi comunidad y a mis fans lo más activos posibles, que logren disfrutar de Bryan Sánchez en sus diferentes facetas.
Intento demostrar que se puede hacer música bonita, bailable, sin necesidad de llegar a lo grosero. Utilizo el doble sentido, la chabacanería cubana —que es algo que nos identifica como país— pero sin vulgaridad.
No estoy en contra del reparto, cada persona tiene el derecho de elegir, escuchar e interpretar lo que desee. Al final todos somos artistas.
A veces experimento con sonoridades que se emplean en el reparto, como la clave cubana, ya que para mí refleja nuestras tradiciones y nuestra cultura. Por ejemplo, en la canción “Dosis de cintura” mezclé el flamenco y lo fusioné con nuestra rumba.

Las redes sociales juegan un papel clave en la difusión de la música. En tu cuenta de Instagram tienes más de 63 mil seguidores. ¿Cómo gestionas tu presencia digital y de qué manera crees que ha influido en tu crecimiento como artista?
Las redes sociales para mí lo son todo. Gracias a ellas he evolucionado como artista y muchas personas me han conocido, incluso cantantes de primer nivel, como es el caso de Olga Tañón, que bailó mi canción “Tan rico” en sus redes.
Son plataformas que ayudan a promocionar la música y a darte a conocer en larga escala. A través de las redes pude marcar mi estilo, esencia, compartir con mis fans, conocer la música que más les gusta y la que menos.
Uno tiene que prepararse y estudiar un poco de marketing, que es algo que he estado haciendo en estos últimos tiempos, ya que las redes sociales cambian con el pasar del tiempo.
Me han ayudado a evolucionar como artista y a mejorar.
¿Crees que en un futuro tu imagen del “man de las camisas” cambiará por otro estilo?
Eso seguirá hasta el final de mis días, es un estilo que me ha ayudado a marcar mi esencia. Muchas personas se identifican con mis camisas coloridas y eso me ha ayudado a atraer un nuevo público. Las personas por la calle me conocen y eso ha contribuido a que encontrase, de manera bastante rápida, mi marca personal.
A partir del videoclip de “Tan rico”, gracias a Freddy Loons, logré esa esencia playera y tropical que llamó la atención instantánea de mis fans; marcó mi identidad.
Estudias Cultura Física en la Universidad de Matanzas. ¿Por qué seguir carrera universitaria teniendo un espacio en la música?
Estudio en la universidad sobre todo por mi madre. Antes de comenzar en este campo le dije que quería dedicarme 100 % a la música, y ella me recomendó que no dejara pasar esta etapa tan bonita. Es una fase necesaria y te da un título para lograr algo más en la vida fuera de la música. Uno nunca sabe lo que le depara el futuro. Decidí hacerle caso.
La carrera la escogí con el objetivo de que me diera tiempo para la música y, contrario a lo que supuse, es bastante compleja y me está gustando enormemente.
Estoy en el último año. Espero graduarme y seguir con mi trayectoria en el arte.

¿Cuán complejo ha sido llevar tu carrera musical y la vida universitaria a la par?
Llevar doble vida siempre es difícil. Intenté mantener la madurez necesaria para lograr ambas, una porque eran mi sueño y mis metas, y otra porque era necesario vivir el ambiente universitario, estudiar, tener mi título, un propósito además de la música, un segundo objetivo, camino.
No me arrepiento. Me ha ayudado a ser más responsable, a tener más madurez y a vivir la experiencia universitaria, la cual recomiendo.
¿Cómo manejas las críticas cuando no son constructivas?
Intento ver las críticas como algo positivo, porque estás llegando a una persona que tal vez no te conoce, que simplemente está pendiente de ti.
Siempre trato de responder de la mejor manera posible. Es increíble lo que pasa cuando alguien te escribe con negatividad y le respondes educadamente: su manera de pensar cambia.
Los artistas que nos dedicamos a las redes sociales nos exponemos a un público y, obviamente, tenemos que, de alguna manera, aguantar y asumir con la mayor responsabilidad y madurez posible comentarios negativos, ya que nuestro perfil es público.
Cada quien tiene derecho a opinar lo que quiera, y hay que responder de la manera más educada e inteligente posible para no generar polémica ni caer en las redes de aquellos que solo quieren captar tu atención.
Si pudieras colaborar con cualquier artista cubano o internacional, ¿con quién sería?
Tengo innumerables sueños y metas a corto, medio y largo plazo. Me gustaría colaborar con grandes artistas, entre ellos la banda colombiana Morat. Me he identificado mucho con su estilo, es uno de mis referentes musicales.
Hay otros como Sebastián Yatra, Manuel Turizo, Camilo; tenemos estilos parecidos, y entre los nacionales están Leoni Torres, Cimafunk, Diana Fuentes, artistas del género más urbano cuyo sello me gusta.
Todo es un proceso. Sé que en algún momento de mi carrera musical se va a dar.
Tu generación vive un momento de transformación en la música y la cultura. ¿Qué mensaje quieres transmitir a través de tus canciones a los jóvenes que te siguen?
Que se puede hacer música bonita, bailable, agradable, sin necesidad de llegar a la vulgaridad, a las palabras obscenas. Me he quedado muy sorprendido con cómo mi público, mayormente súper joven, como adolescentes o universitarios, no solo está compuesto por ellos, sino también por niños, ancianos.
Estoy contento por poder hacer música para todas las edades y utilizar palabras pícaras, sensuales, en mi arte. Somos cubanos y queremos sentir esa sazón. A los jóvenes que comienzan les diría que sigan haciendo el estilo de música que les guste, que más les llame la atención, que sean constantes porque, mientras sean disciplinados y vayan por el camino correcto, llegará el momento en que brillarán con tanta luz que nadie podrá dejar de mirarlos.