El trovador y dibujante cubano Ireno García falleció en La Habana durante la noche de este domingo 27 de agosto. Tenía 68 años.
Tal como apunta el Instituto Cubano de la Música (ICM), fue “uno de los más importantes cantautores de la denominada segunda generación del Movimiento de la Nueva Trova”.
Entre sus creaciones destacan temas inolvidables y muy conocidos como “Andar La Habana”, “Sueño no más” o “Canción para recordar a María”.
Ireno García nació en La Habana en septiembre de 1954 y durante su carrera grabó dos discos con canciones propias: Ireno García (2004) e Ireno García, Coraleando (2007)
En el año 1998 grabó el fonograma Ireno García canta a Eliseo Diego, en el que musicalizó poemas del poeta origenista.
De su labor como compositor se destaca la coautoría, junto a Mike Pourcel, de la canción “En busca de una nueva flor”, tema musical del XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, celebrado en La Habana, en 1978
Desplegó además una intensa labor promocional de la poesía y la canción trovadoresca, junto con la actriz cubana Coralita Veloz.
Compartió escenario con colegas como Silvio Rodríguez, Santiago Feliú y Polito Ibañez, entre otros.
El tema “Andar La Habana” fue la despedida del programa televisivo presentado por el historiador de la ciudad Eusebio Leal.
Recibió reconocimientos significativos, tales como la Distinción Por la Cultura Nacional, la Medalla Alejo Carpentier y la Moneda conmemorativa por 50 Aniversario de la Fundación del Movimiento de la Nueva Trova.
Artistas y amigos han lamentado su deceso desde las redes sociales.
Por decisión familiar, el cadáver del trovador será cremado y velado en ceremonia íntima.
El trovador Frank Delgado comparte con los lectores de OnCuba una remembranza del trovador:
Siempre buscando el mar
Ireno García fue de aquellos jóvenes que conocí en la Peña Comenzamos, que se hizo en la Fuente Sur del Parque Almendares en saludo al 11 Festival de la Juventud y los Estudiantes a partir de 1977. Me gustaba su pinta trovera parecida a Serrat y su voz, también un poco serratiana, pero aún más suave como entregando todo el aire. Era bastante conocido en esos años, pues su canción “Mil Gaviotas”, escrita junto a Mike Porcel, fue la ganadora del Concurso y la canción oficial del 11no Festival de la Juventud y los Estudiantes Habana 1978.
Luego compartimos bastante en la Peña Canción y Poesía del Parque Lenin, primero en la Galería de Arte Amelia Peláez y luego en El Taller de Cerámica. La primera vez que mi nombre salió en un periódico fue a su lado, en un JR que anunciaba dicha peña.
Recuerdo casi de manera íntegra dos de aquellas canciones que escuchaba los domingos; “Te busco a ti, golondrina de cualquier mes, Ave Fénix que fue a volar, paloma milenaria y tierna, lucero azul de mi almohada”, casi en un susurro, con unos acordes al inicio que yo, medio analfabeto musical, le llamo los Acordes de Ireno.
Recuerdo otra, con una intro fabulosa en Dm, y la genialidad era que manteniendo el bajo en Re en la tercera cuerda llevaba el La a La# y todo cambiaba y la melodía se soltaba. La letra decía… “Siguen siendo aún, blancas las palabras y la fotografía de Pablito sigue tan triste en la pared, y hay huellas en la sobrecama de algún mal trago de café…”
La obra de Ireno es un tesoro, virgen, casi desconocida, creo que por voluntad propia, las canciones más conocidas son hechos casi fortuitos, por ejemplo su tema “Andar la Habana” fue el tema de despedida del programa homónimo de Eusebio Leal; “Un buen bolero”, que es un bolero en el inicio y luego un swing jazzistico, fue grabada por Xiomara Laugart, y se convirtió en un tema del repertorio de muchas mujeres. Su “Canción para despertar a María” defendida por Silvio en el Guzmán, y tal vez la más icónica de sus canciones lo identificó y a su vez nos identificó con su obra por lo genial y sencillo de la estructura, por la poesía de la cotidianidad, por su voz tan suave y enfática.
Ojo con la obra de Ireno, que es monumental. Su discografía es muy reducida, yo tengo dos discos grabados en el Centro Pablo de la Torriente Brau; uno, de sus canciones, y otro sobre la obra de Eliseo Diego. Y luego tiene un disco llamado Coraleando, del 2007, también con canciones propias con invitados como Carlos Varela y Polito Ibáñez.
Creo que se impone salvar esa obra inédita, que es profundamente poética, y que no llego a grabar por diferentes motivos.
Me gustaron las canciones que cantó la última vez que lo vi, acompañado del guitarrista Yoandy Guerra y compartiendo la voz con Malvis Manzanet. Siempre buscando el mar.
Sentenciaba. Yo, al igual que él: Sueño no más, sueño no más, no más, no más, no más.