Regresó a La Habana Xiomara Laugart para interpretar nuevamente los temas más conocidos de su repertorio y compartir con el público que llenó la sala Che Guevara de la Casa de las Américas el pasado sábado.
En esta ocasión La Negra, como la bautizó Cesar Portillo de la Luz, vino acompañada de su hijo, el pianista Axel Tosca Laugart, completamente vestida de blanco, con el pelo en el mismo moño rojo alborotado de siempre, que el público cubano reconoce tan bien.
Como invitados especiales tuvo a Tania Pantoja y Pablo Milanés, de quien Laugart dijo: “Siempre me ayudó, hasta el día de hoy, y lo considero como familia”.
La Negra cantó con Pablo su entrañable Yolanda. Con Tania Pantoja, Qué manera de quererte. “La gente te quiere y te aclama, Cuba nunca te ha olvidado”, improvisaba Pantoja, a quien Xiomara llamó también “una buena amiga, como de la familia”.
Aunque el contexto de la Casa de las Américas parecía no prestarse a la descarga y el baile, quienes fueron a ver a Xiomara (entre ellos también Gerardo Alfonso y un grupo de familiares y amigos de la intérprete) estuvieron casi todo el tiempo de pie, bailando, y tarareando las viejas letras de los clásicos de la música cubana como Paria, De mis recuerdos y Se fue, que siempre han estado en su repertorio.
“Yo en Pablo Milanés veo un ejemplo, porque siempre ha sido un defensor de la música cubana, y de la música tradicional cubana. Siempre en todos sus discos ha tratado de rescatar esta música. Yo he tratado de hacer lo mismo por allá por donde ando, por el mundo. De regar la música bella que tenemos nosotros, y el nombre de Cuba y de La Habana”, dijo Laugart.
Además de su hijo en el piano, Xiomara tuvo el acompañamiento de músicos como César López en la flauta, Yosvany Terry en el saxofón, Néstor del Prado en el bajo y Rodney Barreto en los drums.
El concierto finalizó entre sonrisas y lágrimas, mientras Xiomara cantaba Hoy mi Habana. “Ya se me está poniendo suavecito el corazón, caballeros”, decía La Negra ante un público que cuando la vio el pasado 2012 en los escenarios cubanos, ya llevaba quince años sin verla en la Isla, luego de que Laugart emigrara a los Estados Unidos, donde actualmente reside.
Que feliz me siento porque Cuba Va!
Sin dudas, fue una experiencia inolvidable. El proyecto NAJANDA, pasó mucho trabajo para lograr que La Negra estuviera en Cuba, pero una vez que lo logramos, todos sentimos que valió la pena tanto esfuerzo y dedicación.