Nicanor O’Donell tiene ya más de 50 años. Vive con su padre anciano en una calle común y corriente, es actor de un grupo de teatro llamado Los acomodadores que hace presentaciones esporádicas en la televisión, y aunque no está enfermo ni le va particularmente mal, ya no espera sorpresas de la vida. Pero la vida, caprichosa, lo sorprende con una. Una sorpresa que, de hecho, trasciende su entorno y logra un alcance mucho mayor.
Esta bien podría ser la sinopsis de La calle de la comedia, la más reciente novela del escritor y cineasta Eduardo del Llano, que será presentada este viernes a las 5 de la tarde en la primera jornada abierta al público de la Feria Internacional del Libro de La Habana.
La Sala Alejo Carpentier de la fortaleza San Carlos de la Cabaña será el escenario del lanzamiento del libro, perteneciente a la colección Guantanamera de la editorial española Samarcanda.
El tono satírico y el ritmo cinematográfico que caracterizan las obras anteriores de Del Llano están también en La calle…, una novela “de actualidad” de acuerdo con su autor y en la que junto a su personaje más conocido aparecen otros como Bolaños y Rodríguez, ya habituales en las historias de O’Donell.
“Es una novela de Nicanor –explica el autor a OnCuba–, con todo lo que eso implica. De hecho, esta es posiblemente la novela donde Nicanor se parezca más al Nicanor que la gente conoce.
“Con respecto a narraciones anteriores, el libro propone algo parecido y diferente a la vez. Y es así porque con Nicanor he querido representar siempre al cubano de a pie, y por eso en un cuento es plomero y en otro es funcionario, y en otro es deportista y ahora es actor. Eso hace que la historia sea siempre diferente, con una anécdota distinta, pero utilizando los mismos recursos creativos con los que me gusta trabajar y que hasta cierto punto han funcionado con el público: el humor, la sátira social, algo de fantasía, de ciencia ficción sociológica, y también una especie de desánimo, una ‘amargura existencial’, para decirlo con un término que la escritora Laidi Fernández de Juan le ha dado a mis historias”, cuenta Del Llano.
Tal combinación está presente en su nueva novela, hecho que en su opinión está relacionado no solo con sus condicionantes personales y literarios, sino con la pertenencia a una generación “que creyó en la utopía y que todavía tiene una parte que cree en esa utopía, y a la que en comparación con los más jóvenes le resulta más difícil asumir los nuevos tiempos, las nuevas maneras de pensar. Este Nicanor, en concreto, es un poco así”.
El detonante del libro es una lata de Coca Cola lanzada al pasillo en plena madrugada. A partir de ahí se desencadena la historia que cambia la vida del protagonista, que pone en juego el destino del país –según la nota de contracubierta– y que da pie al título de la novela. El hecho termina por convertir una calle ordinaria de La Habana, por obra y gracia del decir popular, en la calle de la comedia.
¿Cómo sucede? ¿Qué implicaciones puede tener en el argumento y los avatares de sus personajes? ¿Qué reflexiones nos deja más allá de las páginas del libro? El autor, como buen amante del suspense, no suelta prenda. Solo sonríe y comenta lo mucho que le complacería que los lectores le dieran una oportunidad a su novela. Del Llano, Nicanor y su calle de la comedia invitan.
Qué buena noticia, me encanta Nicanor, lástima que no puedo estar en la presentación, lo mandaré a buscar.