La baja calidad que en los últimos años ha caracterizado a los productos televisivos de factura nacional, ya sea por el trazado de sus historias, el mal empleo de los elementos visuales típicos de cada género, unido a la precariedad de los recursos requeridos para escenografía y vestuario, ha incidido en la gran demanda de los espectadores cubanos por producciones foráneas, donde destacan productos como las famosas series de cadenas norteamericanas como HBO o los llamados Doramas, el último grito en la producción coreana, los documentales, el cine clase B y los shows.
Este consumo que actualmente goza de gran popularidad en el país, cuenta como principales proveedores y propagadores a los vendedores de CDs o DVDs piratas, relacionados al ejercicio del trabajo por cuenta propia, autorizadas por el Estado Cubano desde el 2010. Este fenómeno socio-cultural, diseminado por cada rincón de la ciudad, visibles en su mayoría en los portales de viviendas particulares, ya sea en la capital o en el resto de las provincias de la Isla, sirvió de pie forzado para el proyecto Post PostProducción, del artista plástico Francisco Masó.
Desde la indagación en las bases estructurales de la piratería audiovisual -legalizada en Cuba- el artista, propone una estrategia de enfrentamiento para no caer rendidos ante la manipulación del folletín rosa. El proyecto plantea al público una reflexión sobre un mercado que se ha complejizado en el contexto cubano: los bancos de películas y las casas postpostproductoras[1] “han establecido una estética profesional”, desde el diseño de cubiertas y menús de cada soporte hasta el servicio de atención al cliente, al que se incita a consumir un producto “original” de increíble factura”[2].
Post…propone una reflexión al público acerca de los productos que ofrece la industria cultural, que buscando cultivar el gusto popular, lo deforman. Ante este hecho la pregunta se impone, ¿qué se va a ver si la producción nacional de espacios televisivos es insuficiente y de pésima factura?
Precisamente, en estas dos aguas se mueve Paquete Semanal, un proyecto derivado de Post PostProducción, donde los roles de productor-receptor, se modifican en cuentapropista y cliente. Paquete Semanal, según afirma Masó, “brinda la posibilidad de copiar de ordenadores disponibles, algunos programas televisivos grabados de los canales extranjeros vía satélite como Caso Cerrado, Nuestra Belleza Latina, etc. Esta iniciativa, es la primera de un conjunto de operatorias destinadas a: establecer las formas de consumo audiovisual de la población en instituciones culturales; reproducir las relaciones que se establecen en el intercambio de material lucrado; y convertir la relación artista-público en una relación de servicio proveedor-cliente.”
Para Masó el objetivo fundamental de esta iniciativa es “realizar una suerte de test, que estimule, a través de expresiones vernácula, una conciencia estética sobre el fenómeno; buscando establecer una crítica de nuestra percepción, como principio de consumo, y cuestionar la educación estética de la sociedad.”
De esta forma el artista aprovecha el carácter ilegal y popular de la práctica para que el espectador comprenda y descubra la ambivalencia existente en el seno del producto que está consumiendo. A la vez, el juego no culmina ahí, cada archivo del paquete de programas semanales –que incluyen series, novelas, shows o documentales de televisoras extranjeras, altamente demandados en la población cubana- son aprovechados por Masó para promocionar obras de su autoría y mensajes de crítica en torno a la percepción y el consumo de estos productos. ¡Habrá qué resistirse a esas series que son a todo trapo y súper relajantes por la preservación del gusto estético! Entonces, Masó, hay que sufrir con la programación de verano y perderse Juego de Tronos, ¡qué va chico!
[1] Es un término creado por el arista para nombrar los locales particulares donde se realizan los procesos de re-edición y quemado de los materiales. Así como sus funciones dentro del fenómeno de la post postproducción.
[2] Masó, Francisco: Paquete Semanal, una forma de intercambio. Notas del Proyecto Post PostProducción.