Quien pensó que la lesión del ahora español Jordan Díaz le restaría espectáculo a la final masculina de triple salto, terminó equivocándose.
A pesar de la ausencia del vigente campeón olímpico, la lucha por el trono del Campeonato Mundial de Atletismo de Tokio se definió en el último salto a favor del experimentado Pedro Pablo Pichardo, quien hace cuatro años y en el mismo escenario había conquistado para Portugal la corona bajo los cinco aros.
DE OURO!!! Pedro Pablo Pichardo saltou a 17,91m e sagrou-se Campeão do Mundo de Triplo Salto, em Tóquio, Japão!#avozdodesporto pic.twitter.com/EmVNp1j8oK
— Confederação do Desporto de Portugal (@confdesportopt) September 19, 2025
Pocos contaban con que en la última ronda se apareciera el italiano Andrea Dallavalle con su mejor salto histórico -17,64 metros- para poner contra las cuerdas al guantanamero de 31 años, ya listo para celebrar su segunda victoria en estas lides.
Hasta ese momento Pichardo dominaba la competencia y, obligado a responder el reto, sacó temple y experiencia de su vasto arsenal para poner de pie a todo el graderío con un estirón hasta los 17,91 metros, un vuelo que no se había visto en la actual temporada.
Así, de manera espectacular, certificó su cuarta medalla en campeonatos mundiales, pues en sus vitrinas también guarda los subtítulos de las ediciones de 2013 y 2015, cuando siendo muy joven representaba a Cuba.
O salto que valeu a Pedro Pablo PICHARDO o título de CAMPEÃO DO MUNDO
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Expectante a ese bonito duelo se mantenía Lázaro Martínez, el único de los tres representantes de la isla en la capital nipona que logró incluirse entre los finalistas.
El habanero apenas hizo válidos dos de sus seis saltos, pero en uno de ellos clavó los pinchos a 17,49 metros de la tabla, y eso le aseguró unir la presa de bronce a la de plata archivada hace dos años, en la cita organizada por Budapest.
Pero si Cuba adquirió protagonismo en la lucha por los premios, también lo tuvo en el acápite de las decepciones, este asumido por Andy Díaz vestido con los colores de Italia.
El muchacho apareció en la convocatoria con el mejor palmarés de la campana: mejor marca de 17,80 e incontestable éxito en la final de la Liga del Diamante.
Por eso llama poderosamente la atención que ahora haya llegado apenas hasta los 17,19 metros, para ocupar un sorprendente sexto escaño, cuando partía como uno de los grandes candidatos a subirse al podio.
La historia continúa…
La consagración de Pedro Pablo Pichardo y la medalla de Lázaro Martínez se convirtieron en la enésima prueba de que Cuba continúa siendo el mayor semillero de triplista en las últimas décadas.
Nunca antes, en una justa universal, las pruebas de cada sexo fueron dominadas por saltadores nacidos en la isla, mérito que también corresponde a Leyanis Pérez, quien un día antes se convirtió en la nueva reina de la especialidad.
Además, la historia recogerá que ha sido el segundo Mundial consecutivo que tiene a dos cubanos en su podio masculino, algo de lo que en la capital húngara se encargaron Lázaro Martínez y Cristian Nápoles, plata y bronce en esa competencia.
Se trata ahora de la tercera ocasión que sucede, pues en 1997, cuando Yoelbi Quesada -ahora entrenador de Lázaro- asaltó el trono, Eliacer Urrutia ancló en la tercera posición.
A su vez, la nueva presea convierte a Lázaro en el tercer cubano con medallas mundiales en eventos sucesivos, privilegio que antes compartían Yoandri Betanzos con sus subtítulos en las versiones de 2003 y 2005, y el propio Pichardo, quien lo consiguió lo mismo, con una década exacta de diferencia (2013 y 2015).