El calendario marcaba los últimos días de octubre y la serie final de la Liga Japonesa se jugaba entre los Búfalos de Orix y las Golondrinas de Yakult. Al mismo tiempo, una preselección nipona se entrenaba de cara al Clásico Mundial de Béisbol, a la cual se sumaron muchas de las estrellas de la postemporada sin tan siquiera tomar un respiro.
Eso demuestra el empeño que le pone Japón a los eventos internacionales, específicamente al Clásico, en el que son los únicos en subir al podio en cada una de sus cuatro ediciones. “Sabemos que tenemos un equipo muy especial y más que todo somos una familia”, declaró tras la victoria contra Australia (8-1) el mánager Hideki Kuriyama.
Bajo esa máxima, la novena se mostró muy por encima del nivel de su grupo, y de cierta manera se pudo medir el potencial de su lineup en el duelo contra Corea del Sur, sus eternos rivales. En ese partido, los coreanos abrieron con el zurdo exligamayorista Kwang-hyun Kim, el Jugador Más Valioso de la KBO, quien logró darle una vuelta al orden nipón sin muchos contratiempos.
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Corea sabía que usaba su mejor carta y necesitaba aprovechar la jugada. Kim, un especialista ante bateadores zurdos (le conectaron para .164 en el mejor béisbol del mundo), se medía a una alineación plagada de hombres de la mal llamada mano equivocada y al menos en tres rounds funcionó. Parecía que tenía la situación bajo control con el marcador 3-0 a su favor, pero otorgó dos boletos antes de medirse al primer madero japonés y se complicó.
Lars Nootbar, primer extranjero que juega en un Clásico con Japón y catalizador de su ofensiva, alineó un sencillo a 109 millas por el central, y acto seguido Kesuke Kondoh logró un doble que sacó a Kim del juego. Lo mejor estaba por venir para los nipones, que acabaron delante 4-3 esa entrada y después sacaron una renta de 13-4 frente al desvanecido bullpen coreano.
Así de bueno es el Team Samurái. No importa que empiece perdiendo, tiene la calidad y la fuerza mental para sobreponerse a cualquier situación. Además, posee uno de los mejores staff del lanzadores del torneo ¿Saben la gran diferencia del picheo de Japón con el de Estados Unidos, Venezuela, México o Dominicana? Los serpentineros no tienen restricciones y eso, por supuesto, es un punto a favor.
Italia será el rival del conjunto nipón en los cuartos de final. El platel de Mike Piazza tuvo que esperar hasta su último partido de la clasificatoria para obtener su boleto a la próxima ronda. No fue sencillo, pues su segunda línea del picheo, tal cual habíamos vaticinado, tendía al descontrol y a la falta de éxito. Por tanto, si han llegado hasta aquí es porque la estrategia de su manager salió perfecta.
Los transalpinos perdieron 11-7 contra Taipéi de China en su tercer choque del calendario, en el cual esa segunda línea de tiradores hizo aguas. Pero Piazza tenía un plan, estaba apostando todo a un partido de vida o muerte contra Países Bajos en el que debía ganar por más de cinco carreras si querían pasar.
Finalmente, derrotaron 7-1 a los tulipanes para avanzar. ¡Bingo, la jugada de Mike salió perfecta! Tuvo la primera línea del picheo a su disposición en el pleito decisivo, con Matt Harvey a la cabeza. El experimentado sumó otra salida buena, mientras Nicky López y Sal Frelick, cargaron con el peso ofensivo.
¿Qué podemos esperar del juego entre Japón y Italia?
El favorito es Japón, sin dudas, pues contarán con Shohei Ohtani como abridor con una restricción de lanzamientos más liviana (80 lanzamientos). Además, tienen un bullpen top. Italia no es un rival fácil para un juego, de hecho, si alinean su mejor picheo con sus bateadores más productivos, pueden dar una sorpresa.
Claves de Japón: tiene bateadores muy pacientes, algo que juega a su favor contra un picheo que no es de los más controlados. El staff italiano tampoco se caracteriza por tener lanzadores muy rápidos, quienes creo son los que más daño hacen en la Liga Japonesa. Entonces, la combinación de un turno de calidad tras otro puede llevar a grandes cosas, y también deben aprovechar las fallas en las ubicaciones de lanzamientos.
Claves de Italia: Me gustaría ver a Andre Pallante haciendo un trabajo más profundo de abridor o relevista largo, pero creo que su mezcla (sinker, rectas y curva) puede dar dos o tres ceros. Italia tiene que utilizar su primera línea y los bateadores de más calidad del equipo para ver cómo le pueden batear a Shohei Ohtani y compañía.
Claves generales: Hay que seguir a dos bateadores que no han despertado de cada conjunto. El primero es Munetaka Murakami, dos veces Jugador Más Valioso de la Liga Central y actualmente el mejor bateador dentro de la NPB. Al otro lado de la balanza tenemos a Vinnie Pasquantinno, el mejor bateador que tiene el conjunto de Piazza. Sin dudas, si uno de los dos logra despertar, puede marcar la diferencia.
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