Cuba-Estados Unidos: el otro Clásico empieza ahora

El duelo histórico por excelencia del béisbol internacional vivirá su primer capítulo en Clásicos Mundiales.

En el deporte moderno se habla mucho de “clásicos”, los duelos de vida o muerte entre contrincantes sempiternos. Los “clásicos” del fútbol en todas las latitudes, los “clásicos” de la NBA o del fútbol americano, los “clásicos” del voleibol italiano e internacional.

En el béisbol, Yankees-Boston es el “clásico” por excelencia en MLB, pero en la arena internacional no ha existido una rivalidad tan encarnizada como la de Cuba y Estados Unidos.

Durante décadas, norteños y caribeños se han medido en los más disímiles escenarios. En esos encuentros, el show siempre está garantizado. De las 25 coronas mundiales amateurs que ha ganado Cuba, seis fueron contra Estados Unidos. De los cuatro títulos amateurs que ha ganado Estados Unidos, dos fueron ante Cuba.

La única vez que Estados Unidos ganó el béisbol de los Juegos Olímpicos, fue en Sydney 2000 frente a la novena de la isla.

El tema con estos duelos es que siempre se dieron en condiciones desiguales. Cuba competía con varias de sus mejores generaciones de peloteros. Estados Unidos lo hacía con amateurs, universitarios, semiprofesionales o jugadores de Ligas Menores y circuitos independientes en los choques más recientes.

Cuba jamás se ha enfrentado un equipo norteño compuesto íntegramente por figuras de MLB.

Cuba compite en el Clásico con algunos jugadores insertados en MLB. Foto: Mary DeCicco/MLB Photos via Getty Images.

No es de extrañar todo el revuelo que se ha armado por la celebración del “clásico” beisbolero a nivel de selecciones. Este domingo el público vivirá unas semifinales para la historia entre la novena norteña y la caribeña.

En Miami, en el corazón de la Pequeña Habana, está asentada una buena parte de la comunidad de emigrantes cubanos. Allí los dos elencos se medirán por primera vez en el principal show del deporte de las bolas y los strikes en la arena internacional.

Cuba por primera vez cuenta en su nómina con jugadores residentes en Estados Unidos y miembros de franquicias de MLB. La novena isleña llega al partido después de superar las rondas iniciales de la lid en Asia entre sobresaltos y remontadas. Lo mismo que el equipo de las barras y las estrellas, segundo en su llave clasificatoria y vencedor en cuartos de final ante Venezuela luego de darle la vuelta a la pizarra en las postrimerías.

Cuba empieza a jugar otro Clásico

Durante los cinco primeros partidos en Taichung y Tokio, la escuadra antillana que dirige Armando Johnson se enfrentó a 57 bateadores de Países Bajos, Italia, Panamá, Taipéi de China y Australia. De ese gran grupo, 16 (28 %) jugaron al menos un partido en la última temporada de MLB, y solo cinco (Jurickson Profar, Xander Bogaerts, Jonathan Schoop, Nicky López y Christian Betancourt) sumaron más de 100 partidos en el mejor béisbol del mundo.

En picheo, Cuba enfrentó a 33 lanzadores de esos equipos. De ellos, solo cinco (Andre Pallante, Vinni Nittoli, Matt Festa, Javy Guerra y Justin Lawrence) tuvieron presencia en MLB durante la campaña del 2022. De todos ellos, Nittoli y Guerra aparecieron en menos de 20 choques.

Cuba no se ha enfrentado todavía a un picheo de nivel MLB en el Clásico, por lo que tendrán que hacer ajustes de cara a ala semifinal. Foto: Yuki Taguchi/WBCI/MLB Photos via Getty Images.

Esto nos deja un mensaje muy claro: Cuba no se ha enfrentado de lleno al nivel MLB durante el presente Clásico. Por eso, el examen contra Estados Unidos será, por mucho, el más difícil para un equipo que mostró dos caras en su periplo asiático. Frente a Países Bajos e Italia, justamente las dos escuadras con más jugadores de MLB, se vieron inseguros. No obstante, después lograron resurgir para derrotar a Panamá, Taipéi de China y Australia, en dos de esos casos con remontadas incluidas.

Estados Unidos, por su parte, pasó más aprietos de lo previsto en su grupo. Perdieron con México, Colombia les sacó los colores y su triunfo frente a los debutantes británicos no fue tan holgado como se vaticinaba. En cuartos de final, Venezuela los tuvo contra las cuerdas, a seis outs de caer eliminados, pero un grand slam de Trea Turner salvó los muebles a última hora.

Estados Unidos pasó por algunos aprietos, pero lograron llegar a las semifinales del Clásico gracias al talento individual de sus jugadores. Foto: Cristóbal Herrera-Ulashkevich/EFE.

De cualquier manera, sería descabellado dudar que Estados Unidos sale como favorito frente a Cuba, y con diferencia. Al menos, eso es lo que nos dice el papel cuando comparamos las nóminas, más allá de que los norteños no hayan logrado convocar a abridores de primer nivel.

Por ejemplo, la escuadra que dirige Mark DeRosa reúne cinco premios de Jugador Más Valioso (MVP), cuatro títulos de bateo, tres Novatos del Año, 56 participaciones en Juegos de Estrellas, 25 Guantes de Oro y 33 Bates de Plata. ¡Casi nada!

Sin embargo, este no es un escenario desconocido para Cuba. En el primer Clásico Mundial, muy pocos pensaban que se le podía ganar en semifinales a un monstruoso equipo dominicano que reunía a David Ortiz, Albert Pujols, Adrián Beltré y compañía, pero se obró el milagro y los antillanos avanzaron a su única final en el evento.

Estados Unidos pasó por algunos aprietos contra Venezuela, pero logró llegar a las semifinales del Clásico gracias al talento individual de sus jugadores. Foto: Cristóbal Herrera-Ulashkevich/EFE.

Roennis Elías a una prueba de fuego

El duelo de lanzadores de la semifinal entre Estados Unidos y Cuba medirá las fuerzas del experimentadísimo Adam Wainwright (195 victorias en 17 temporadas de experiencia en MLB) y el guantanamero Roennis Elías, quien también ha pasado varios años en el mejor béisbol del mundo.

Precisamente, el zurdo sueña con mantenerse en ese nivel y hace poco tiempo recibió una oportunidad de oro al firmar con los Cubs. Sin embargo, todavía el tirador cubano no tiene un puesto garantizado en el staff de Chicago, por lo que este duelo frente a Estados Unidos será un examen perfecto para evaluar sus reales posibilidades.

Roennis Elías (al centro) celebra junto a sus compañeros la victoria de Cuba frente a Australia en la segunda ronda del Clásico Mundial. Foto: Yuki Taguchi/WBCI/MLB Photos via Getty Images.

“Es la misma pelota, soy hay que salir a tratar de hacer el trabajo y caminar los innings que se puedan, seis o siete, para que los muchachos de atrás hagan lo suyo y llevar el equipo a la victoria”, dijo Elías a JIT después de conocer su designación como abridor de la semifinal, instancia en la que, según sus palabras, no importa el rival.

“Me daba igual enfrentar a Estados Unidos o Venezuela, son dos buenos equipos a los que hay que respetar. Pero el objetivo es el mismo, ya nosotros no nos podemos conformar. Siempre hay que buscar más. Estamos entre los cuatro grandes, pero si somos campeones o segundos será mejor”, apuntó el zurdo, satisfecho por la oportunidad de vestir el traje del Cuba.

“Yo quería cumplir, lo estoy viviendo al máximo, dar mi granito de arena, ayudar a los muchachos jóvenes, tratar de ayudar en lo que pueda. Los resultados están saliendo, mira adonde hemos llegado, nadie pensaba que estaríamos aquí”, señaló Elías, quien conoce a la tanda de Estados Unidos por sus choques individuales en MLB.

Roennis Elías tendrá uno de los exámenes más exigentes de su carrera en las semifinales del Clásico Mundial contra Estados Unidos. Foto: Ritchie B. Tongo/EFE

Durante siete temporadas en Las Mayores, el zurdo guantanamero se ha medido a ocho (Mike Trout, Mookie Betts, Paul Goldschmidt, Nolan Arenado, Pete Alonso, Tim Anderon, Jeff McNeill y Cedric Mullins) de los bateadores incluidos en la nómina norteña. Sus resultados no han sido malos, aunque le han conectado con poder. En 29 turnos oficiales le han pegado seis jits, De ellos, tres jonrones, con siete remolques, cuatro boletos y cuatro ponches. En general, le han bateado (Average/Promedio de embasado/Slugging) .206/.294/.517.

Por supuesto, ninguno de esos duelos ha sido en un escenario tan tenso y exigente como el del Clásico, donde los sentimientos están a flor de piel. ¿Podrá Elías caminar frente a una tanda de terror? ¿Producirán los bates cubanos contra un picheo muy diferente al que han enfrentado hasta hoy? No me atrevo a predecir; que el terreno diga la última palabra.

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