Salvo alguna lesión o cualquier otro contratiempo extradeportivo, Cuba tendrá al menos un representante en la Serie Mundial del béisbol profesional de Estados Unidos por sexto año consecutivo, la segunda racha más larga de la Isla con jugadores en el Clásico de Otoño.
El hecho se confirmó este mismo jueves, luego de que Houston Astros –donde militan los antillanos Yuli Gurriel y Aledmys Díaz– derrotara 11-5 a Oakland Athletics en Los Ángeles y asegurara una de las Series Divisionales de la Liga Americana.
En el otro duelo del joven circuito los protagonistas son Tampa Bay Rays (la novena de Randy Arozarena y Yandy Díaz) y New York Yankees (Aroldis Chapman), por lo que sí o sí el monarca de la Liga Americana tendrá sangre cubana en sus filas.
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Los Astros se apoyaron en la feroz ofensiva de su torpedero Carlos Correa, quien pegó siete imparables en 14 turnos, con 11 impulsadas, tres jonrones, cuatro boletos y solo tres ponches durante los cuatro partidos del match.
Este jueves, el boricua trajo a cinco compañeros para la goma y lideró un ataque que contó también con el despertar de Michael Brantley (dos vuelacercas y tres propulsadas) y José Altuve (cuadrangular y dos remolques).
Ellos fueron los motores de una remontada que dejó sin aliento a los A’s.
Oakland había ganado el miércoles un duelo rompecorazones, en el cual el antesalista Chad Pinder emergió como héroe con cuatro remolques en el tercio conclusivo del encuentro. Además, Jake Diekeman y Liam Hendricks se combinaron para retirar 4,1 entradas en blanco, con solo par de jits y seis ponches.
Sin embargo, ni esa derrota ni el inicio titubeante de este jueves (los A’s tenían renta de 3-0 en el cuarto episodio) descentraron a Houston, que borraron la diferencia y abrieron el camino a su cuarto título consecutivo en Series Divisionales. Válido destacar que en dos de las tres ocasiones anteriores llegaron al Clásico de Otoño.
Por los Astros, Yuli Gurriel siguió con el madero congelado y pegó solo un jit en 15 turnos, con una anotada y un remolque. El inicialista espirituano inició la temporada con aceptables dividendos (16 extrabases y línea de .292/.348/.517 en 32 choques), pero en septiembre se desplomó hasta .154/.168/.209, con solo tres extrabases 95 comparecencias al plato.
En tanto, Aledmys Díaz salió de emergente en el primer duelo (se ponchó) y partió como titular en tercer encuentro, en el que despachó jonrón de dos carreras contra Jesús Luzardo.
Si bien no tuvieron demasiado protagonismo, tanto Gurriel como Díaz son fijos en el roster de los Astros y estarán con el equipo hasta las últimas consecuencias, sean titulares o no. Al manger Dusty Baker debe preocuparle el bajón ofensivo de su inicialista, aunque también es consciente de la experiencia del cubano, quien sí se mantiene con un rendimiento relevante en la defensa de la primera base.
Ahora los Astros esperan por el ganador del choque entre Rays y Yankees, cuyos elementos cubanos también son inamovibles. Arozarena ha sido el mejor bateador de Tampa en postemporada y Kevin Cash espera que Yandy Díaz produzca luego de más de un mes lesionado, mientras New York le entregará la bola a Chapman con los ojos cerrados para cerrar sus partidos tensos.
Por ello, sin importar el ganador, habrá presencia cubana en los dos bandos de la final de la Liga Americana y, por ende, al menos un jugador de la Isla avanzará a la Serie Mundial por sexto año consecutivo.
La presente racha comenzó en el 2015 con el duelo Mets-Royals, que vio cara a cara a Yoenis Céspedes y Kendrys Morales. Al año siguiente, Jorge Soler y Aroldis Chapman estuvieron en la victoria de Chicago Cubs, mientras en el 2017 se midieron Yuli Gurriel (Astros) vs. Yasiel Puig y Yasmani Grandal (Dodgers).
El binomio de Los Ángeles repitió en el 2018 contra Boston, y en el 2019 regresaron los Astros con Gurriel, Aledmys Díaz y Yordan Álvarez, quienes se enfrentaron a Roennis Elías (Washington).
Como ya habíamos explicado, esta es la tercera mayor cadena de Cuba con peloteros en el Clásico de Otoño. La mejor racha de la Isla es de ocho temporadas consecutivas con presencia en la Serie Mundial, y se extendió desde 1969 hasta 1976.
Esta seguidilla comenzó con el estelar zurdo Mike Cuéllar y Marcelino López, quienes discutieron con Baltimore el título de 1969 vs. New York Mets. Ellos repitieron en 1970 ante Cincinnati, donde estaba Tany Pérez, mientras Cuéllar siguió un año más con los Orioles en 1971, cuando perdió ante Pittsburgh Pirates del también antillano Jackie Hernández.
Entre 1972 y 1974 la gran figura cubana fue Bert Campaneris (Oakland), quien ganó tres Series Mundiales en fila, una de ellas contra los Reds de Tany Pérez.
Precisamente, el inicialista de Cincinnati ganó su primera corona en 1975 contra Boston, que tenía en su novena a Diego Seguí y Luis Tiant. Pérez y los Reds repitieron su reinado en 1976, el último año de la racha cubana.
Después vinieron años de altibajos, hasta que Liván Hernández (Marlins) brilló en la Serie Mundial de 1997. Su hermano Orlando “El Duque” Hernández participó en las cuatro siguientes –acompañado por José Canseco en el 2000–, y de nuevo Liván regresó a la escena en el 2002 con San Francisco.
Para el 2003, José Ariel Contreras vivió con los Yankees una dura derrota ante los Marlins de Miguel Cabrera, “Pudge” Rodríguez y Josh Beckett, quienes tenían como compañero a otro cubano: Michael Tejera.