El pasado 23 de septiembre, la selección cubana de béisbol debía enfrentar a República Dominicana en el inicio del Campeonato Mundial Sub-23 en Ciudad Obregón, México, con la peculiaridad de que los quisqueyanos solo contarían con 14 jugadores para dicho partido, pues el resto de su escuadra afrontó problemas con el visado. Sin embargo, el duelo nunca se efectuó por culpa de la lluvia.
En menos de una semana, el panorama cambió drásticamente. Los dominicanos, ya con su elenco completo, se midieron a una diezmada novena antillana de solo 17 peloteros (10 jugadores de posición y siete lanzadores), luego de que siete efectivos (Luis Danny Morales, Ubert Luis Mejías, Loidel Rodríguez, Dariel Fernández, Reinaldo Lazaga, Dismany Palacios y Yeniel Zayas) tomaran distintos rumbos y se separaran de la concentración cubana.
Las ausencias, sin dudas, han condicionado la labor del elenco dirigido por el otrora destacado receptor Eriel Sánchez, quien ha visto reducido al mínimo sus opciones de cambios. No obstante, en medio de este camino turbio, el equipo cubano logró colarse entre los seis mejores del torneo en Sonora, donde se han visto destellos de jugadores talentosos y prometedores como Geisel Cepeda, Guillermo García, Loidel Chapellí Jr., Rangel Ramos, Andrys Pérez, Brayan Chi, Jonathan Carbó, Naykel Cruz, Marlon Vega o José Santos.
Ellos han sido, en gran medida, los responsables de sostener a la escuadra antillana, la cual ha presentado las mismas deficiencias de los últimos tiempos en cuanto al control de los lanzadores, el bateo de largo alcance y la producción de carreras ante los rivales más fuertes, males que se agravan a partir del nulo trabajo de estudio a fondo de los contrarios desde la dirección del equipo.
Lógicamente, estos problemas son objeto de crítica constante por parte del espectador fanático, aunque, desde una visión netamente “resultadista”, el avance a la ronda élite le permitirá a Cuba ganar puntos en su batalla por conservar una posición entre los 12 mejores países del ranking mundial. Sabemos que ese objetivo suena casi ridículo tras la gloria que se ha vivido, pero es lo que hay, como dirían Gerard Piqué y Ronald Koeman por las calamidades del fútbol culé.
De cualquier manera, lo vivido por el equipo cubano en México es insólito, y así lo reflejan algunos datos abrumadores develados por el colega Francys Romero. Según su libro El sueño y la realidad: historias de la emigración del béisbol cubano (1960-2018), nunca antes habían “desertado” tantos jugadores en un mismo torneo, de hecho, la mayor referencia en este sentido eran los cinco “escapados” (Roberto Colina, Jesús Ametller, William Ortega, Michel Hernández y Vladimir Hernández) en la Copa de Clubes Campeones de 1996, celebrada también en México.
Por si fuera poco, estos siete “abandonos” en cuestión de días iguala la cantidad registrada por sucesos similares durante toda la década 2001-2010, cuando decidieron no continuar con sus delegaciones José Ariel Contreras (2002), Kenny Rodríguez (2006), Noel Arguelles (2008), José Iglesias (2008), Raydel Sánchez (2008), Aroldis Chapman (2009) y Osdanis Montejo (2010).
El Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) y la Federación Cubana de Béisbol (FCB), al pronunciarse sobre el tema, han responsabilizado por completo al gobierno de Estados Unidos, cuya decisión de cancelar el Acuerdo con MLB en abril del 2019 solo ha incitado y estimulado “el tráfico de atletas en defensa de intereses políticos”.
Las autoridades deportivas de la Isla, además, precisan que estos peloteros han faltado al compromiso con la delegación y con el país. En este sentido, el sitio digital Jit, portal oficial del INDER, ha ido un poco más lejos y, con un lenguaje bastante poco común en la prensa cubana, ha catalogado los “abandonos” como “una mierda en todo el sentido de la palabra”.
Toda esta historia está repleta de frases repetidas hasta el cansancio, unas con más peso que otras. Por ejemplo, nadie pone en duda que la cancelación del pacto con MLB fue —y es— un golpe bajo a los peloteros cubanos, quienes ciertamente siguen expuestos a arriesgadas aventuras cada vez que intentan abrirse camino en pos de conseguir, algún día, el sueño de firmar con organizaciones de Grandes Ligas.
En este particular, Cuba ha recibido un trato discriminatorio durante décadas y ha estado en desventaja respecto a otros países, cuyos jugadores cuentan con vías más seguras para vincularse a equipos de MLB o, al menos, para tener la oportunidad de mostrarse ante los “cazatalentos”.
Estas realidades no se pueden negar, pero en la cara opuesta de la moneda también hay cuestiones para analizar. Por ejemplo, muy cuestionada fue la legitimidad de la FCB como organización gubernamental, categoría que es prácticamente imposible de probar por los lazos estrechos que unen a dicha institución con el INDER y, a su vez, con el gobierno de la Isla, las dos instancias donde verdaderamente se deciden la mayoría de asuntos trascendentales vinculados al béisbol cubano.
Por otra parte, escuchamos una y mil veces como se simplifican las causas del éxodo de peloteros cubanos únicamente a “cantos de sirena”, “políticas hostiles” o “falta de patriotismo”, un error tan común como grotesco. Hemos llegado a un punto en el que estos sucesos ni siquiera se pueden atribuir de manera exclusiva a “razones económicas”.
Cada vez son más los jugadores se van buscando el crecimiento y la superación profesional que en Cuba no logran, entre otras cosas, por culpa de visiones y métodos obsoletos. Además, vamos cortos de motivaciones cuando lo máximo a que pueden aspirar los atletas es a firmar contratos en los que ellos mismos no pueden negociar términos y condiciones elementales como salarios y duración.
Este mal no tiene nada que ver con bloqueos, restricciones o persecuciones de Estados Unidos; de hecho, en el pacto Cuba-MLB era la FCB quien negociaría los contratos de los jugadores a pesar de no tener agentes con experiencia en el complejo mercado del béisbol profesional de Estados Unidos.
Todas estas cuestiones inciden decisivamente en la mentalidad de los atletas, quienes ven al tiempo correr en su contra, sin cambios sustanciales a la vista. Ahí es cuando se acrecienta entonces el temor a quedar “estancados”, lo cual, combinado con la aspiración de probarse en los escenarios de mayor nivel, se convierte en factor de peso para que muchos jugadores decidan no continuar vinculados al movimiento deportivo cubano.
Lo peor es que, por muchas vueltas que le demos al asunto, no se vislumbran soluciones a corto o mediano plazo. El gobierno de Estados Unidos no ha dado pistas de flexibilización de sus posturas para allanar el camino a un nuevo pacto; mientras, en Cuba se juegan las mismas cartas de siempre, con una línea discursiva de barricadas, desgastada, que lejos de atraer o motivar a los atletas, solo los espanta un poco más.
Justamente, intentar cambiar dicha dinámica debe ser una de las prioridades del nuevo comisionado nacional, Juan Reinaldo Pérez Pardo, nombrado hace solo unos días tras casi cinco meses con el cargo desierto por el lamentable fallecimiento de Ernesto Reynoso a causa de complicaciones con la COVID-19.
El ascenso de Pérez Pardo ha sido una jugada sorpresiva y no muy bien vista por un notable sector de la fanaticada, que esperaba la designación de algún rostro más conocido y con mayor historial en el deporte de las bolas y los strikes. Sin embargo, nadie debería apresurarse a juzgar a un hombre que ni siquiera ha tenido la oportunidad de sentarse y plantear sus ideas sobre el pasatiempo nacional.
Con experiencia al frente del softbol cubano y una larga carrera como docente, el nuevo directivo se enfrentará a un escenario caótico, en el cual tendrá que luchar contra el sinfín de problemas del béisbol cubano y la patente falta de voluntad de instancias superiores para dar luz verde a cambios radicales en el sistema competitivo del béisbol nacional, necesitado de una revolución, en todo el sentido de la palabra.
La inversión y potenciación de la base, la depuración en el sistema de búsqueda de talentos, la expansión de los programas competitivos en todas las categorías inferiores, la entrada de patrocinadores y la creación de franquicias que den paso a una liga profesional, son algunos de los aspectos que no se pueden seguir postergando.
Mientras más tiempo demoren en dinamitar el bloque macizo de errores que se ha ido construyendo durante años de pésima gestión interna, mientras más tiempo demoren en cortar de raíz todos los males que se han engendrado e instaurado como prácticas habituales y modo de vida desde nuestro propio país, más riesgo se corre de perder definitivamente la atención y la pasión de fanáticos y peloteros, las almas del juego en definitiva.
Siempre culpando a los americanos,pero sabemos que el Inder o la comisión de béisbol no es independiente,es estatal,por el embargo es sabido que el contrato no funcionaría,por otra parte,vimos a un campeón olímpico recibiendo un pescado congelado y una botella de ron como premio,quien quiere terminar así,tienen a los jugadores comiendo pan con pasta y viviendo en barracas,hay que hacer una liga profesional independiente,que los jugadores se busque sus propios representantes y ellos mismos se busquen sus contratos,el poco dinero que produce Cuba no se puede dedicar a mantener miles de hombres que no producen nada;le recomiendo el documental de los boxeadores cubanos en la pobreza,y verá quien es el culpable.
Sólo una pregunta: ¿por qué no se van por su cuenta y negocian sus contratos?
Hoy en dia usted puede sacar su pasaporte y viajar a donde quiera ¿por qué tienen que aprovecharse del pasaporte, la visa y el pasaje que le resuelve Cuba para irse? Lo mas probable es que a ninguno le den visa, ni le ofrezcan nada de lo que le ofrecen si desertan.
Lo mismo pasa con los médicos, le ofrecen villas y castillos cuando todo el mundo sabe que si llegas legal casi nadie revalida y terminan limpiando traseros aunque sean especialistas. ¿No es acaso política eso?
Muy de acuerdo con ud.
Pienso que los desertores de los equipos Cuba sólo tienen un motivo, o al menos ese es el gran motivo, los intereses económicos, el resto del análisis es, a mi modo de ver, superfluo. La desventaja de jugar en Cuba es fundamentalmente económica. El resto de los análisis y valoraciones son muy subjetivos y buscando la quinta pata del gato.
El deporte no se debe politizar, todos deben tener las mismas oportunidades….es una verdad como la existencia del sol….
Por que vinculan al INDER con el gobierno Cubano?
Ningun pelotero es politico…por que para jugar em MLB tienen que abandonar su pais?
El que mas sufre es el pelotero que tiene que renunciar a su pais, su familia y su barrio y su gente y son obligados al llegar allá a realizar declaraciones politicas y pa colmo se les prohibe entrar a su pais por 8 años
TODOS dejen en abuso con los peloteros¡¡¡¡
Fácil restablezcan el béisbol profesional eso genera dinero para las necesidades de la nacion
y dignificar la vida de todos los q trabajan en la industria deportiva, de servicios y del turismo y del suministro de insumos para la práctica del deporte
ESE ES EL PROBLEMA AQUI SI NO PIENSAS COMO COMUNISTA REVOLUCIONARIO ERES UN TRAIDOR A LA PATRIA Y ESOS DOS CONCEPTOS SON PERO MUY DIFERENTES . EL SEÑOR FIDEL CASTRO RUZ DEDE 58 TRIUNFO ENSEÑO ESO CIEGAMENTE INCLUSO MUCHOS NOS DIMOS CUENTA EN EL 1989. CELEBRACIÓN 26 JULIO EN LA PLAZA IGNACIO AGRAMONTE DE CAMAGUEY ANUNCIO LA CAIDA DEL SOCIALISMO O COMUNISMO ANTIGUA UNIÓN SOVIÉTICA DIJO TENDRÍAN QUE VIVIR LA MISMA HISTORIA O SEA LUCHA DE CLASES ETC…. Y SER DE NUEVO COMUNISTAS Y MIREN. LOS RUSOS POTENCIA MUNDIAL MILITARMENTE Y SOCIAL ECONÓMICAMENTE SIN COMUNISMO DEMOCRACIA Y VARIOS PARTIDOS . AQUI TODO ES POLITICA Y LAS PERSONAS NO COMEN CARNESES NI DIPLOMAS MUCHO MENOS MEDALLAS DE LATAS . ESTE PAÍS SE QUEDARA SIN JÓVENES MILES EMIGRAN POR FRONTERAS OTROS POR MAR Y MUCHOS ESTÁN MURIENDO EN ESOS INTENTOS Y ESTA SURGIENDO UNA CLASE MILLONARIA SON LOS DIRIGEN EL PAÍS DESDE ARRIBA HASTA LOS MUNICIPIOS TODOS QUIEREN HACER NEGOCIOS DE LOS RECURSOS DEL PAÍS DEBE DÁRSELAS AL PUEBLO Y NADIE VE ESO . SEGÚN LO QUE SIEMBRES ASI RECOGERAS
Estos comunistas siempre con el
mismo discurso patético del patriotismo y la banderita, creyendo que con eso van a parar las ansias de libertad de uns jóvenes que solo quieren prosperidad y libertad para ellos y los suyos. Bravo por ellos!! Deberían irse todos!! De todas formas a los comunistas eso no les importa, seguirán buscando de quien seguir viviendo y a quién seguir engañando con sus doctrinas apestosas y hediondas, aunque cada vez lo van a tener más difícil en este mundo tan interconectado que todo se sabe y más aún el desfalco de todo tipo que ha provocado el comunismo en el ser humano desde que se inventó por esos locos de remate. Mis más sinceras felicitaciones para todos esos jóvenes que se desprenden de esa maquinaria destructora de futuro que es el Comunismo. Suerte a todos y ojalá se sumen muchos más.
Muy buen artículo, es de resaltar la posición que asumiría la Federación Cubana en el acuerdo con la MLB, y es que lo que se decía del tema era que liberaría a peloteros cuando tuvieran unas series y años jugados, que excepcionalmente a jóvenes también. Es de notar que el mayor interés de las organizaciones son los jóvenes, pues así forman el talento a su forma, es una inversión más segura, por lo que ahí veía una discrepancia, aún cuando aceptaran pagar el supuesto derecho de formación que se adjudica la Federación, cuando se conocen todos los errores habituales que no se corrigen ni en la selección nacional por los que pasa la deformación dentro de Cuba, sin mencionar los gastos con que los padres corren desde categorías infantiles. El problema es que quedaría en poder de la federación la decisión de liberar al pelotero, y en caso de liberarlo, la MLB le da la comisión a la Federación pero nada se aclaró del proceso de negociación y firma del contrato de trabajo del deportista, el cual necesita de la figura importantísima de un agente. Entonces se dan cuenta que si internamente se respetara al pelotero, se le dejaría libre, de decidir donde jugar, tener su agente y como obviamente todos aunque quieran no van a llegar a la MLB, siempre habrá buenos peloteros elegibles para hacer equipo Cuba, que no tendrían que escapar, como la condición actual de Arruebarruena o Drake por ejemplo, aunque no hay necesidad de jugar obligatoriamente en la Serie Nacional que no paga nada, ya que mejor económicamente es jugar en la “provincial” de Canadá cualquiera que tenga rendimiento en Japón, México, u otra liga seria se llamaría al equipo. Hablar de la liga cubana ya es otro punto, porque como tal no debe ser vista para formar al Cuba dada su actual nivel, para hacerla fuerte y espectacular tiene que ser profesional e independiente, como una empresa privada. Estos puntos que más o menos muchos de ustedes comprenderán están claros, son sencillamente inaceptables para la política e ideología del gobierno cubano, así que ya saben, es lo que hay.
No culpemos a mas nadie..
Es la situación social.causada por lo errores acumulados en décadas.
Alliet de acuerdo con algunos criterios… Otros son matrices de opinión repetidas para caer en lo mismo, la sempiterna responsabilidad del “régimen” en todo lo q sucede en el país. Creo q la situación del béisbol es el reflejo de la situación económica del país. Cómo crees q Cuba pueda crear de un plumazo una liga profesional???
Acaso la decisión del Sr Trump de romper el pacto
Acaso lo decisión del Sr. Trump de romper el contrato no fue y es una decisión política???
Eso no jodió y jode a los peloteros cubanos.
Emigrar y buscar nuevas oportunidades y querer probarse con los grandes es totalmente humano, pero promoverlo de esas formas con fines políticos es soez y también merece crítica.
Coincido con Ramón plenamente… Denle una ley de Ajuste a cualquier país del área y verán que no queda ni el cargabate tampoco. Bastante pocos se quedan, que entre las estupideces del sistema y el criminal embargo yanqui aquí ya no hay vida. Ahora bien, que pasaría si le meten un embargo similar a Honduras, Guatemala o Dominicana? Ahí les dejo la pregunta….
Joseito
Tienen que hacen una liga independiente del estado,una liga profesional,que los agentes puedan entrar y salir de Cuba sin problema y negocien los contratos con los equipos,no con el estado,todo eso está estructurado con abogados,cuando algún jugador consiga un contrato seguro que no habrá problema para la visa.