Ya hemos entrado en el invierno y la nieve cubre muchos de los estadios de las Mayores, pero en las oficinas de las 30 franquicias de MLB hay calor e intensidad, con incesantes carreras y llamadas para perfilar los equipos que competirán en la venidera temporada de las Mayores.
El asunto que mayor interés despierta en este invierno es el destino de los agentes libres más codiciados: Bryce Harper y Manny Machado, quienes aparentemente buscan acuerdos multianuales, preferiblemente de larga duración, y siempre por un monto superior a los 300 millones de dólares.
La firma de Machado y Harper condiciona todo el mercado, cuyo movimiento estará sujeto a los acuerdos que logren los dos jugadores, a quienes se les ha vinculado con un sinfín de elencos.
Machado, por ejemplo, no tuvo un cierre particularmente positivo con los Dodgers, no solo por ser el último out de la Serie Mundial, sino también por sus reacciones tras ser abucheado en el Miller Park o por los incidentes con Jesús Aguilar y Steve Pearce.
Estos episodios dejaron a Manny como el gran villano de las Mayores, papel que, como es lógico, le pedirán modificar quienes se interesen en sus servicios. “Novias” no le faltan, desde los Yankees, los Phillies y los propios Dodgers, aunque al parecer los angelinos estarían más lejos de buscar su fichaje y esperarían por el regreso de su estrella Corey Seager.
La opción de los Yankees hace sentido para ambas partes, porque Machado no ha ocultado su deseo de jugar en Nueva York, mientras los Bombarderos necesitan un torpedero para el inicio de la temporada, pues Didi Gregorius fue operado del codo derecho (Tommy John) y no estará listo hasta el verano.
Además, los Yankees tuvieron problemas defensivos en la antesala con el novato Miguel Andújar y Machado los resolvería, teniendo en cuenta que ganó dos veces el Guante de Oro como tercera base en Baltimore.
No obstante, el gerente Brian Cashman y la organización en sentido general han tenido mucha cautela para comprometerse con acuerdos a largo plazo luego de los tragos amargos que supusieron la parte final de los contratos de Alex Rodríguez, Mark Teixeira y, todavía, Jacoby Ellsbury.
En la actualidad ellos tienen bajo control a un núcleo importante de jugadores (Andújar, Aaron Judge, Luis Severino, Gleyber Torres, Gary Sánchez), pero eventualmente tendrán que pensar en firmarlos por montos superiores y en ese momento necesitarán espacio en su nómina.
Algo parecido pasa con Bryce Harper, quien hasta se ha rumorado podría hacer una transición a la primera base para jugar con los Yankees. Pero la alta cantidad que estaría pidiendo el slugger (se ha dicho que rechazó un acuerdo de 315 millones de los Nacionales) lo alejaría de Nueva York.
Los Dodgers, por su poderío económico, también es un destino probable para Harper, quien conformaría junto a Seager, Cody Bellinger, Max Muncy y Joc Pederson una tanda de zurdos imponente.
Otro equipo que quisiera atar a Machado o Harper, e incluso a los dos, es Philadelphia, cuyo objetivo es competir cuanto antes. Ellos tuvieron una cruzada inesperada en el 2018, cuando pelearon hasta el último tercio de la temporada por avanzar a los play off, y jugadores de tanto calibre los colocarían en posición de ganar ya el Este de la Liga Nacional.
Los Phillies tienen además a los prospectos J. P. Crawford y Scott Kingery, de quienes esperan mayor protagonismo en el 2019, aunque sería mucho mejor escenario que Machado o Harper asuman el liderazgo mientras esos chicos explotan por completo.
Sin dudas, el futuro de los dos jugadores es el gran misterio del invierno, que guarda también experiencias desconocidas para el nutrido mercado de relevistas, liderado por Craig Kimbrel, uno de los mejores cerradores de las Mayores.
Hasta que el lanzallamas, campeón con las Medias Rojas de Boston, no firme un acuerdo, el resto de los apagafuegos quedará a merced de intereses de un equipo puntual que no esté en carrera por llevarse a Kimbrel.
También se mantiene la expectativa por la firma de los zurdos Patrick Corbin y Dallas Keuchel, o del diestro Nathan Eovaldi, abridores agentes libres que pueden impactar de inmediato en cualquier rotación.
No obstante, con Eovaldi se ha manejado la posibilidad de que Boston lo traiga de vuelta para el rol de cerrador.
Rumbo a puerto seguro
Tras llevarse el título de la Serie Mundial, la guinda de las celebraciones en Boston llegó con la confirmación de que la gerencia ejercería la opción sobre el as Chris Sale, a quien traerán de vuelta para una última campaña con las Medias Rojas antes de convertirse en agente libre sin restricciones en el 2020.
Sale ganó 12 partidos en la temporada regular y dejó efectividad de 2.11, con 237 ponches en 27 aperturas, pero afrontó algunas dolencias en el hombro en septiembre, lo cual despertó ciertas dudas sobre su impacto en los partidos de play off.
No obstante, Sale dio muestras de recuperación y trabajó de manera efectiva para Boston en la postemporada, al ganar el primer duelo de la Serie Divisional contra los Yankees de Nueva York, y cerrar con tres ponches el quinto y último partido de la Serie Mundial.
Otro que tampoco cambiará de aires es Clayton Kershaw, quien ganará 70 millones de dólares entre 2019 y 2020 con los Dodgers. El zurdo tenía la oportunidad de salirse de su contrato y probar en la agencia libre, pero prefirió quedarse en puerto seguro y salir al mercado ya con 32 años cumplidos.
Kershaw lanzó en 26 juegos en el 2018 y por tercera ocasión consecutiva no llegó a las 30 aperturas, muestra de que su salud ya no es la misma de hace siete años, cuando ganó el primero de sus tres premios Cy Young.
El zurdo ha perdido velocidad y sus tasas de ponches han bajado hasta índices mínimos, solo comparados con sus récords de novatos. No obstante, ha demostrado ser fiel a la causa de los Dodgers, con quienes quiere ganar su primer anillo de campeón.
Otros serpentineros de la llamada mano equivocada que tienen trabajo seguro son James Paxton, Madison Bumgarner y C.C. Sabathia.
Paxton fue canjeado de los Marineros de Seattle a los Yankees y comandará la rotación de Nueva York junto a Luis Severino y Masahiro Tanaka. Por otra parte, los Mulos del Bronx le ofrecieron otro año de contrato a Sabathia, quien será un quinto abridor de lujo.
Bumgarner se quedará en San Francisco, luego de que el club ejerciera la opción del 2019 por 12 millones de dólares. Los Gigantes esperan que el serpentinero recupere su mejor versión, para lo cual es imprescindible que se mantenga saludable.
El pasado año Bumgarner tuvo un accidente de motocicleta que lo alejó del montículo durante tres meses, y en la primavera del 2018 recibió un pelotazo en su mano de lanzar y estuvo limitado a 21 aperturas en la contienda.
Y si bien la incertidumbre reina en Toronto de cara a otra temporada que se prevé compleja, la franquicia canadiense afrontará el venidero año dirigida por el boricua Charlie Montoyo, quien hasta ahora se desempeñaba como coach de banca de Tampa.
Montoyo sustituirá a John Gibbons y tendrá la misión de sacar a los Azulejos del ostracismo, con una base muy renovada tras la salida en los últimos meses de José Bautista, Edwin Encarnación, Josh Donaldson y J.A. Happ, jugadores de larga historia con el plantel.
Otro miembro del cuerpo de dirección de Tampa que pasará al puesto de mentor es Rocco Baldelli, quien comandará a los Mellizos de Minnesota.
También el jueves, los Mellizos contrataron al coordinador de campo de los Rays, Rocco Baldelli, para ser su nuevo mánager. El estratega se convertirá en el mentor más joven en la historia de las Mayores (37 años) y sustituirá a Paul Molitor, quien registró 305-343 en cuatro temporadas en Minnesota.
Cubanos en movimiento
En medio del torbellino de fichajes y cambios, los peloteros cubanos en MLB afrontan la temporada baja desde muy distintas perspectivas. Por ejemplo, hay algunos que se mantendrán con sus equipos sin ninguna duda, mientras otros quedarán pendientes de cómo se comporte la marea en el mercado.
Salvo una sorpresa mayúscula, Yulieski Gurriel se quedará por tercera temporada consecutiva con los Astros, quizás con una modificación de su papel tras la salida a la agencia libre del venezolano Marwin González.
Yuli podría dejar su papel de indiscutible en la primera base para pasar al rol de utility, teniendo en cuenta su gran experiencia acumulada en Cuba en la defensa de la antesala, la intermedia y, en menor medida, el campo corto.
Es cierto que Houston obtuvo al también antillano Aledmys Díaz en un canje con Toronto para que trabaje como utility de cuadro y ocasionalmente en el bosque izquierdo, pero hasta ahora no se han retractado de su idea de usar también a Gurriel en esas funciones.
Otro que tampoco debe cambiar de aires es el menor de los hermanos Gurriel, Lourdes Jr., quien permanece como uno de los jugadores jóvenes destinados a comandar el proceso de reconstrucción en Toronto.
Lourdes Jr., a sus 25 años, puede estar listo para dar el salto definitivo en las Mayores, sobre todo si logra mantenerse saludable y se asienta en una posición, algo que por ahora no ha conseguido.
También tranquilo podría ser el verano de Aroldis Chapman y Yoennis Céspedes, quienes no deben salir de Nueva York. El cerrador busca recuperarse plenamente de las lesiones que redujeron su tiempo de juego en el 2018, mientras el patrullero está pendiente de evolución tras su segunda operación de talón hace un mes.
Por su parte, Rasiel Iglesias al parecer se quedará en Cincinnati, luego de que los Rojos lo firmaran por tres campañas esta semana. El objetivo del club era evitar el proceso de arbitraje con el cubano y garantizar su presencia en el roster, necesitado de su efectividad. El pinero ha salvado 58 juegos en las dos últimas contiendas.
Diferente es el panorama de José Abreu, Adeiny Hechevarría, José Iglesias, José Miguel Fernández y Yasmani Grandal, todos con opciones de comenzar la venidera temporada en un nuevo equipo.
Abreu puede ser una pieza de cambio de gran valor si las Medias Blancas entienden que su proceso de reconstrucción va demasiado lento. Definitivamente, por el cienfueguero obtendrían un paquete interesante de jugadores y, a su vez, le darían la oportunidad al cubano de mostrar su talento en un equipo contendiente.
Por su parte, Iglesias y Hechevarría están disponible en el mercado de agentes libres y son opciones interesantes para un conjunto que busque un torpedero defensivo sin gran rendimiento con el madero.
Grandal, en tanto, rechazó una oferta calificada de los Dodgers y ahora es uno de los agentes libres en busca de trabajo, quizás lejos de la costa californiana. El máscara es reconocido por su destreza enmarcando pitcheos y su poder al bate, aunque cualquier movimiento pudiera depender de si los Marlins acceden a canjear J.T. Realmuto, el receptor que todos quieren.
José Miguel Fernández, quien estuvo en Cuba hace solo unas semanas y después firmó con las Estrellas Orientales del circuito invernal dominicano, fue dejado en libertad por los Angelinos y ahora tendrá que tantear nuevos destinos.
Buen resumen;creo que sacar a Gurriel de primera podría afectar su bateo.