La selección femenina cubana perdió, 75-80 ante Islas Vírgenes de Estados Unidos, su paso por el Campeonato Centrobasket celebrado en Irapuato, México, y finalizó en el sexto lugar, un resultado muy lejos de sus pretensiones.
La despedida confirmó el discreto desempeño del elenco de la Isla, uno de los candidatos a avanzar a la disputa de las medallas, y que tampoco consiguió el boleto a la AmeriCup 2025, de acuerdo con una nota publicada en el portal deportivo Jit.
Islas Vírgenes venció 80 por 75 a Cuba por el quinto lugar del Campeonato #Centrobasket2024 Femenino.
Las cubanas quedan fuera del podio de un Centrobasket Femenino al que asisten, por primera vez en su historia.
No asistieron en 1977, 2010, 2017 y 2021.#AmeriCupw pic.twitter.com/LdDpEdPV2C
— Richard Bazil (@RichardBazil) November 10, 2024
Las dirigidas por Márgaro Pedroso debutaron con éxito frente a la débil representación de Costa Rica (62-49). Luego llegó el ajustado tropiezo ante la fuerte escuadra de Puerto Rico (66-79), y a seguidas la costosa derrota ante el conjunto de El Salvador (67-70) que dejó a las cubanas fuera de la fase semifinal del torneo.
La victoria sobre Guatemala (94-42) les dio la posibilidad de pelear por el mejor puesto en la ronda de consolación, que finalmente dejaron escapar.
Antes de este fracaso, Cuba había conquistado medallas en todas sus incursiones en estas lides, pues estuvo ausente de las disputadas en 1977, 2010, 2017 y 2021.
A pesar de la decepcionante actuación, Jit destaca el juego mostrado por la joven María Montero, que “a pesar de su inexperiencia debió asumir un rol protagónico y permanecer todos los minutos posibles en la cancha”.
A su vez, considera que la ausencia de la estelar Isabella Jourdain -sin aportar detalles sobre los motivos-, lastró las posibilidades de que el equipo tuviera un mejor nivel de juego.
Cuba cae ante El Salvador y se pierde las semifinales del Centrobasket femenino
También señala, entre los motivos del resultado, el discreto accionar de la mayoría de las jugadoras, por lo que “el equipo no logró el aporte que demandaban las circunstancias y ello provocó una actuación alejada de lo deseado y del tercer lugar obtenido en la edición anterior”.
Ese reporte también apunta a la falta de fogueo del plantel y a la baja forma física exhibida sobre la cancha como otras circunstancias detrás del resultado.
El torneo fue ganado por la selección de Puerto Rico, luego de imponerse en la final a la de República Dominicana con marcador de 95-81. El tercer puesto correspondió a las anfitrionas mexicanas gracias a su victoria 84-64 sobre las muchachas de El Salvador.