Iker Casillas, el histórico arquero del Real Madrid y campeón mundial con España, fue dado de alta del hospital el lunes, cinco días después de que sufrió un infarto.
El veterano arquero del Porto dijo que estaba contento con su recuperación, pero no proporcionó ningún indicio sobre si seguiría jugando a nivel profesional.
Casillas, de 37 años, se sintió enfermo durante un entrenamiento el miércoles pasado y fue sometido a una cateterización tras ser llevado al hospital.
“Hay sacar una sonrisa en estos momentos”, dijo el arquero. “Me encuentro mucho mejor”, agregó.
Ante los reporteros afuera del hospital, sin responder preguntas, un emotivo Casillas dijo que “no sé lo que será del futuro”, y que lo más importante era estar ahí y “poder hablar tranquilamente”.
“Será un reposo de un par de semanas o incluso un par de meses, no lo sé. Lo importante es estar aquí”, señaló el español.
El médico del Porto, Nelson Puga, dijo la semana pasada que el futuro futbolístico de Casillas dependía de varios factores, incluida la voluntad del arquero de seguir jugando.
Casillas señaló que “tuvo mucha suerte” de que el incidente no tuviera consecuencias más graves, y agradeció por las muestras de apoyo que ha recibido.
Quiero “agradecer las muestras y miles de muestras de cariño que me ha dado mucha gente”, expresó.
Casillas se unió al Porto en 2015 después de ayudar a que el Real Madrid conquistara cinco títulos de la Liga española y tres trofeos de la Liga de Campeones.
Con la selección española obtuvo una Copa del Mundo y dos Eurocopas.
El arquero recién extendió su contrato con el Porto hasta el final de la temporada 2019-20, con una opción para otra extensión de un año.