Yennier Cano solo lanzó tres años en la Serie Nacional, y siempre intentó marcar la diferencia. Desde su irrupción despuntó como un cerrador implacable, dueño de una poderosa recta que quebraba a los rivales de los Tigres avileños, conjunto con el que logró levantar par de cetros domésticos.
Pero el espigado derecho, además de resaltar desde la lomita, buscó también entrar en el exclusivo club de peloteros cubanos que solicitaba su liberación a los organismos deportivos para salir el país, sin planificar una escapada a hurtadillas, sin abandonar una delegación en cualquiera de los eventos internacionales en los que hubiera participado.
Sin embargo, Cano, pese a ir de frente y convertirse en la excepción de una regla, nunca recibió una respuesta positiva. Esperó durante meses sin jugar, recibió propuestas de redes enfocadas en el tráfico de jugadores antillanos, permaneció en la isla, probó luego suerte en México y regresó a Cuba, donde se comentó sobre su posible reinserción en los sistemas de competencias.
En algunos círculos se valoró la posibilidad de que lanzara en el Sub-23, en otros se habló de que se uniría a Morón en la Serie Provincial avileña, pero esas fueron simples cortinas de humo. Cano, al final de la historia, se fue de Cuba y, al parecer, demorará un tiempo en volver, porque tiene entre ceja y ceja triunfar en el béisbol profesional.
Yennier ha aparecido por Argentina vistiendo la casaca de los Cóndores de Córdoba, un destino sui generis, de hecho, es el primer pelotero cubano que juega en la Liga de ese país, la cual acaba de comenzar su segunda temporada.
Pablo Tesouro, director ejecutivo de la Liga Argentina, comunicó a OnCuba que Cano no estaba disponible para conceder entrevistas por ahora, pero ha señalado su admiración por el avileño, sentimiento compartido en la nación sudamericana, desde donde resaltan su sangre fría, su repertorio y poder, al punto de que lo han bautizado como “El Temible”.
Uno de los más impresionados es el mentor de su equipo, Federico Bisbal, quien calificó a Cano como un caballo del bullpen, una sensación que espera se mantenga al más alto nivel durante todo el torneo, tras un arranque hermético de dos entradas y seis bateadores retirados, cuatro por la vía del ponche.
El cubano es el sexto extranjero inscrito en la nómina de los Cóndores durante las dos primeras semanas del torneo, junto a los venezolanos Ricardo Rodríguez (infielder), José Carillo (receptor) y Jesús Martínez (lanzador), el italiano Carlos Zazzi (jardinero) y el estadounidense Eric Herman (utility).
Evidentemente, este pretende ser un paso intermedio en la carrera de Cano, quien ansía llegar a Estados Unidos y firmar por alguna de las franquicias de las Mayores como agente libre sin restricciones. De acuerdo con las reglas del último Convenio Laboral de MLB, si desea lograr esto debe tener seis campañas de experiencia y 25 años cumplidos.
En este momento, Yennier tiene precisamente 25 años (nació el 9 de marzo de 1994) y suma cinco temporadas en su historial, tres en la Serie Nacional y dos en la lid Sub-23 de Cuba, por lo que la incursión en Argentina le permitirá llegar a los seis cursos que exige MLB, tal cual ha advertido Jorge Ebro, de El Nuevo Herald.
El propio reportero señala que si Cano decidiera ir a probar suerte ahora mismo en las Mayores se enfrentaría a notables limitaciones financieras. Para colmo de males, el antillano también estaría frente a un mercado de reducidas opciones, pues un buen número de clubes ya han agotado sus bonos de firmas internacionales.
Hasta ahora se ha conocido del interés de los Yankees de Nueva York y las Medias Rojas de Boston por contar con los servicios del cerrador cubano, quien resalta por su velocidad superior a las 95 millas, todavía con mucho margen de mejora.