Aunque hace más de un mes finalizó el 65 Torneo Internacional de Pesca de la Aguja Ernest Hemingway, en la Marina habanera no hay reposo desde entonces… Reconstruir, acondicionar, y devolver a su total esplendor los muelles y atracaderos es la misión, pues con la vista fija en el mercado norteamericano la Marina en pleno se prepara para una nueva etapa de la pesca y la náutica.
Y es que en la recién concluida edición, por primera vez después de 35 años el Departamento de Comercio de los Estados Unidos permitió que 15 embarcaciones norteamericanas llegaran a la Bahía de Barlovento, tres de las cuales se llevaron los premios del torneo: Billy The Kid con 11 capturas, Triple F con 8 y Unclaimed con 5, además del premio al mayor dorado (10,5 Kg) que se lo adjudicó la embarcación Key Player de Estados Unidos, el primer día de pesca.
Con un récord de 82 participantes norteamericanos y un total de 52 capturas (3 agujas voladoras, 11 blancas y 38 azules) ―el doble de las realizadas en 2014― los resultados de este 65 torneo evidencian que se trata de un evento que ha ido creciendo cada año, recuperando así la importancia que tuvo una década atrás y, sobre todo, proyectando un posible escenario en el que los atraques de yates estadounidenses colmen las instalaciones de la Marina.
“En el 2013 tocamos fondo con 9 embarcaciones, pero ya nos hemos convencido de que los pasos dados en este tiempo fueron justamente para levantar el torneo: el año pasado llegaron 22 embarcaciones, este 25, y en 2016 pensamos tener más de 30 equipos en la competencia”, asegura Francisco Díaz, director de Mercadotecnia de la Empresa Marinas y Náuticas Marlin S.A.
Incluyendo las 15 naves norteamericanas, el evento sumó la participación de 145 pescadores representantes de 12 países como EE.UU, Canadá, Francia, Cuba, Inglaterra, Letonia, México, Italia, Rusia, España, Holanda y Suecia, colocándolo como el segundo más grande de los últimos diez años.
La tradición y permanencia del certamen durante más de medio siglo lo sitúan entre los más importantes del mundo y el tercero de mayor antigüedad; aunque sin dudas uno de los mayores atractivos del torneo es su propia historia, la leyenda que el viejo Papa comenzó a tejer a bordo del Pilar desde 1934, muchos años antes de que se iniciara el torneo que ayudó a fundar.
Lo que nació en 1950 como un torneo de pesca para clubes de yatistas cubanos, se convirtió en suceso internacional luego de que Ernest ganara el Pullitzer con la historia sobre el viejo Santiago y su lucha contra las fuerzas del mar. Tras la publicación del libro el Torneo Hemingway tomó connotaciones heroicas: todos querían atrapar una aguja, todos, sin distinción, querían emular en hombría con Santiago.
Y es que sin dudas, muchos de los relatos que escribió en esos años surgieron al mismo tiempo que perseguía peces de pico en las aguas cubanas sobre los escasos 12 metros de eslora del Pilar; sentado en aquella silla de madera sujeta al suelo del yate de sus sueños, bien pudieron nacer varias de las novelas que luego encantarían al mundo, especialmente El viejo y el mar.
Este año las coincidencias de fechas hicieron del torneo una edición particular: “primero fue el primer evento internacional que se realizó luego de las declaraciones de los presidentes de Cuba y Estados Unidos, precisamente porque este país es el principal competidor en sus ediciones; también se celebraron los 10 años de existencia del Grupo Empresarial de Marinas y Náuticas Marlin S.A y, sobre todo, porque las jornadas de pesca esta vez comenzaron el 26 de mayo, el mismo día que se fundó el torneo 65 años atrás”, explica Díaz.
Por su parte, John y Patrick Hemingway, los nietos del escritor, llegaron a Cuba en barco desde Cayo Hueso para participar en el Torneo y, según dijeron, “mostrar a los americanos que las cosas están cambiando, que muy pronto será aún más fácil viajar aquí y disfrutar la Isla, la cultura, la gente”.
Asimismo, los franceses Francois Gerard Aprile y Gilles Plichon, campeones históricos de la competencia y los únicos que han sacado del país la Copa Hemingway, participaron en esta edición y aunque no alcanzaron ningún premio, aseguraron venir el próximo año dispuestos a ganar una vez más el torneo, recuerda el director de Mercadotecnia de la Marina.
A propósito de la Copa que conserva la Marina como patrimonio del torneo, actualmente existe una réplica de la copa original donada por Hemingway, que es la que pueden exhibir en su país ―y luego devolverla― los participantes que ganen tres veces el primer puesto, aunque no sea de manera consecutiva, además de inscribir su nombre en una de las placas de la base, donde solo están grabados ahora los datos de los franceses.
Históricamente los pescadores que compiten en el Torneo Hemingway repiten su experiencia, de hecho, muchos de los participantes de esta 65 edición anunciaron que volverían en 2016; tal es el caso de los franceses que prometieron llegar entonces con mejor tecnología para superar así a los norteamericanos, “quienes pusieron esta vez la varilla bien alta ―explica Francisco Díaz― pues vinieron con un mecanismo tecnológico inigualable para la captura de la presas, de ahí que hayan arrasado con el primer, segundo y tercer lugar”.
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Sobre las cuotas de inscripción, en la página oficial del evento, se anuncia que el costo de ingreso para un equipo de hasta tres pescadores es de 450 CUC, pagando otros100 CUC por un pescador adicional, y para quien viene en su propia embarcación esa tarifa incluye el atraque del yate, la invitación al cóctel de bienvenida, el acceso a la ceremonia de premiación y cena para todos los integrantes del equipo. Asimismo, la renta de una embarcación en la Marina supone a partir de 3000 CUC, lo cual asegura una tripulación altamente calificada, avíos de pesca, carnadas, snack y líquidos durante las salidas al mar.
Otras ofertas de la Marina están siempre a disposición de los participantes como el alquiler de embarcaciones para la pesca, el atraque con servicio de agua y electricidad incluido, el hospedaje en habitaciones y bungalows de lujo, la renta de autos y motos, así como un variado programa de actividades recreativas para todos los visitantes, lo cual le imprime al torneo ese carácter de fiesta que tanto agradecen los amantes de la pesca.
De acuerdo con el método de Tag and Release (marcar y liberar), implementado en 1997 por la IGFA para la protección y conservación de las especies, las reglas de la competencia permiten la utilización de líneas de pesca de hasta 80 libras y obligan a fotografiar cada captura. Asimismo las especies encontradas se califican de acuerdo a su fortaleza y la resistencia al momento de pescarlas, de modo que los Blue Marlins otorgan 500 puntos, los White Marlins 400 y los Sail Fish 300, mientras que los túnidos y petos tienen una escala de acuerdo a su peso.
A partir de esta 65 edición del torneo, realizada en condiciones históricas por lo que representa para la Marina Hemingway y la náutica cubana el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y estados Unidos, se vislumbra una explosión del evento hacia el mercado norteamericano, para lo cual se prepara intensamente el Grupo MARLIN, procurando convertir incluso el complejo de sus instalaciones en tierra (hoteles, restaurantes, etc) en una empresa mixta.
“Hoy la Marina no es la misma de hace seis meses atrás ―concluye Francisco Díaz: Desde hace algún tiempo se encuentra inmersa en un proceso inversionista paulatino y escalonado con el fin de revitalizar todo el frente de mar (torretas, puertos y muelles) para aprovechar en el futuro los 416 atraques que permite la instalación, de las cuales se utilizan solo 112 actualmente”.
A la espera de que comience la avalancha de embarcaciones provenientes del sur de Estados Unidos, zona en la que existen alrededor de 250 000 embarcaciones, el Grupo Empresarial Marlin y Ecotur amplían sus potencialidades para expandir el torneo hasta límites insospechados, invitando desde ya a los pescadores del mundo entero a la 66 edición que se realizará entre el 13 al 18 de junio de 2016.