Lleva en la espalda el 12, un número que deberían retirar del uniforme de la Isla de la Juventud cuando le diga adiós a los diamantes.
Porque Michel Enríquez no es un 12 cualquiera, un 12 más. Es el Súper 12, un título honorario que ha merecido no por ser el más mediático de los peloteros cubanos, pero sí uno de los mejores y más queridos. De los más respetados dentro y fuera del campo.
Silencioso, modesto, incómodo en ocasiones, ha construido su leyenda a golpe batazos. De hits. De calidad.
Su conexión con los aficionados no pasa por la controversia y el escándalo, sino por la justeza, la dignidad, la consagración. Quizá algunos no lo aprecien como deberían pero quienes se sientan en las gradas no pasan por alto sus palabras. O sus silencios. Como no pasan por alto sus jugadas.
Este viernes, Michel sumó un nuevo hito a su carrera. En su último turno al bate frente al matancero Yanier Blanco pegó su indiscutible 2000 en Series Nacionales, una cifra destinada a la más alta realeza del béisbol.
Lo hizo vistiendo como refuerzo la camiseta de Pinar del Río, en un estadio Capitán San Luis que lo aplaudió como un hijo propio, y no en el Cristóbal Labra de sus Piratas, ausentes de esta segunda fase del campeonato cubano.
El tiempo y las matemáticas conspiraron contra el escenario más emotivo para su proeza, pero no por ello fue menos grande.
Para que se tenga una idea de su hazaña, solo 22 peloteros –contándolo a él– han alcanzado semejantes dígitos en las Series Nacionales. Aunque lo logró a sus 38 años, luego de 20 campañas, es en realidad el segundo que menos veces al bate necesitó para conseguirlo, solo superado por otro Súper (10 en este caso): el pinareño Omar Linares.
Además, se convirtió en el segundo pinero en llegar al doble millar de hits en la historia, detrás de Alexander Ramos, y el segundo pelotero en lograrlo en esta serie, tras otro incombustible: el tunero Danel Castro.
El capitalino Enrique Díaz (2378), el santiaguero Antonio Pacheco (2356) y el yumurino Fernando Sánchez (2215) lideran el selecto listado en el que también figuran grandes como Antonio Muñoz, Víctor Mesa, Wilfredo Sánchez y Orestes Kindelán, todos ya retirados.
Estelares como Casanova, Paret, Ermidelio y Osmany Urrutia y Carlos Tabares, se despidieron del béisbol sin lograr el ticket. Otros, todavía en activo, como el espirituano Frederich Cepeda y el habanero Alexander Mayeta, tampoco han podido conseguirlo.
De hecho, entre quienes integran tan privilegiado grupo solo el Súper 12, Danel Castro y el espirituano Eriel Sánchez –único receptor– permanecen en el terreno y con posibilidades de engordar sus números.
Las cifras de la grandeza
A su más reciente gesta, Michel une su condición de recordista en dobles en Series Nacionales (431), un batazo que conecta como quien se toma un vaso de agua: ha bateado 30 o más en tres campañas (récord) y 20 o más en otras nueve, también plusmarquista junto al villaclareño Ariel Borrero, igualmente incluido en el club de los 2000 hits.
Además, su average histórico (359) lo sitúa en el tercer puesto en Cuba, al igual que su OBP (459).
En la Serie Nacional 48 tuvo uno de sus performances más brillantes, al despachar 152 hits –su mayor cifra personal– e implantar récord de dobles (37), tope que actualmente comparte con el alazán Alfredo Despaigne.
Como capitán Pirata, suma una presea de bronce en la Serie 38 y una de plata en la 54, al tiempo que con el uniforme del Cuba ha participado desde 2001 tanto en Clásicos Mundiales, Copas Intercontinentales y Juegos Olímpicos como en torneos regionales y topes de confrontación.
No obstante, hace algunos años que no es llamado a la principal selección cubana. Su veteranía, algunas lesiones y, quizá, su postura menos aquiescente, lo han marginado de los principales eventos.
Pero Michel no ha bajado la guardia. Ha continuado entrenando con sistematicidad, lo ha dado todo por el equipo de la Isla y –ahora– por Pinar del Río, y ha probado fuerza en el extranjero, en particular en México.
Precisamente por gestionar un contrato al margen de la Federación Cubana no pudo comenzar a jugar desde el inicio de la actual serie, aunque finalmente fue rehabilitado junto al tunero Yordanis Alarcón y el habanero Pedro Pablo Cuesta, quienes estaban en el mismo caso.
Sus compañeros de la nave Pirata le rindieron un inusitado y merecido voto de lealtad cuando, antes de su reincorporación y al conocerse la noticia del fallecimiento de su madre, quisieron saltar al terreno con un brazalete luctuoso. Finalmente la Federación Cubana no dio su visto bueno, pero la iniciativa de los pineros, multiplicada en las redes sociales, dice cuánto significa Michel para el equipo más allá de lo puramente deportivo.
Luego, en un acto de reivindicación, Pedro Luis Lazo lo llamó a las filas pinareñas cuando la poca participación del Súper 12 en la serie amenazaba con marginarlo de la segunda etapa. Toda Cuba aplaudió el gesto del mentor pativerde y Michel le ha agradecido con el bate a su antiguo compañero de armas. Así llegó a los 2000 hits, una marca que él dedicó en primer lugar a su fallecida madre.
¿Será este el fin de su carrera?
El propio Michel Enríquez no lo sabe. Tras su nueva proeza dijo a la prensa que ahora su principal preocupación era contribuir a que Pinar del Río se incluya en los play off, una tarea por el momento complicada.
Comentó que terminada la serie se reuniría con su familia, sus compañeros de equipo y las autoridades de la Isla de la Juventud y entonces decidiría. Pero, dejó claro que todavía se siente en condiciones de jugar.
El año que viene bien podríamos verlo entonces nuevamente enfundado en el uniforme Pirata. Y los 2000 hits de este viernes, creciendo quién sabe hasta cuántos.
Como un auténtico grande, los límites de Michel parecen dictados por él mismo. Que no es el Súper 12 por gusto.
https://www.youtube.com/watch?v=VgmiYCiqumQ
Solo una cosita: el video es mío…Yuliet Pérez Calaña, Yuliet PC o la Yuli de la Isla…como prefieran!