Un retrato del panorama futbolístico entre las Copas Mundiales de Brasil y Rusia no puede estar completo sin el análisis de lo sucedido en América. Por eso, en la tercera y última entrega de esta serie –luego de los textos dedicados a Europa y a África, Asia y Oceanía– invito a un viaje de Norte a Sur por el continente americano para visitar sus dos confederaciones regionales.
Si se unieran la Concacaf y la Commebol serían 51 sus países miembros, cuatro menos que los asociados en Europa, la zona geográfica con más aspirantes a clasificar para un Mundial. Su separación, sin embargo, descubre dos realidades bien diferentes, tanto cuantitativa como cualitativamente hablando.
Mientras Sudamérica concentra mucha historia en pocos equipos, en Norte, Centroamérica y el Caribe los invitados al baile son más numerosos aunque solo terminen bailando cuatro o cinco.
El último cuatrienio da poco margen a las dudas.
Concacaf: muchos para pocos
Comienzo por la confederación más nutrida de América, que es también la más floja competitivamente. Y la más desnivelada.
La Concacaf agrupa 41 asociaciones nacionales no solo de Norte y Centroamérica –regiones con mejor linaje futbolístico– sino también del Caribe e, incluso, de Sudamérica, pues las tres Guyanas (Guyana, Guayana y Surinam) optaron por alinearse a la zona caribeña con la que tienen mejores opciones competitivas y mayor afinidad sociocultural.
Dos países llevan la vanguardia: México y Estados Unidos. Su imperio se extiende no solo entre los hombres, en sus diferentes categorías de edad, sino también entre las mujeres. Por eso sorprende que los estadounidenses se ausenten de Rusia luego de haber asistido a siete Copas consecutivas.
En Brasil los norteños llegaron hasta octavos de final –su mejor resultado histórico es el bronce en la cita inaugural de Uruguay 1930–, cuando tropezaron con los Diablos Rojos de Bélgica. Cuatro años antes habían caído en la misma instancia frente a las Estrellas Negras de Ghana.
Su traspié en la hexagonal final de Concacaf fue una de las grandes sorpresas de las clasificatorias planetarias, junto a las eliminaciones de Italia y Chile. Sin embargo, aunque es un campanazo que no debe ser desoído, de momento los yanquis siguen entre los punteros de la zona, tanto por su posición en el ranking de la FIFA como por su actuación en los torneos regionales.
México, por su parte, llegará a Rusia con la moral por las nubes, luego de liderar las eliminatorias de Concacaf y mostrar una estabilidad en el juego que hace soñar a sus parciales. Siendo sinceros, es el único equipo de esta zona que está listo para colarse en una fiesta destinada casi en exclusiva para las selecciones de Europa y Sudamérica.
En los seis mundiales anteriores los mexicanos avanzaron hasta los octavos de final, pero ahora la historia pudiera ser diferente. No obstante, primero tendrán que superar un grupo bien difícil, con Alemania, Suecia y Corea del Sur como contendientes.
Costa Rica sigue en la élite de la región, al lograr su quinta clasificación a una Copa. Los centroamericanos dejaron un excelente sabor en Brasil, donde se despidieron en cuartos de final tras caer en penales frente a la poderosa Holanda, y se han mantenido a la saga de aztecas y estadounidenses en el listado universal. Ahora tendrán que arañar el pase frente a Suiza y Serbia, porque el Brasil de Neymar luce predestinado a mandar en su llave.
El tercer invitado a Rusia será Panamá, que concretó un histórico primer boleto a un Mundial y confirmó el progreso sostenido en los últimos años. Los canaleros ya habían sido quintos en la hexagonal final rumbo a Brasil –entonces clasificaron directo estadounidenses, ticos y hondureños, mientras los mexicanos lograron el pase en repechaje frente a Nueva Zelanda– y en las dos Copas de Oro del período estuvieron entre los ocho de arriba.
Ahora coincidirán con Bélgica e Inglaterra en el grupo –Túnez es el cuarto convidado–, así que sus opciones de pasar a octavos parecen remotas.
De Copas
La Copa de Oro –principal torneo de selecciones de la Concacaf– completa el cuadro del actual cuatrienio futbolístico en el área. Dos fueron los torneos de este período, en 2015 y 2017, ambos con sede en los Estados Unidos, al igual que la Copa América Centenario 2016, que combinó a equipos de todo el continente.
En las tres justas, la vanguardia de Concacaf se mostró inalterable, con México levantando la copa de 2015 y Estados Unidos la de dos años después, y con Costa Rica, Panamá y Jamaica siempre en la ecuación. El caso de los Reggae Boyz es el más llamativo, porque fueron segundos en ambas Copas de Oro y lograron clasificar a la Copa América Centenario, pero luego no alcanzaron la hexagonal final rumbo a Rusia.
Esa plaza en la ocupó Trinidad y Tobago, a la postre sexto y fuera del Mundial. Honduras, por su parte, volvió a la hexagonal pero tras terminar cuarto cayó frente Australia en el repechaje. Antes, se había incluido entre los ocho primeros en la Copa de Oro de 2017 y no logró el cupo a la Copa América Centenario, a la que, en cambio, sí clasificó Haití.
Cierro la Concacaf con la selección de Cuba que –milagrosamente– se coló entre los ocho primeros en la Copa de Oro de 2015. Desde entonces, la Isla ha ido en picada en el ranking de la FIFA, en el que anda ya por el puesto 182. Otros dos equipos que en estos años lograron incluirse al menos una vez entre los mejores de la región fueron Canadá y El Salvador, ambos en la Copa de Oro de 2017, pero sus realidades en el escalafón son bien diferentes a la de los cubanos.
(En el siguiente mapa, se cuentan las clasificaciones a los Mundiales del período y a la Copa América Centenario, así como el haber llegado a cuartos de final en las Copas de Oro)
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La aristocracia sudamericana
A diferencia de la Concacaf, en la Commebol militan apenas diez selecciones. Tres de ellas –Brasil, Argentina y Uruguay– concentran nueve títulos universales y han sido por décadas la aristocracia futbolística del continente. Muchos de los mejores jugadores del mundo nacieron ahí y en Rusia tendrán la mayor cantidad de papeletas para sacar la cara por América.
Sin embargo, a los Mundiales del período llegaron por caminos diferentes, accidentados en más de un caso, y ninguno de estos países consiguió levantar alguna de las dos Copas Américas celebradas en el cuatrienio: la de Chile 2015 y la Copa Centenario Estados Unidos 2016.
Después de entrar de oficio por ser la sede en 2014, los brasileños fueron los grandes dominadores de la más reciente eliminatoria sudamericana y clasificaron con holgura para la cita rusa. Conducida por Tite y con la magia de Neymar, la Verdeamarela ha vuelto a encandilar al planeta y ha olvidado los tragos amargos del pasado reciente. En Rusia deben dominar su grupo y avanzar hasta donde lo permita su talento. No sorprendería un sexto título.
Uruguay necesitó el repechaje para jugar en Brasil, pero en la ronda clasificatoria iniciada en 2015 nunca estuvo por debajo del tercer lugar. Finalmente, terminó segundo y viajará al Mundial con una generación madura, liderada por los goleadores Luis Suárez y Edinson Cavani, el central Diego Godín, y la sapiencia en el banquillo de Oscar Washington Tabárez. Visto su grupo clasificatorio, debe caminar cuando menos hasta octavos.
La Argentina de Lio Messi vivió las verdes y las maduras en la eliminatoria y solo una jornada perfecta de su astro en el último partido ante Ecuador la catapultó hasta el tercer puesto. En Brasil estuvo a punto de levantar la ansiada Copa, pero el gol de Mario Götze en el tiempo extra la dejó con las ganas. Para Rusia, los pronósticos son menos optimistas, aunque al menos en su llave son los grandes favoritos.
No obstante, Argentina ha sido el equipo más estable del continente en los primeros lugares del ranking mundial y el único de los tres punteros que ha sumado medallas en las Copas Américas del cuatrienio: dos subtítulos, tras caer frente a la Roja de Chile en ambas finales. Este parece ser el sino de los albicelestes, aun con la clarividencia de Messi: bregar y bregar para quedar finalmente a un paso de la gloria.
Confirmaciones, avances, retrocesos
Si hablamos de confirmaciones, Colombia se lleva los titulares. Los cafeteros enamoraron al público en Brasil 2014 con James Rodríguez, Juan Guillermo Cuadrado y compañía, y repetirán en Rusia con la esperanza de tener mejor fortuna. En la Copa América 2015 quedaron en cuartos de final, pero en la Centenario se colgaron el bronce tras derrotar a los anfitriones estadounidenses. En el ranking han tenido tiempos mejores, pero se mantienen entre los veinte primeros y en el Mundial deben dar pelea.
En cuanto a los avances, el más notable es el de Perú. Ausentes de los Mundiales desde 1982, los Incas se batieron en la clasificatoria y arañaron el boleto a Rusia en el repechaje, donde volvieron a dejar con las ganas a los Kiwis de Nueva Zelanda.
Su progreso, de la mano de un grupo cohesionado y sin estrellas rutilantes –la mayor, el goleador Paolo Guerrero, que se perderá el Mundial sancionado– ya se anunció con el bronce en la Copa América de Chile 2015 y ha tenido un claro reflejo en el listado de la FIFA, en el que ahora ancla en el lugar 11.
En la posición contraria está Ecuador, que tras lograr el pase a los Mundiales de 2002, 2006 y 2014, se perderá el de Rusia. Los ecuatorianos arrancaron con buen pie la clasificatoria, pero desde la jornada 13 vivieron un calvario que los mandó hasta el octavo puesto. Tampoco su performance en el período ha sido bueno, pues apenas se incluyeron entre los ocho primeros en la Copa América Centenario y en el ranking pasaron del puesto 22 en octubre de 2013 al 64 en abril de 2018.
Más lamentable es el caso de Chile porque su exclusión de Rusia lo hará perderse el que hubiese sido su tercer Mundial consecutivo, una cadena que nunca ha logrado completar en su historia. Por demás, esta ausencia –cristalizada tras su derrota por goleada ante Brasil en la última fecha clasificatoria– se contradice con su ubicación en el ranking de la FIFA, en el que ha estado en la decena de arriba en los últimos dos años.
La Roja ha mostrado carácter y calidad en los torneos continentales, de la mano de Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Eduardo Vargas y Gary Medel, y ya hizo historia al lograr dos Copas América consecutivas y llegar a la final de la Copa Confederaciones, en la que perdió cerradamente con Alemania. Su ausencia marca la despedida de una generación dorada que esperaba dar el salto en 2018, luego de quedar en octavos de final en los dos Mundiales precedentes.
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(En el mapa se reflejan las clasificaciones a Brasil y a Rusia, así como la inclusión entre los ocho primeros en las Copas América del cuatrienio)
En este vistazo, las posiciones menos aventajadas de la Commebol quedan para Paraguay, Venezuela y Bolivia, aunque justo es decir que los guaraníes pelearon duro el pasaje a Rusia y quedaron séptimos en la tabla clasificatoria, a solo dos puntos de Perú. Además, fueron semifinalistas en la Copa América 2015 y en el escalafón mundial han tenido un tímido progreso.
Venezolanos y bolivianos son, sin dudas, los coleros de Sudamérica y, a pesar de alguna que otra actuación esperanzadora, no acaban de despegar. En estos cuatro años apenas cuentan como logros incluirse una vez entre los ocho primeros en una Copa América –Bolivia en 2015 y Venezuela en 2016– y sus posiciones en el ranking no mienten.
Aun así, ambos equipos aparecen hoy por encima de Ecuador en el listado y, con la competitividad propia de Sudamérica, sacaron más de un susto en las eliminatorias, como los triunfos bolivianos 2-0 sobre Argentina y 1-0 sobre Chile, y la victoria venezolana sobre Paraguay en la última jornada, que dejó a los guaraníes sin oxígeno en la pelea por el boleto.
Estos resultados son ahora su consuelo ante la sempiterna condena de no clasificar a una Copa Mundial. En Rusia, el orgullo de Sudamérica volverá a estar en las manos –en los pies– de los históricos.