En 2017, los barcos de Norwegian Cruise Line Holdings (NCLH) transportaron a casi 2,5 millones de viajeros y atracaron en medio millar de puertos en todo el planeta. Pero entre todos los destinos visitados por las tres marcas de la compañía estadounidense, uno sobresalió por la satisfacción de los clientes: La Habana.
Al celebrar su primer aniversario de operaciones en Cuba, NCLH distinguió oficialmente a la capital cubana con un galardón que la empina sobre destinos mundialmente famosos como Barcelona, Venecia, Montecarlo, Honolulu y Miami.
“Ningún otro destino se ha vuelto tan popular tan rápidamente como La Habana”, dijo Frank del Río, presidente y CEO de la empresa durante la celebración, realizada este jueves en el Hotel Meliá Cohiba.
El 9 de marzo del año pasado, el buque Marina de Oceania Cruises inauguró los viajes de NCLH a Cuba. Poco después también desembarcarían en La Habana cruceros de sus otras dos marcas: Norwegian Cruise Line y Regent Seven Seas Cruises.
En total, al cierre de diciembre los barcos de NCLH habían traído a la Isla alrededor de 70,000 viajeros, una cifra que la compañía espera casi duplicar en 2018.
Para Del Río, los motivos de esta popularidad no son ningún misterio. “Es fácil ver por qué –asegura–: el valor de Cuba siempre ha superado su tamaño geográfico”.
A los tesoros arquitectónicos, culturales y naturales de la Isla, el empresario cubano-americano –quien salió de la Isla en 1961 con apenas 8 años– sumó uno en su opinión fundamental: los propios cubanos.
“El valor más importante para el éxito de un destino es su gente y cómo trata a los visitantes. Estoy extremadamente orgulloso de que mi gente, el pueblo cubano, haya mostrado calidez, amistad, amabilidad y orgullo a tantos de nuestros viajeros”, afirmó.
Norwegian Cruise Line, un puente
“Lo único que disfruto más que regresar a La Habana es poder compartirla con otros”, dijo Del Río, habanero de Lawton, en su discurso en el Meliá Cohiba.
Con más de 25 años de experiencia en el negocio de los cruceros, asegura que desde sus comienzos en esta industria tuvo el sueño de que algún día uno de sus barcos atracara en La Habana.
En 2017, finalmente, lo consiguió. Y lo hizo con un valor agregado: contribuir con sus cruceros a derribar las barreras entre cubanos y estadounidenses.
“Con nuestros viajes, la capacidad de interactuar de nuestros pueblos se ha fomentado”, aseguró.
Según el presidente de NCLH, el 88 por ciento de los cruceristas que han viajado a la Isla en sus barcos son estadounidenses “que desean ver fortalecidos los vínculos entre ambos países”.
Sus pasajeros, opina Del Río, ayudan a tender puentes más fuertes entre los dos países: “Ellos al regresar del viaje les dicen a sus amigos, familiares, compañeros, y quisiera pensar que a sus congresistas y senadores, que no hay muchas diferencias entre nuestros pueblos, que hay más cosas que nos unen que las que nos separan, y los exhortan a abordar un crucero y que vean por ellos mismos todo lo lindo que ofrece Cuba”.
Su apreciación es compartida por Hugo Cancio, representante general de NCLH para el destino Cuba, quien en la celebración del primer aniversario de la compañía en la Isla agradeció a la contraparte cubana y enfatizó en el valor de los viajes para las relaciones entre ambos países.
“Hoy, a poco más de un año de haber arribado el primer barco de Norwegian Cruise Line a La Habana, podemos afirmar con total seguridad que en Mississippi hablan lindo de Cuba, en Alabama, en Tennessee, en Oklahoma, Nueva York…
“Cada uno de los pasajeros que han desembarcado en suelo cubano, al llegar a su tierra se convierte en embajador, en promotor de la marca ‘Cuba’. Si hemos hecho bien nuestro trabajo, hoy tenemos miles de norteamericanos apoyándonos”, aseguró.
Más viajes, más pasajeros
Los cruceros de NCLH no solo visitan La Habana; también atracan en Santiago y Cienfuegos. En 2018 la empresa estadounidense prevé 86 arribos de sus tres marcas en Cuba, los que sumarían unos 130,000 pasajeros.
Estas cifras multiplicarían, a su vez, las ganancias para la Isla y, en opinión de Del Río, demuestran “el compromiso de la compañía con el crecimiento de la industria de cruceros cubana y sus beneficios económicos”.
El año pasado, según cálculos de NCLH, la empresa pagó a Cuba aproximadamente 12 millones de dólares en tarifas portuarias y pagos a los operadores turísticos, entre otros conceptos afines. En 2018 esperan superar los 25 millones.
Estas cifras no incluyen los gastos de los pasajeros por productos y servicios en Cuba (ron, tabaco, arte, comida en paladares), los que la compañía estima en otros 5 o 6 millones.
Se trata de números significativos, en momentos en que la administración Trump ha enfriado las relaciones bilaterales y las posibilidades de negocios conjuntos.
Pero ni Del Río ni NCLH se trazan límites.
“Queremos hacer y participar más, mucho más”, afirmó el empresario.
“Nuestros pasajeros están entre los más exigentes de la industria y pagan los precios más altos de sus categorías para viajar a Cuba. Queremos traer más pasajeros de este tipo a los puertos cubanos y a otros sitios que todavía no son posibles. Si hubiera oportunidad de más escalas pudiéramos traer 200,000 o 300,000 más”, explicó.
Del Río se mostró confiado en lograr esos números en los próximos años y reconoció a los ministerios cubanos de Transporte y Turismo y a varias de sus dependencias que han contribuido al éxito de las operaciones en este primer año.
Además, pidió a las autoridades cubanas nuevos pasos para incrementar el número de cruceros y pasajeros, como la autorización para anclar los barcos y utilizar las propias gabarras de la compañía para transportar los pasajeros a la ciudad, una práctica que emplea en cientos de puertos de todo el mundo.
El presidente de NCLH también abogó por otras iniciativas que necesitarían más tiempo e inversiones y aseguró que su compañía está lista “para cuando el momento permita una inversión directa para desarrollar aún más la capacidad de la industria de cruceros cubana”.
“Pueden contar con nosotros”, se ofreció.
Por lo pronto, la compañía ya ha programado viajes para las temporadas de 2019 y 2020, y nuevos itinerarios podrían ser anunciados en los próximos meses. La Habana promete ser un destino preferencial de NCLH por mucho tiempo.
hay acuerdo bipartidista en el Congreso para limitar estos viajes de cruceros,la iniciativa avanza con todas las de ganar.
Este empresario de origen cuabano es mas patriota que muchos que desde el otro lado nos quieren ver muertos, que se alegran de todas las medidas del gobierno de EU y de la mafia cubanoi americana contra el pueblo cubano , que esla mayoria de los que viven aqui . Es muy bonito desearle el mal a la gente de aquí desde lejos y en cómodas posiciones