Conocí a Virulo mucho antes de que fuera famoso. Fui su condiscípula en el Preunivesitario del Vedado Saúl Delgado y como todos los demás le hice coro para escuchar las bellas canciones que componía por entonces, algunas, muy pocas, con una pizca de irreverente humor. La mayoría líricas y con unos textos hermosos.
Durante algunos años fue visita frecuente en mi casa. Después la vida nos distanció y él fundó el Conjunto Nacional de Espectáculos y se convirtió en el más aplaudido de los humoristas cubanos de la década del ochenta. Desde entonces se ha acompañado siempre por la música que forma parte inseparable de su modo de expresión.
Muchos jóvenes lo conocen poco, puesto que pasó muchos años en México, país en el que ahora sigue viviendo pero del que se ha movido hasta Cuba en una alternancia que nos permite volver a disfrutarlo: siempre alerta, siempre renovándose.
Entrevistarlo fue un placer enorme aun cuando sus respuestas fueron duras, directas, sin eufemismos para disimular algunas inconformidades y malestares. Ni la concesión del Premio Nacional del Humor en 2015 ha podido someterlo a expresiones complacientes hacia una época que parece no gustarle demasiado.
Estas fueron las preguntas que le formulé para OnCuba y que él respondió en el plazo previsto y de manera, quizás, un poco lacónica. Júzguenlas los lectores y quizás lleguen conmigo a la conclusión de que Virulo es un humorista, sí, pero que se toma las cosas muy en serio.
Háblanos de tu último disco Cuba sí, yankees qué, ¿Quisiste trasmitir algún mensaje con él?
Sobre todo dar mi opinión sobre un acontecimiento histórico del que los cubanos deberíamos hablar más. Se avecinan relaciones difíciles de las que hablo en el disco haciendo referencia a las relaciones de pareja. En general, no veo que en Cuba tengamos una visión objetiva de lo que va a pasar, tal vez porque la necesidad de cambios es tan grande que cualquier cosa que pase será bien recibida.
¿Qué opinas del humor que se hace en Cuba actualmente?
Creo que hay muy buenos humoristas haciendo un humor mediocre porque si no se mueren de hambre. El público no quiere cosas elaboradas ni reflexivas, quiere sangre como en el circo romano y las autoridades no ayudan con una política cultural inteligente a estimular el gusto por manifestaciones más elaboradas. En general, todo tiene que ver con un exceso de politización en la educación y poco interés en enseñar a la gente a pensar que, a mi juicio, es lo más importante. Te diré que la situación de Cuba es muy parecida a la que se vive en todas partes.
¿Por qué crees (si lo crees) que la cultura cubana necesita un Premio Nacional del Humor y cómo recibiste tú, personalmente, ese reconocimiento?
En general creo que en Cuba se dan muchos reconocimientos y pocos premios…$$$.
No sé si se justifica con el humor que hacemos que tengamos un Premio Nacional del Humor, aunque recibí el mío con mucha alegría, algunos dicen que me lo dieron tarde, pero, en fin, lo recibí con humildad y agradecimiento y lo que sí creo es que los premios deberían honrar los aportes y la calidad artística y no solo la trayectoria.
Vives entre dos países (México y Cuba) ¿qué ventajas y desventajas tiene para tu carrera?
La ventaja principal es la independencia, la libertad de hacer lo que quiero y el privilegio de ver las cosas con otra perspectiva. Las desventajas son la añoranza, la necesidad emocional de un ancla para el corazón y, a veces, no sentirte parte de un lado ni del otro.
¿Por qué apelas a la música para manifestarte como humorista?
Bueno, yo, antes que humorista soy trovador y músico y no descarto hacer un disco en el futuro con mis canciones no humorísticas. La música en el humor me da universalidad y me coloca en un extraño espacio que ocupamos muy pocos en el planeta, pues se pueden contar con los dedos de las manos a los que hacemos música humorística en el mundo.
A veces es una ventaja y, a veces, una desventaja pues el público, en general, está condicionado a un humor más verbal y menos musical.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Acabo de terminar con Ernesto Acher (ex miembro del grupo argentino Les Luthiers) y la Orquesta Sinfónica de Sinaloa, México, un disco titulado Juegos Sinfoniquísimos: una propuesta rara en estos tiempos de mezclar música sinfónica y humor. El disco ya está por salir en México y estaremos promocionándolo próximamente.
¿Qué influencias reconoces en tu obra?
Mark Twain, Woody Allen, Ñico Saquito, Les Luthiers, Miguel Matamoros y creo que todo lo que he leido y escuchado y me ha gustado.
¿Cómo definirías a Virulo?
Creo que soy un trovador que ama las historias humorísticas y sobre todo que disfruta mucho esa pícara complicidad con el público que me escucha.
Este hombre siempre ha hecho un humor inteligente,pero como dice el ,este tipo de humor ya no se aprecia mucho,se fue para mexico y parece que alli le ha ido bien , aunque a veces me pregunto, para un humorista cubano hacer su trabajo en otro país debe ser dificil, entenderán lo que quiere expresar,ya que no es lo mismo las cosas de cuba a las de otros lugares.un saludo para el y que siga trabajando mucho ,mucha salud tambien, j
El título correcto del disco es ¡Cuba sí, yankees ¿qué? Con signo de exclamación al principio (falta el de cierre) y con signos de interrogación al final.