No son alucinaciones ni está viendo usted doble. Estos hombres ciertamente se asemejan al escritor norteamericano. Son miembros de la Hemingway Look-Alike Society (Sociedad de Personas Parecidas a Hemingway), y visitaron recientemente La Habana junto a Brian Gordon, el actor que más veces ha representado en teatro al Premio Nobel de Literatura. Llegaron a la capital cubana para participar en el XIV Coloquio Internacional en homenaje al autor de Por quién doblan las campanas, y fueron, sin dudas, la sensación del evento.
Las personas los miraban asombradas, les pedían tomarse fotos junto a ellos que se mostraban dispuestos como estrellas de cine acostumbradas a esos menesteres. La verdad, confiesan a OnCuba, es que se sentían felices por traer de vuelta el espíritu del Papa al pueblo de Cuba y vivir parte de las sensaciones que lo unieron a este país. “Luego de lo conocido aquí, me he convencido de que él se enamoró de los cubanos. Es mi primer viaje, pero volveré a este lugar maravilloso”, asegura Gregory Fawcet, ganador en el 2012 del concurso que desde hace 32 años se realiza en el Sloppy Joe’s Bar de Cayo Hueso (Estados Unidos) para seleccionar al hombre más parecido a Hemingway.
Cada julio, en conmemoración a su cumpleaños, un numeroso grupo de señores con barba gris se dan cita en ese islote de la Florida donde Hemingway vivió largos períodos. Con el certamen, además de disfrutar del ambiente de camaradería que allí se crea, estos hombres luchan por mantener viva su figura entre las nuevas generaciones.
“Los hijos y nietos vienen a ver a sus abuelos competir y, de esa forma, logramos que su memoria perdure. En la Sociedad recaudamos fondos y ofrecemos becas para que los jóvenes estudien en la Universidad Comunitaria de los Cayos de la Florida. El año pasado, por ejemplo, otorgamos un total de diez: cinco de Literatura y el mismo número de Enfermería”, comenta Fawcet.
La competencia, cuenta Walter Collins, propicia “una fabulosa reunión de personas que admiramos la fortaleza y autoconfianza de este novelista. Nos interesa promover su ejemplo y darle continuidad a sus ideales”. Algunos como Fawcet sienten que la imagen de Hemingway se esté desvaneciendo entre los más jóvenes, y “eso es muy triste porque además de un magnífico escritor fue un clarividente, un hombre que trascendió la muerte”.
La Hemingway Look-Alike Society les ha permitido también conocer al artífice de El viejo y el mar en su dimensión humana. “Yo he escrito dos artículos que nunca pensé escribir, uno de ellos sobre las contusiones y el trauma craneal, como factores que contribuyeron a su suicidio en 1961. Ha sido una experiencia maravillosa para mí como concursante y ahora como investigador. A eso se une la posibilidad que me ha dado de visitar a Cuba y conocer los lugares que él frecuentaba”, resalta Collins.
Beber daiquirí en el Bar-restaurante Floridita y mojito en La Bodeguita del Medio, así como degustar la manjúa frita en Las Terrazas de Cojímar son algunas de las aventuras vividas en la Mayor de las Antillas, por estos mofletudos y carismáticos “dobles”. Además, estuvieron en Finca Vigía donde, según asegura Fawcet, “aún se respira la presencia del creador de Adiós a las armas”.
“Él vivió en esta Isla la vida que quiso. Disfrutaba la serenidad, la alegría de las personas y tenía el placer de poner en práctica todo el tiempo sus conocimientos sobre pesca”, considera
Stephen Terry. Según Collins aquí “estaba en total control de su ambiente, esa oportunidad quizás no la hubiera tenido en otro lugar del mundo”. Mientras, Brian Gordon revela que ha quedado absolutamente enamorado de esta tierra: “Ahora tengo una amante, su nombre es Cuba”. Fawcet piensa que al Papa le sucedió lo mismo, pero “tienes que venir para comprenderlo; quien de veras quiera conocer su figura debe visitar la ciudad donde permaneció más de 20 años. Esta experiencia te cambia la vida”.
La Habana, una vez más, lanzó su flechazo de amor y logró con sus artilugios que Hemingway regresara a sus calles, multiplicado en estos siete hombres que veneran al boxeador y al cazador, al pescador y al periodista, al escritor y al ser humano que fue.
Intersante, refrescante y dulce. Nos invoca al recuedo de la fecunda creacion de un hombre que vivio y amo la vida.