En 1492, Cristóbal Colón tocó tierra en el Nuevo Mundo en la isla de San Salvador en las Bahamas. Considerando el mar poco profundo que las rodea, las describió como islas de la “baja mar”.
Cuando llegó había unos 40.000 pobladores originarios. Fueron aniquilados en 25 años debido a las enfermedades, la sobrexplotación y la esclavitud.
Los puritanos ingleses conocidos como “Eleutheran Adventurers” llegaron a las Bahamas en 1649 buscando libertad religiosa. Como había problemas con los alimentos, el capitán William Sayles navegó a las 13 colonias estadounidenses en busca de ayuda y recibió suministros de Boston, Massachusetts. A su regreso, los colonos les agradecieron enviándoles madera. Esos ingresos ayudaron a comprar tierras para lo que después sería la Universidad de Harvard.
Las Bahamas fueron tierras de corsarios y piratas. Desde finales de 1600 hasta principios de 1700, los más famosos fueron Barbanegra y Calico Jack. También hubo mujeres piratas como Anne Bonny y Mary Read disfrazadas de hombres.
Y de tesoros. Hay rumores de tesoros todavía escondidos. Se cree que el pirata británico William Catt y Sir Henry Morgan enterraron tesoros en todas esas islas.
En 1718, el rey de Inglaterra nombró a Woodes Rogers gobernador de Las Bahamas con la idea de terminar con piratas y corsarios. Ofreció amnistía a los que se rindieron. Muchos de los que resistieron fueron capturados y ahorcados. Trescientos se rindieron y el resto huyeron, incluyendo el famoso Barbanegra.
Más de un siglo después, los colonos estadounidenses leales a Gran Bretaña llegaron a su exilio en las Bahamas. Muchos llevaron a sus esclavos, sus habilidades de construcción y su experiencia en agricultura y construcción naval. En 1783 forzaron la retirada de las fuerzas españolas de las islas. Todo sin disparar un solo tiro.
Entre 1861 y 1865, las Bahamas se beneficiaron de la Guerra Civil en Estados Unidos. La industria textil inglesa dependía del algodón del sur; sin embargo, la Unión bloqueó que los barcos británicos llegaran a los puertos del sur. Pero el fin de la Guerra Civil marcó el fin de la prosperidad.
Otro de sus hitos históricos es la Ley Seca, decretada en Estados Unidos en 1919. El gobierno colonial amplió los poderes del Príncipe George Wharf, en Nassau, para facilitar el flujo de alcohol. Cuando la Ley Seca terminó, en 1934, la economía bahamense sufrió un duro golpe.
La Ley de Servicio de Hotel y Buques de Vapor (1898) proporcionó el apoyo gubernamental necesario para la construcción de hoteles y el servicio subsidiado de barcos de vapor. Desde entonces el turismo ha sido el centro de la economía bahamense.
El 10 de julio de 1973, las Bahamas se convirtieron en un país libre después de 325 años de dominio británico. Bahamas es miembro de la Comunidad de Naciones y celebra el 10 de julio el Día de su Independencia.
El país está conformado por un archipiélago con una superficie de 13.880 km² –Cuba tiene 109.884 km². Bahamas es, por su extensión, uno los países más pequeños del mundo.
Tiene una población aproximada de de 386.000 habitantes, con una baja densidad de 28 habitantes por Km2.
Hoy Bahamas es noticia nuevamente, pues el monstruoso Dorian Categoría 5 está sobre su territorio descargando lluvia, vientos con ráfagas de hasta 354 km/h y provocando olas de entre 5 y 7 metros de altura.
En la historia del registro de huracanes, una de las más activas fue la de 1926, cuando el conjunto de islas fueron afectadas por tres grandes huracanes y una tormenta tropical.
“Se esperan condiciones devastadoras de huracanes en las Islas Ábaco en la madrugada del domingo y a lo largo de la Isla de Gran Bahama más tarde en el día, informó previamente el Centro Nacional de Huracanes.
Dorian afectará, según previsiones de las autoridades a unas 73.000 personas y 21.000 viviendas.
De acuerdo con los meteorólogos, el archipiélago de Bahamas es rozado o golpeado directamente por un huracán una vez cada cuatro años, y afectado por un gran huracán una vez cada doce.