Los equipos de búsqueda y rescate trataban de llegar a algunas comunidades de Bahamas que quedaron aisladas por las crecidas y los escombros tras el paso del huracán Dorian, mientras la cifra oficial de víctimas mortales subió a 43 personas y es probable que siga aumentando, dijeron altos funcionarios.
Las autoridades confirmaron el deceso de otras 13 personas, que se sumaron a las 30 anteriores, señaló el ministro de Salud, Duane Sands, en un mensaje de texto enviado el viernes en la noche a The Associated Press. “Esperamos que aumente”, afirmó Sands.
Por su parte, el ministro de Seguridad, Marvin Dames, explicó que las autoridades se estaban esforzando por llegar a todas partes pero agregó los equipos no podían abrirse paso a la fuerza entre los árboles derribados y los escombros porque podría haber cuerpos que todavía no han sido recuperados.
“Ya habíamos pasado por esto antes, pero no con este nivel de devastación”, apuntó Dames. “Estos son momentos muy graves y sensibles”.
Aunque dijo comprender las quejas que quienes reclaman ayuda luego de que Dorian arrasase sus vidas, el funcionario pidió paciencia hacia los esfuerzos de las autoridades para obtener la ayuda humanitaria.
“Nada va a suceder de la noche a la mañana. La reacción instintiva es siempre ‘Tráiganlo todo de una vez’, pero solo se puede mover una determinada cantidad de cosas cada vez”, añadió.
La búsqueda de víctimas y sobrevivientes del huracán continuaba a cinco días de que Dorian sacudió Bahamas con vientos de 295 kilómetros por hora que arrasaron innumerables viviendas.
Una serie de organizaciones, países y empresas, incluyendo Naciones Unidas, el gobierno de Estados Unidos, la Marina de Gran Bretaña, American Airlines y Royal Caribbean, se movilizaron para enviar comida, agua, generadores, lonas, pañales, linternas y otras provisiones de apoyo.
Según Dames, la pista del aeropuerto de la isla de Gran Bahama estaba ya limpia y lista para recibir vuelos. Las autoridades anunciaron la reapertura de todos los puertos tanto en esa isla como en la de Ábaco, las más afectadas por el meteoro de categoría 5.
Cientos de residentes desesperados esperaban el viernes en el puerto de Gran Ábaco con la esperanza de poder marcharse de la isla en medio de signos de creciente frustración por el ritmo al que avanzan las operaciones de ayuda.
“Esto es un caos”, manifestó Gee Rolle, un albañil que, junto a su esposa, aguardaba un barco para ir a la capital, Nassau. “El gobierno está haciendo todo lo posible, pero al mismo tiempo creo que no están haciendo suficiente para evacuar a la gente. Esto no es habitable para nadie. Solo los animales pueden vivir aquí”.
Algunos de los que hacían fila el viernes detrás de una cinta de lona amarilla, habían llegado a la 01:00 de la madrugada.
“Pronto será una locura”, dijo Serge Simon, de 39 años, chofer de un camión de hielos, mientras esperaba con su esposa y dos hijos, de 5 meses y 4 años. “No hay alimento, no hay agua. La gente va a empezar a enfermarse”.