Varios grupos armados colombianos decretaron un cese al fuego como un gesto de buena voluntad para participar en eventuales diálogos de paz o de sometimiento a la justicia promovidos por el gobierno de Gustavo Petro.
El Comisionado de Paz, Danilo Rueda, dijo a la prensa que varios grupos se han sumado y acatado el pedido del gobierno de “no matar, no desaparecer y no torturar”.
Entre ellos figuran varias facciones de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no se acogieron al acuerdo de paz firmado en 2016. Y el “Estado Mayor Central” de las FARC-EP y la “Segunda Marquetalia”, liderada por alias “Iván Márquez”, ex número dos de las FARC y uno de los antiguos negociadores del acuerdo de paz que luego retomó las armas.
También lo acataron las Autodefensas Gaitanistas de Colombia o Clan del Golfo, dedicadas al narcotráfico, y descendientes de paramilitares que recientemente incrementaron su accionar delictivo en respuesta a la extradición a Estados Unidos del que fuera su jefe máximo, Dairo Antonio Úsuga David, Otoniel.
El funcionario confirmó la declaratoria del cese al fuego de las Autodefensas Conquistadores de la Sierra, también conocidos como Los Pachencas, herederos de grupos paramilitares que operan en el norte colombiano. Su declaración fue difundida en un comunicado en el que pedían al gobierno “garantías en el proceso”, un cese de las operaciones militares en su contra y la cancelación de órdenes de captura de sus máximos líderes.
Petro, que en su juventud militó en una guerrilla y dejó las armas al cabo de un acuerdo de paz, planteó hace una semana la posibilidad de lograr un cese al fuego multilateral con diversos grupos ilegales.
Sin embargo, el Estado no ha decretado el cese al fuego multilateral. El ministro de Defensa, Iván Velásquez, dijo hace una semana que las fuerzas militares y policiales continúan combatiendo el crimen organizado y que la búsqueda de la paz con los grupos armados no significa inactividad, ni que las fuerzas armadas bajen la guardia.