El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, obtuvo una contundente victoria en las elecciones después de que los votantes dejaran a un lado las preocupaciones sobre la democracia para recompensarlo por su políticas contra las pandillas salvadoreñas.
Los resultados provisionales del hoy lunes por la mañana mostraban que obtuvo un 83 % de apoyo con poco más del 70 % de los votos contados.
Las encuestas arrojaban que la mayoría de los votantes querían premiarlo por diezmar a los grupos criminales que llegaron a hacer la vida imposible en El Salvador.
El mandatario se declaró ganador antes de que se anunciaran los resultados oficiales, afirmando haber obtenido más del 85 % de los votos.
Miles de sus partidarios vestidos de azul y ondeando banderas se presentaron en la plaza central de San Salvador para celebrar su reelección. El líder de 42 años la calificó de “referéndum” sobre su Gobierno.
“En su conjunto, la oposición quedó pulverizada”, dijo Bukele desde el balcón del Palacio Nacional. “El Salvador pasó de ser el país más inseguro al más seguro. Ahora, en estos próximos cinco años, esperemos a ver qué vamos a hacer”.
Bukele ha hecho campaña sobre el éxito de su estrategia de seguridad bajo la cual las autoridades suspendieron las libertades civiles para poder arrestar a más de 75 mil salvadoreños sin cargos.
“Entonces, si ya superamos nuestro cáncer, esa metástasis que eran las pandillas, ahora solo nos queda recuperarnos y ser la persona que siempre quisimos ser”, afirmó Bukele.
Algunos analistas han dicho que el encarcelamiento masivo del 1 % de la población no es sostenible a largo plazo.
El éxito electoral su partido, Nuevas Ideas, significa que Bukele ejercerá un poder sin precedentes, lo que sus oponentes temen resultará en la eliminación de los límites de mandato.
Utilizó la supermayoría de su partido en la Asamblea Legislativa para llenar los tribunales de personas leales y reformar las instituciones estatales, solidificando su control del Gobierno.
El año pasado, el tribunal electoral supremo de El Salvador le permitió postularse para un segundo mandato, a pesar de que la Constitución del país lo prohíbe.