El satélite chino TanSat identificó por primera vez emisiones de dióxido de carbono (CO2) causadas por actividad humana. Gracias a sus mediciones y a la misión satelital europea Copernicus Sentinel-5 Precursor, un grupo de científicos logró reconocer patrones especiales en las emisiones de dióxido de carbono antropogénicas.
Los expertos a cargo de la investigación, de la Academia China de Ciencias y del Instituto Meteorológico de Finlandia, publicaron este martes un artículo en la revista científica Advances in Atmospheric Sciences. Según reportes de Efe, el equipo se centró en los datos de emisiones de carbono de dos ciudades en 2018: Tangshan, en el norte de China, y Tokio, la capital de Japón.
Detection of Anthropogenic CO2 Emission Signatures with TanSat CO2 and with Copernicus Sentinel-5 Precursor (S5P) NO2 Measurements: First Results https://t.co/iKyVR34IiD @SpringerGeo https://t.co/E89TFBYopZ via @EurekAlert @aasjournal
— Adv. Atmos. Sci. (@AASjournal) October 25, 2022
Se trata del primer intento del TanSat, puesto en órbita en 2016, para distinguir las huellas humanas de las naturales en las emisiones de CO2 de la Tierra. “Las emisiones procedentes de la quema de combustibles fósiles están localizadas sobre todo en las áreas urbanas, que representan más del 70 % del CO2 emitido”, explicó al rotativo Global Times el experto del Instituto de Física Atmosférica de China Yang Dongxu.
El satélite TanSat, de 620 kg, fue enviado a una órbita sincrónica a unos 700 kilómetros sobre la Tierra, y está monitoreando la concentración, distribución y flujo de CO2 en la atmósfera. Recientemente se han introducido nuevos algoritmos en sus dispositivos, lo que ha mejorado notablemente su precisión de medición, precisa Xinhua.
La agencia china indicó también que TanSat es la primera misión china de vigilancia del CO2 para investigar el ciclo global del carbono. La nueva generación de la misión TanSat, TanSat-2 está ahora en fase de diseño, dijo el coautor del artículo Liu Yi, investigador del IAP.
China, el país más contaminante del mundo, anunció en 2020 que alcanzaría el pico de emisiones de carbono en 2030, para seguidamente lograr la neutralidad en carbono en 2060, ante la creciente preocupación mundial sobre el cambio climático.
Asimismo, 2030 sería la fecha para la que Pekín aspira a conseguir que los combustibles no fósiles procuren el 25 % de la energía generada en el país, en el que actualmente el carbón es protagonista absoluto, con en torno al 60 % de la generación de esta.
Con información de Agencias.