Los focos infecciosos en Oriente Medio, Europa y Corea del Sur contrastan con el optimismo en China, donde miles de pacientes recuperados regresan a sus casas.
En tanto, un creciente brote en Estados Unidos lleva a realizar tareas de desinfección en escuelas y metros, se presiona para la búsqueda de una vacuna y aumentan los temores por la vulnerabilidad de los internos en residencias de ancianos.
“Hemos avanzado a un nuevo escenario en la lucha”, señaló Dow Constantine, máximo responsable político del condado de King, Washington. Los seis fallecidos por COVID-19 en Estados Unidos estuvieron en el estado de Washington, y Constantine dijo que su condado estaba comprando un hotel para convertirlo en hospital para pacientes aislados.
Los brotes en Corea del Sur, Italia, Irán y Japón representan la mayor preocupación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo su presidente Tedros Adhanom Ghebreyesus. El virus tiene una capacidad única de transmisión comunitaria, pero podría ser contenido con las medidas adecuadas. “Estamos en territorio inexplorado”, agregó Tedros.
En la mayoría de los mercados asiáticos, las acciones subieron por segundo día luego de que el índice Dow Jones Industrial Average ganara cerca de 1.300 puntos, un 5%. Los ministros de Finanzas y los responsables de los bancos mundiales del Grupo de los Siete países más industrializados del mundo iban a reunirse el martes por teléfono para discutir su respuesta al brote.
“El factor miedo sigue siendo muy elevado”, dijo Kirk Hartman, presidente de Wells Fargo Asset Management.
En China, el conteo de nuevos casos volvió a bajar el martes, con apenas 125 nuevos contagios, la cifra más baja en seis semanas. Pero el gigante asiático sigue siendo la nación más afectada, con un total de 80.151 enfermos y 2.945 muertos.
El embajador de China en Naciones Unidas dijo que el país estaba ganando su batalla contra el COVID-19. “No estamos lejos de la victoria”, declare Zhang Jun.
Corea del Sur registró su mayor incremento de casos diario, con 851 nuevos pacientes, en su mayoría dentro y en los alrededores de la ciudad suroriental de Daegu, donde hay un brote infeccioso ligado a una iglesia local. En total, 5.186 personas dieron positivo por COVID-19 en todo el país.
El número de víctimas mortales en el país aumentó a 28, y el presidente, Moon Jae-in, quien calificó el brote de “una grave situación”, apuntó que su gobierno presionará para inyectar más de 30 billones de wones (25.000 millones de dólares) para financiar clínicas, ayudar a pequeños negocios y otras medidas relacionadas con el virus. Esta iniciativa necesita la aprobación del parlamento.
En Irán, tras restarle importancia al brote la semana pasada, las autoridades dijeron que tienen planes para movilizar a unos 300.000 soldados y voluntarios. La preocupación se extiende al liderazgo del país, y algunos de sus miembros contrajeron el coronavirus.
El líder supremo de la República Islámica, el ayatolá Ali Jamenei, llevaba guantes desechables durante el acto en el que plantó un árbol por el Día del Árbol.
“Todo lo que ayude a la salud pública e impida la expansión de la enfermedad es bueno, y lo que ayude a extenderla es pecado”, dijo Jamenei este martes.
El jefe de la judicatura iraní, Ebrahim Raisi, aseguró que algunos estaban almacenando material médico para su propio beneficio, e instó a la fiscalía a no mostrar “piedad con los acaparadores”.
“Acaparar artículos sanitarios es jugar con la vida de las personas y eso no puede ignorarse”, señaló Raisi.
En Italia, el número de casos positivos ha seguido subiendo hasta los 2.036 y las autoridades explicaron que podrían tardar hasta dos semanas en saber si las medidas adoptadas, incluyendo la cuarentena decretada en 11 poblaciones del norte, estaban funcionando.
En Estados Unidos, los pacientes infectados con COVID-19 sobrepasaron los 100 en al menos 11 estados. El presidente, Donald Trump, y su gobierno se reunieron con ejecutivos de la industria farmacéutica el lunes para discutir cómo de rápida podría ser la búsqueda de una vacuna.
El virus se ha detectado en al menos 70 países con 92.000 casos confirmados y 3.129 víctimas mortales. 48 175 han logrado superar la infección. Ucrania ha sido la última en unirse a la lista.
(AP / OnCuba)