A fines del año pasado, la empresa de videoconferencias Zoom tenía unos 10 millones de usuarios por día. En marzo, había crecido a 200 millones. Esta semana, su director general Eric Yuan respondió a las dudas sobre temas seguridad, porque con la expansión de la pandemia su popularidad se ha disparado y las quejas sobre su vulnerabilidad, también.
Cientos de miles de usuarios de todo el mundo han descargado la aplicación para realizar videoconferencias y reuniones virtuales. De este modo, empresas, instituciones y centros educativos se han aprovechado para mantener sus actividades de forma virtual.
“Desde hace algunas semanas, apoyar este flujo de usuarios ha sido un emprendimiento enorme y nuestro único centro de atención”, escribió Yuan en un blog. “Sin embargo, reconocemos que hemos fallado a las expectativas de privacidad y seguridad de la comunidad y los nuestros. Por eso ofrezco sentidas disculpas”.
Entre los problemas que afectan a los usuarios está el “zoombombing”, término que se refiere al hecho de que personas que no son miembros de un grupo irrumpen en una reunión para publicar imágenes pornográficas o memes o sencillamente piratear.
El propio FBI ha advertido del “zoombombing”. En una teleconferencia de la empresa de comida rápida Chipotle uno de los participantes envió pornografía a los cientos de asistentes. La compañía acabó abandonando la aplicación.
La Oficina de la Fiscal General de Nueva York, Letitia James, abrió una investigación a la empresa por sus prácticas de seguridad de datos y privacidad. Según The New York Times, la fiscalía ha pedido a la empresa que informe sobre qué medidas toma para manejar el incremento del uso de datos y detectar posibles ataques informáticos.
La empresa esperará 90 días para ofrecer nuevas funciones y poder concentrarse en los problemas de privacidad. Ya contrató a expertos independientes sobre seguridad y datos.
(AP/OnCuba)