La crisis migratoria en el Mediterráneo y las guerras en Ucrania y el Medio Oriente fueron temas dominantes en la entrevista sostenida este viernes en el Vaticano entre el papa Francisco y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.
La plática, que se extendió durante 35 minutos en la biblioteca del Palacio Apostólico, evaluó la importancia de “fomentar un diálogo fructífero entre la Iglesia local y las autoridades gubernamentales, además de entre los distintos componentes de la sociedad civil” en España, de acuerdo con un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede que reproduce la agencia Prensa Latina.
“Le he trasladado al papa Francisco que la pregunta que tenemos que hacernos todos en España y Europa es qué país queremos ser y qué Europa queremos ser; si queremos ser una España y una Europa abierta y próspera en las próximas décadas, o si queremos ser una Europa cerrada y pobre”, narró Sánchez en un encuentro con la prensa.
De acuerdo con el político socialista, la política migratoria de su Gobierno está “basada en el control de fronteras, en la ampliación del sistema de acogida” o “la ayuda al desarrollo económico de países de origen y de tránsito” de la migración irregular.
A su vez, Sánchez aseguró que la migración es un elemento clave para el desarrollo económico y el trabajo en el país:
“Si España no hace nada en las próximas décadas, y vaya a perder a cuatro millones de personas en edad de trabajar, por tanto ,vaya a tener, si no hace nada, la misma fuerza laboral que en 1996, implicaría una reducción del crecimiento potencial en nuestro país del 2 % al 0,1%”, alertó, según un despacho de la agencia EFE.
El presidente del ejecutivo español dijo favorecer la migración regular, al considerarla “necesaria desde el punto de vista económico y laboral”.
Al abordar las actuales guerras en Ucrania y el Oriente Medio, ambos dignatarios reafirmaron la importancia de un compromiso urgente para apoyar la paz.
El mandatario español donó al pontífice un cofre de monedas conmemorativas acuñadas en el aniversario 50 de la muerte del pintor español Pablo Picasso (1881-1973), “un defensor de la paz”, según comentó Sánchez mientras le mostraba con detalle las piezas.
Por su parte, el pontífice argentino retribuyó el gesto con una obra de terracota titulada “Ternura y Amor”, además de varios de sus textos, como su Mensaje para la Paz de este año y el Documento sobre la fraternidad humana.