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El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció hoy lunes que eliminaría las protecciones contra la deportación para ciudadanos de Nicaragua y Honduras. Esta medida pone fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) para los ciudadanos de estos países que viven en el país, vigentes durante más de 25 años.
Esta medida eliminará las protecciones contra la deportación para más de 52 000 hondureños y casi 3 000 nicaragüenses. “El Estatus de Protección Temporal fue diseñado para ser precisamente eso: temporal”, declaró la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
“Es evidente que el Gobierno de Honduras ha tomado todas las medidas necesarias para superar los impactos del huracán Mitch, hace casi 27 años. Los ciudadanos hondureños pueden regresar a casa de forma segura, y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) está aquí para facilitar su retorno voluntario”.
El comunicado sobre Nicaragua no hizo referencia al gobierno del país. “Los impactos del desastre natural que afectó a Nicaragua en 1999 ya no existen. La situación ambiental ha mejorado lo suficiente como para que los ciudadanos nicaragüenses puedan regresar a casa con seguridad. Esta decisión restaura la integridad de nuestro sistema de inmigración y garantiza que el TPS siga siendo temporal”, declaró.
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El estatus de protección temporal (TPS) se emitió para inmigrantes de Nicaragua y Honduras después de que el huracán Mitch devastara ambos países, dejando más de 10 000 muertos en octubre de 1998.
Al extender el estatus, el exsecretario de Seguridad Nacional de Biden, Alejandro Mayorkas, alegó que la violencia generalizada y los delitos violentos en Honduras hacían que las condiciones fueran demasiado peligrosas para llevar a cabo deportaciones.
El Gobierno de Trump ha sostenido que el TPS es un abuso del sistema migratorio, pero muchos demócratas y defensores de la inmigración afirman que atacar a quienes tienen estatus legal anula las protecciones para los que han cumplido con las leyes migratorias y no han cometido delitos.
La senadora Catherine Cortez Masto (demócrata por Nevada) condenó la decisión. “Estas familias han estado aquí desde la década de los 90, trabajando duro y contribuyendo a nuestro estado y al país durante décadas”, escribió en la plataforma social X. “Enviar a familias inocentes de vuelta al peligro no protegerá nuestra frontera ni hará que Estados Unidos sea más seguro. Solo logra desmembrar comunidades y perjudicar nuestros negocios”.