De acuerdo con The Washington Examiner, altos funcionarios de la administración Trump están descontentos con las cifras de arrestos y deportaciones y han criticado duramente a los funcionarios federales de inmigración responsables de la operación..
Tres funcionarios federales de inmigración detallaron un acalorado intercambio reciente entre el subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, y decenas de altos funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) en Washington a finales de mayo.
En un momento en que la colaboración es necesaria para llevar a cabo los objetivos de deportación masiva del presidente Donald Trump, la confianza interna se ha erosionado, ya que algunos empleados de alto rango sienten que la Casa Blanca los vigila de cerca en lo que respecta a cómo llevan a cabo las operaciones de arresto de inmigrantes indocumentados.
“Han sido amenazados, les han dicho que están revisando sus correos electrónicos, mensajes de texto y Signals”, declaró uno de los funcionarios anónimo.”Eso es lo horrible de la situación actual. Es un ambiente de miedo. Todos los líderes tienen miedo… No hay moral. Todos están desmoralizados.
Los 25 directores de las oficinas de campo de las Operaciones de Deportación y Control de Aduanas (ERO) del ICE y los 25 agentes especiales a cargo de las Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) volaron a Washington y se presentaron en la sede de la agencia l pasado martes 20 de mayo.
“Miller llegó y los destripó a todos. ‘No están haciendo un buen trabajo. Son líderes pésimos’. Simplemente los atacó duramente. No tenía nada positivo que decir de nadie, desmoralizó a todos”, dijo el primer funcionario que habló con los presentes ese día. “Stephen Miller quiere que arresten a todos. ‘¿Por qué no están en Home Depot? ¿Por qué no están en 7-Eleven?'”, dijo el funcionario.
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Uno de los funcionarios se puso de pie y declaró que el Departamento de Seguridad Nacional y la Casa Blanca habían comunicado públicamente que se centraban en los inmigrantes ilegales delincuentes y, por lo tanto, el ICE se centraba en ellos, y no en la población general de inmigrantes ilegales.
Miller dijo: ‘¿Cómo que van tras los delincuentes?. Eso es lo que dice Tom Homan cada vez que sale en televisión: ‘Vamos tras los delincuentes'”…
Más tarde, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, se dirigió a las docenas de altos funcionarios del ICE. “Están haciendo un buen trabajo, pero no están haciendo lo suficiente. Necesitan hacer más”, dijo.
Laszlo Baksay, subdirector adjunto de prensa del ICE, dijo que ICE arrestó a casi 1 600 inmigrantes indocumentados el miércoles 28 de mayo, uno de los días con mayor número de arrestos desde que Trump asumió el cargo.
Miller confirmó públicamente que había solicitado triplicar el número de arrestos diarios de inmigrantes indocumentados. “Bajo el liderazgo del presidente Trump, buscamos establecer una meta de un mínimo de 3 000 arrestos diarios para ICE, y el presidente Trump seguirá presionando para que esa cifra aumente cada día, de manera que podamos expulsar a todos los inmigrantes ilegales de Biden que ingresaron a nuestro país en masa durante cuatro años”, declaró Miller a Sean Hannity de Fox News.
La Casa Blanca sostuvo que su intención era garantizar el cumplimiento de las promesas de Trump, incluidas las relativas a la inmigración. “Cumplir la promesa del presidente Trump de deportar a los inmigrantes ilegales es algo que la administración se toma muy en serio”, escribió la portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, en un correo electrónico.
“Nos comprometemos a expulsar de Estados Unidos de forma agresiva y eficiente a los inmigrantes ilegales y a garantizar que nuestras fuerzas del orden cuenten con los recursos necesarios para hacerlo. La seguridad del pueblo estadounidense depende de ello”.