El contundente triunfo de la alcaldesa electa de Chicago Lori Lightfoot el martes es un claro llamado al cambio y un repudio histórico a la vieja guardia de políticas internas que han definido a la tercera ciudad más grande de Estados Unidos.
Lightfoot, exfiscal federal que nunca había tenido un cargo de elección popular, derrotó a la presidenta del Consejo del condado Cook y exconcejal Toni Preckwinkle con el respaldo de los votantes de toda la ciudad. Los resultados más recientes revelaron que Lightfoot, de 56 años, ganó en los 50 distritos de la ciudad.
Lightfoot también hizo historia al convertirse en la primera mujer negra y la primera persona abiertamente homosexual en ser elegida para la alcaldía de la ciudad. Chicago se convertirá en la ciudad más grande de Estados Unidos en tener a una mujer de color como alcaldesa una vez que Lighfoot rinda juramento el 20 de mayo.
Se unirá a otras siete mujeres negras que actualmente se desempeñan como alcaldesas en grandes ciudades, como Atlanta y Nueva Orleans, y será la segunda mujer en la historia en estar al frente de Chicago.
Toni Preckwinkle, una de las candidatas para la alcaldía de Chicago, haciendo campaña en la zona de Brighton Park de esa ciudad, el 24 de marzo del 2019. Foto: Teresa Crawford / AP.“Hoy nos ven muchas niños y niños. Nos ven y observan el inicio de algo, de algo un tanto diferente”, dijo Lightfoot en un hotel del centro. “Ven el renacer de una ciudad”.
Se comprometió a hacer de Chicago “un lugar en donde tu código postal no determine tu destino”, a enfrentar la violencia en la ciudad y “poner fin al ciclo interminable de corrupción de esta ciudad” que les permite a los políticos lucrar con su cargo.
Lightfoot emergió como sorpresiva líder en la primera ronda electoral de febrero, cuando había 14 candidatos en la boleta para ocupar el lugar del alcalde Rahm Emanuel, quien optó por no postularse para un tercer periodo.